El reconocido bloguero y escritor cubano Orlando Luis Pardo Lazo, detenido sorpresiva y temporalmente el fin de semana durante más de 10 horas, denunció que su arresto fue realizado por las autoridades de la isla con el propósito de ocasionar una gran perturbación emocional entre sus familiares y amigos.

Juan Carlos Chavez

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La zozobra e incertidumbre sobre el destino de Pardo provocó un amplio debate en Twitter y otros medios digitales.

“Fue un arresto sin ningún tipo de causa. Me esposaron en público como si estuviese ofreciendo resistencia o me hubieran cazado como lo hacen con un delincuente común en plena fuga”, dijo Pardo en una entrevista telefónica a El Nuevo Herald desde su casa en La Habana. “Ha sido denigrante, pero estoy dispuesto a seguir con lo mío. Ellos continuarán con sus medidas represivas”.

Pardo es una voz crítica e independiente que hace dos años se aventuró a inaugurar Voces, la primera revista digital en la isla. Es graduado de Bioquímica de la Universidad de La Habana, pero hace aproximadamente una década ha estado trabajando con más dedicación y ahínco como escritor y fotógrafo

Pardo explicó que la policía lo detuvo el sábado en su casa alrededor de las 6 a.m. Fue trasladado a un calabozo en la unidad policial El Cotorro. La policía le dijo que supuestamente tenía una denuncia en su contra por un delito de estafa.

“Finalmente a las 11 p.m. me llevaron de regreso a mi casa, esposado”, dijo Pardo.

No es la primera vez que los derechos civiles de Pardo son violados sin ningún tipo de consideración. El 27 de marzo fue detenido temporalmente en una redada masiva del gobierno cubano que coincidió con la visita papal.

“Estuve dos días encarcelado, sin comer ni tomar agua. Me sentí violado en todos mis derechos. Han sido los mismos agentes en moto que me arrestaron hace cuatro días”, dijo Pardo.

La reciente detención de Pardo fue denunciada inmediatamente por su amiga, la bloguera Yoani Sánchez en su cuenta de Twitter. Otros testimonio se difundieron en el portal Háblalo Sin Miedo, un sitio que permite a los disidentes cubanos llamar a un número de teléfono de Estados Unidos y grabar un informe. La instalación envía alertas por correo electrónico a sus seguidores. Al menos 15 opositores y activistas de derechos humanos exigieron en las inmediaciones de El Cotorro la libertad inmediata y sin condicionamientos de Pardo. Otro grupo se plantó frente a la llamada Sección 21 del Ministerio de Interior.

Junto con Pardo fueron detenidos su novia, Silvia. Asimismo Manuel Cuesta Morúa, líder del partido Arco Progresista, y el historiador Dimas Castellanos, entre otros. La mayoría iba a participar en un encuentro abierto y distendido de Estado de Sats, un movimiento que promueve la discusión de ideas y proyectos independientes.

Elizardo Sánchez, portavoz de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), destacó la solidaridad de los simpatizantes y amigos de Pardo que salieron a las calles para exigir su libertad. Sánchez dijo que estas movilizaciones eran impensables hace cinco años debido al miedo de la sociedad civil.

“El caso de Orlando es en hecho típico de represión política”, manifestó Sánchez. “Su arresto fue totalmente desconsiderado. Los aparatos policiales del régimen no toman en cuenta los daños que pueden causar”.