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Artigos: Cuba
Una lección de semántica para el castrismo PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Sábado, 27 de Abril de 2024 17:51

Cartel contra Díaz-Canel en un muro de La Habana.

Por OMAR LÓPEZ MONTENEGRO.-

La palabra es un atributo exclusivo de los seres humanos. Es ella y no el trabajo —discrepo de Marx ̶— la que marca la diferencia con las otras especies vivas del planeta. Porque existen animales que trabajan de forma organizada, con una estructura jerárquica (las hormigas y las abejas, por ejemplo), pero no existe ninguno que pueda hablar de forma articulada, como expresión consciente de su pensamiento. Las cotorras, papagayos, así como los diputados de la Asamblea Nacional y los integrantes del Buró Político del Partido Comunista de Cuba, se limitan a repetir palabras o consignas, sin expresar ideas como resultado de un previo proceso de raciocinio.

El lenguaje es un elemento vivo que cambia de acuerdo a las diferentes épocas de la Historia. Cuando los seres humanos pasaron de explorar la superficie del planeta a adentrarse en sus profundidades, se pasó de la Geografía a la Geología; cuando en vez de contemplar el cielo se decidieron a explorarlo en naves espaciales, se pasó de la Astronomía a la Astronáutica. Las palabras reflejan cambio, evolución o, por el contrario, inmovilismo. Lo mismo sucede con el lenguaje social, que se va transformando de acuerdo a las nuevas realidades tanto políticas como tecnológicas que surgen a diario. Hace poco más de 15 años, el término hashtag, una de las herramientas comunicacionales más poderosas del mundo moderno, era desconocido para millones de personas que hoy en día lo usan a diario. Twitter fue creado en 2006 y ahora ha devenido en X.

Esta capacidad de las palabras de incidir en las actitudes de las personas define por antonomasia el carácter de las sociedades bajo las cuales viven. De ahí la extrema importancia de la libertad de expresión y la existencia de una prensa libre en la configuración de una democracia. En Cuba, una de las primeras tareas de la dictadura fue precisamente apropiarse del universo referencial de los ciudadanos al confiscar los medios de prensa, publicación de libros y enseñanza de cualquier tipo. La campaña de alfabetización enseñó a leer y escribir a miles de cubanos con lemas afines a la "Revolución", la idea de un estado caótico permanente bajo el cual no tienen cabida las libertades individuales. Se borraron del pathos intelectual del cubano conceptos como "derechos humanos", "estado de derecho", "separación de poderes", "garantías procesales", por solo señalar algunos de los más importantes.

Esta visión del lenguaje como instrumento de dominación continúa en uso actualmente en la Isla, aunque su efectividad ha sido extremadamente erosionada por las realidades del mundo moderno. Cuando Díaz Can-el dijo "somos continuidad", repitió al igual que Nipster, el famoso perro de la RCA Victor, la voz de su amo, en este caso Raúl Castro. Sin embargo, sus palabras cayeron en saco roto, puesto que ya nadie quiere continuar la retórica engañosa del régimen ni recibir orientaciones de arriba hacia abajo, como solía suceder antes de su falso mandato. Una de las transformaciones fundamentales de las sociedades post modernas es el paso de la comunicación vertical a la comunicación horizontal. Las tecnologías de comunicación actuales le permiten a la gente hablar entre sí misma, en tiempo real, con grandes números de participantes que no solo reciben sino también emiten piezas de información. Las personas ya no son solo objetos, sino también sujetos comunicacionales. Esto genera sentido de comunidad, independencia y empoderamiento.

Ante una realidad como esta, los instrumentos habituales del régimen para manipular la conciencia de los cubanos se tornan obsoletos, y de hecho en muchos de los casos se revierten contra el propio sistema. Can-el y su Lis a cuestas (perdonen la digresión del idioma) son más famosos por los memes que han originado con sus dislates idiomáticos que por sus intentos de "iluminar" a las masas. La limonada se ha convertido en la base de todo, de todas las burlas a la pareja no presidencial. Ni siquiera las amenazas de procesar a quienes protestan han sido tomadas en serio. Las manifestaciones no paran, y no cesan tampoco de incorporar eslóganes como "Libertad", "Abajo la dictadura", "pongan la corriente, pinga", y "Díaz-Canel, singao". El cubano de a pie ha aprendido cómo emplear su propio idioma para proyectar poder en su entorno.

Mientras la gente pide agua, luz, comida, libertad y no más muela. Díaz-Canel y sus adláteres piden al pueblo confianza y prosperidad para una Cuba desolada por su ineficacia e indolencia, llegando a niveles tan surrealistas como una plegaria ante la estatua de un cacique indio en Artemisa, la propuesta de Guillermo García usar la jutía como remedio para la crisis alimentaria, o la rocambolesca idea expuesta por el propio Díaz-Canel de recurrir al trabajo voluntario como solución a la crisis alimentaria. Todo esto viniendo de boca de dirigentes del neocastrismo que exhiben sus enormes barrigas, la última tendencia en la moda dictatorial, vestidos con camisas estrafalarias o usando uniformes de combate, conocidos como fatigas. El discurso de la dictadura está agotado, fatigado, de ahí la fractura fundamental que es la base de todas las manifestaciones antigubernamentales en la Isla, y no la limonada. Para rematar todo este teatro del absurdo, el video del primer ministro Manuel Marrero borracho cantando "El Rey", embriagado de un entusiasmo que raya en el fanatismo. Estos no son personajes históricos, sino más bien histéricos.

Atrás quedaron las consignas grandilocuentes de "El futuro pertenece por entero al Socialismo" o "Somos felices aquí". Al degradarse estructuralmente, el sistema ha ido cediendo paso paulatinamente a los estratos más burdos de su nomenclatura, en una especie de autofagia intelectual que ha ido minando uno de sus pilares fundamentales de apoyo, el uso del lenguaje como instrumento de dominación basado en la implantación de esquemas mentales a través de la manipulación agresiva del idioma. Sea como sea, hoy en día la población cubana es menos dada a asimilar consignas ciegamente. Los tiempos de "yo digo, yo dicto" han sido reemplazados por los de "tú dices, yo digo".

Es una controversia perenne, que cuenta además con una multiplicidad de medios para ser expuesta ante la gente. Y ya no hace falta ser un erudito para citar a Platón, puesto que la Biblioteca de Alejandría cabe en una memoria flash. Esto llevado a nivel de calle significa la posibilidad de cuestionar cualquier postulado, venga de quien venga, ya nadie tiene la última palabra, ni siquiera Google. El terreno de juego político cambió, se ensanchó hasta el infinito, y la capacidad de formular criterios ahora se mide por trending topics, no por el DOR (Departamento de Orientación Revolucionaria), la representación real del orwelliano Ministerio de la Verdad. Sesenta años más tarde, la tenebrosa profecía de 1984 ha sido hecha añicos por un minúsculo microchip. Lo mismo ha sucedido con gran parte del entramado político articulado por el castrismo, que fue diseñado para un mundo de mega comunicaciones que no encaja en las realidades de una aldea global caracterizada por la microcomunicación. La macropolítica, dominio de los partidos, está siendo gradualmente suplantada por la micropolítica, la política del individuo.

El pueblo es el más feroz de los políticos, porque no necesita de la demagogia para promover sus agendas, puesto que éstas parten de necesidades reales y concretas. Su discurso es bien claro, apunta al futuro y no al pasado, como la retórica del sistema. No quiere una continuidad de Patria o Muerte, sino su propia determinación de Patria y Vida. Y libertad, y prosperidad. Con sus expresiones, y también con sus acciones, le está dando al régimen una lección de semántica, así como de política.

DIARIO DE CUBA

Última actualización el Lunes, 20 de Mayo de 2024 13:18
 
La industria turística cubana, empantanada en la continuidad PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Jueves, 11 de Abril de 2024 11:47

Por EMILIO MORALES.-

Los pobres resultados alcanzados por la industria turística cubana en los primeros tres meses del año auguran otro año de estancamiento en el sector que lo mantiene a la zaga en la región del Caribe. La llegada de 808.678 turistas al cierre de marzo es un 45% menor que la alcanzada en 2019, año previo a la pandemia, cuando visitaron el país 1.470.196 viajeros.

De mantenerse esta tendencia será muy difícil que lleguen a los tres millones de turistas en 2024, lo cual significa que por tercer año consecutivo volverán a incumplir los planes trasados por el Gobierno. La industria turística cubana se enfrenta a la peor crisis de su historia. La mediocridad manifiesta de las autoridades cubanas en el manejo de la crisis multisistémica que presenta el país ha puesto en crisis al sector que se le ha dedicado la mayor suma de inversión en los últimos 15 años.

Esta situación ha generado una drástica reducción de vuelos al país por parte de varias líneas aéreas de Europa, así como el cierre de operaciones por parte de otras de EEUU, debido a una disminución considerable de la demanda producto, de los problemas estructurales de la infraestructura hotelera del país, el mal servicio y las escasas opciones existentes en el mercado para satisfacer el ocio y el entretenimiento de los visitantes, lo cual hace que las operaciones sean incosteables.

En este sentido, a la estampida de líneas aéreas que se han marchado de Cuba en los últimos meses hay que sumar la más reciente, ejecutada por el operador alemán Touristik Union International (TUI), gigante del turismo europeo. Dicha compañía ha suspendido sus vuelos de Amsterdam a Varadero a partir del próximo mes de mayo por escasez de clientes. Hay que señalar que este es el único servicio aéreo que actualmente une a Cuba con Países Bajos.

En términos económicos la industria turística cubana, que se supone es la locomotora de la economía cubana, presenta unos indicadores que dejan mucho que desear. El gasto per cápita por turista no llega a los 500 dólares. La ocupación hotelera apenas alcanza un 15%. Miles de trabajadores con experiencia que trabajaban en la industria turística se han marchado del país. Actualmente tres de cada cuatro habitaciones de hotel permanecen vacías en la Isla.

Esta realidad contrasta con la terquedad del Gobierno de seguir invirtiendo desproporcionadamente los escasos ingresos del país en una industria que no levanta cabeza. Hay que recordar que, a pesar de los pobres resultados, el régimen cubano ha invertido más de 24.000 millones de dólares en los últimos 15 años, abandonando a su suerte otros sectores de la economía como la matriz energética, la agricultura, la industria azucarera, la infraestructura de servicios de salud y la producción de medicamentos. Esto sucede en medio de una profunda crisis energética que ha traído de vuelta los maratónicos apagones de más de 16 horas, una crisis alimentaria que ha generado que miles de familias cubanas tengan solo una comida al día, y una crisis en los servicios de salud, donde la escasez de medicamentos en farmacias y hospitales es crónica.

Los competidores del Caribe rompen récords mientras Cuba se estanca

En contraste con esta realidad, es notable el salto que han dado los competidores que tiene la Isla en la región del Caribe, quienes en la etapa postpandemia han roto récords de arribo de turistas en comparación con la etapa prepandemia. Estos resultados no son casuales y denotan la acertada estrategia que han tenido estos competidores en el manejo de sus respectivas industrias turísticas, los aciertos que han tenido en la definición y la diversidad de ofertas de sus respectivos productos turísticos, los cuales están en constante renovación ofreciendo siempre nuevas y atractivas experiencias a los clientes en un amplio espectro de posibilidades que van desde el ámbito cultural, comercial, hasta el entretenimiento, experiencias culinarias y hasta servicios de salud.

A esto hay que sumar el manejo acertado que han tenido en la planificación y la ejecución de las inversiones y la libertad empresarial que existe en la comercialización de estas industrias en estos mercados, donde no existe la centralización del Gobierno, ni monopolio estatal y en donde el sector privado y el emprendimiento constituyen el motor laboral que garantiza el éxito de la industria. Estos pilares contrastan con el inmovilismo y las erradas estrategias implementadas por las autoridades de la Isla.

La industria turística dominicana y la del estado de Quintana Roo en México son dos ejemplos que visualizan esta realidad de manejo exitoso de la industria versus el manejo deficiente de la industria, como lo han hecho las autoridades cubanas.

En dos años de postpandemia Cuba ha tenido un fuerte declive de 48,50% en la cantidad de turistas que ha visitado el país.  Esto significa que en 2023 visitaron la Isla 2.295.301 turistas menos que en 2019, año previo a la pandemia. En contraposición, la República Dominicana fue visitada en 2023 por 10.306.517 turistas, para un crecimiento del 59,88%, lo cual representó la llegada de 3.860.481 turistas más que en 2019, cuando recibieron 6.446.036 turistas. Con Quintana Roo (México) ocurre otro tanto: los balnearios de la Rivera Maya, Cancún y la isla de Cozumel recibieron 21.000.046 turistas en 2023, lo cual representó un crecimiento del 25,74% en comparación con 2019, cuando recibieron la vista de 16.700.000 turistas. El aumento fue de 4.300.046 turistas.

Si analizamos los datos del segundo año post pandemia podemos verificar cuan fuerte es la dinámica de crecimiento de los mercados de la República Dominicana y Quintana Roo en comparación con el débil crecimiento que ha tenido el mercado cubano. La República Dominicana creció en el segundo año postpandemia (2023) en 1.830.001 turistas en comparación con el primer año (2022). En Quintana Roo el incremento fue de 1.200.046 turistas. En el mercado cubano el incremento fue de 822.892 viajeros.

El estancamiento de la industria turística cubana

Los resultados alcanzados por la industria turística cubana en 2023 (2.436.979) son comparables a los obtenidos hace 15 años, cuando en 2009 registró la llegada de 2.429.809 turistas.

Es exactamente en ese periodo que abarca desde el 2009 hasta el 2023 que el régimen cubano ha invertido 24.000 millones de dólares en la construcción de nuevos hoteles. Sin embargo, a pesar de las inversiones, la industria turística cubana presenta serios problemas estructurales y está siendo afectada por diversos factores que la hacen menos atractiva que la de los competidores de la región del Caribe.

Entre los factores internos de mayor incidencia podemos mencionar la escasez de alimentos, medicamentos y la espiral inflacionaria en la que ha caído la economía del país y ha puesto a vivir a más del 80% de la población en la pobreza, generando un creciente aumento del crimen en las calles. Esto ha traído como consecuencia que varios de los principales países emisores de turistas a Cuba hayan generado alertas de viaje a sus ciudadanos sobre la falta de alimentos y medicamentos, así como la inseguridad ciudadana, el aumento de la criminalidad y lo asaltos en las calles de la isla.

Por otra parte, hay que agregar el mal servicio que se oferta en los hoteles, así como la mala calidad de la comida y el mal estado de las instalaciones hoteleras. La mala higiene en las instalaciones, expresada en las constantes quejas de los turistas refiriéndose a la suciedad y la presencia de cucarachas en las habitaciones. A esto hay que sumar la gran ola migratoria que ha sacudido al país y que ha representado la reunificación de decenas de miles de familias. En este sentido, el exilio ha priorizado el sacar del país a sus familiares por encima de invertir en viajes para visitar sus familiares en la isla.

En 2023 visitaron el país 358.480 cubanos residente en el exterior, lo cual representó un 42,55% menos que la cifra alcanzada en 2019, año previo a la pandemia. Esto representó la llegada de 265.495 viajeros menos.

En el primer trimestre de 2024 esta tendencia al declive ha aumentado. La cantidad de cubanos residentes en el exterior que visitaron la Isla fue de 75.382, lo cual representa un 46,51% menos que en igual periodo de 2019, cuando recibieron 140.938 viajeros.

En otras palabras, este declive ha crecido 3,96 puntos porcentuales, lo cual confirma la prioridad del exilio cubano de invertir en sacar a su familia de Cuba en vez de programar viajes a la Isla para visitarlos. Esta realidad constituye un duro golpe a la economía cubana, pues el segmento de cubanos residentes en el exterior es el segmento turístico que mayores ingresos per cápita genera a la industria turística cubana. La crisis multisistémica que atraviesa el país, el aumento de la represión y la falta de oportunidades para los cubanos son factores que también asfixian el proceso de recuperación de la industria turística cubana.

A esto hay que sumar los problemas de los apagones que sufren las ciudades cubanas y las dificultades con el abasto de agua. También se pueden mencionar la falta de higiene en las calles, donde se puede observar la acumulación de grandes cantidades de basura, con todas las consecuencias que esto genera: mal olor, afectación del medio ambiente y ser un foco para el brote de enfermedades y roedores.

Desde el punto de vista estructural hay que agregar la falta de una diversificada oferta extra-hotelera que sea atractiva para los turistas. Sobre todo, dirigidas al área de entretenimiento. Los turistas se quejan mucho de la falta de opciones. En Cuba no hay parques de agua, ni parques temáticos de atracciones, solo algunos delfinarios y centros de buceo. La vida nocturna en la Isla está prácticamente muerta.

Otros de los grandes problemas que presenta la industria turística cubana es la centralización estatal, marginando la participación del sector privado. Una diferencia notable en comparación con el resto de los países competidores de la región, donde el emprendimiento ciudadano es uno de los componentes principales del tejido comercial turístico.

El turismo ruso no cubre el desplome del turismo europeo

Uno de los errores estratégicos más graves cometido por el régimen cubano ha sido el apoyo a Rusia en la guerra a Ucrania. Esta apuesta ha borrado prácticamente el turismo europeo de la Isla. La llegada de viajeros de los principales cinco emisores de turistas de Europa a Cuba (Italia, Francia, Alemania, España e Inglaterra) han tenido un profundo declive en los últimos tres años. Si comparamos el primer trimestre de 2019 con el de 2024 vamos a constatar un declive de 67,45%. De 260.266 turistas recibidos en el primer trimestre de 2019 pasó a ser de 84.713 en igual periodo de 2024. Esto significa que han viajado 175.553 turistas menos de estos mercados.

La apuesta al turismo ruso ha sido un fracaso. Aunque la llegada de turistas rusos ha experimentado un crecimiento del 41,66%, la cantidad de turistas rusos llegados al país (66.887) no compensa la caída del turismo de los principales cinco mercados emisores europeos a Cuba.

Aun con esta realidad, las autoridades cubanas en vez de trazar estrategias para tratar de recuperar el tradicional turismo europeo se empeñan en impulsar el turismo ruso. En este sentido, como parte de la política de apoyo a Rusia en su invasión militar a Ucrania, las autoridades cubanas están tratando de obtener a cambio inversiones rusas en el sector turístico cubano. Algo que carece de sentido cuando tienen una planta hotelera que solo está siendo ocupada en un 15%.

Según el ministro cubano de Turismo, Juan Carlos García Granda, las autoridades cubanas han estado negociando por dos años inversiones rusas en la infraestructura turística cubana. La intención es atraer capitales de inversionistas rusos al turismo cubano, en particular para la construcción de complejos hoteleros, instalaciones de red de varias categorías, con estacionamiento de yates y otros proyectos. Sin embargo, los oligarcas rusos hasta el momento no han abierto la billetera.

Conclusiones

El declive de la industria turística cubana es un hecho. El modelo de continuidad implementado por el sucesor Miguel Díaz-Canel ha hecho retroceder la industria del ocio en Cuba por más de 15 años. Las malas estrategias implementadas por el Gobierno han arruinado a la industria que se supone era la locomotora económica del país, en la cual han invertido más de 24.000 millones de dólares en los últimos 15 años y hoy apenas presenta un 15% de ocupación.

Los magros resultados alcanzados en los últimos tres años muestran un profundo declive de varios de los principales segmentos turísticos: el turismo europeo y los cubanos residentes en el exterior, que han caído 67,45% y 46,51% respectivamente. A lo que se suma la caída del turismo norteamericano en 74,29% debido a las sanciones que fueron derivadas de los ataques sónicos a los diplomáticos norteamericanos y que pusieron fin al deshielo entre Cuba y EEUU y que no ha podido recuperarse a pesar de la reanudación de los vuelos comerciales de EEUU a Cuba por parte de la Administración Biden. La crisis multisistémica que presenta el país, el deterioro social, la estampida migratoria, el aumento de la represión, la escasez de alimentos y medicamentos, el alto costo de la vida debido a la espiral inflacionaria, el alto nivel de pobreza que se percibe (88% de la población), han hecho caer estrepitosamente el atractivo turístico que años atrás tenía el país.

Las malas estrategias gubernamentales en el manejo de las inversiones hoteleras, en la distribución de las inversiones en los sectores estratégicos de la economía cubana, más los errores en el manejo de la política de restructuración económica interna y externa, y el desastroso manejo de la política exterior han sido factores claves que han impactado negativamente en el desempeño de la industria turística cubana. Estos hechos hoy se reflejan en la abrumadora superioridad que presentan los mercados competidores en la región del Caribe, que imponen récords de arribo de turistas y de ingresos mientras en Cuba ocurre todo lo contrario.

Esta involución de la industria turística cubana es el resultado de la involución del propio régimen cubano y su incapacidad de remodelarse al menos económicamente. La principal industria del país, el sector donde más se ha invertido en los últimos 15 años, hoy es una industria en decadencia, un espejo fiel de lo que es el régimen cubano.

DIARIO DE CUBA

Última actualización el Viernes, 10 de Mayo de 2024 11:34
 
Raúl Castro 'El Cruel' y sus complejos PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Sábado, 06 de Abril de 2024 11:07

Raúl Castro.

Por ROBERTO ÁLVAREZ QUIÑONES.-

Raúl Castro actúa de manera cada vez más irresponsable y cruel. Quiere que el final del régimen que lleva su apellido tenga un final traumático, no civilizado. Se niega a liberar la casi colapsada economía socialista. No le importa que los cubanos ya están pasando hambre, en vivo y en directo.

Y aflora aquí un detalle fundamental. Fue el propio Fidel Castro quien admitió que ese modelo "no funciona ni siquiera para nosotros". Se lo dijo en un desliz senil que tuvo al periodista Jeffrey Goldberg, de The Atlantic, en septiembre de 2010.

Al día siguiente, al darse cuenta de que había metido la pata, muy indignado insistió en que él no dijo eso, que se tergiversaron sus palabras. Y eso último es lo que cuenta para Castro II, que su hermano siguió plantado en el socialismo. Y se niega a acercarse siquiera a una economía de "mercado socialista" como la china, pues traicionaría a su hermano.

A Raúl incluso no parece importarle que los cubanos desean que sus restos sean colocados de una vez en el mausoleo de la Sierra Cristal para que se produzcan los cambios necesarios. Y digo que no le importa porque de ese deseo nacional de que él salga de la escena política, vivo, o muerto, Castro II está al tanto. Es mediocre, pero no bobo.

Complejo de inferioridad, mediocridad, crueldad, misantropía

Hay varios factores que explican el actuar de Castro II. Para empezar, todo indica que Raúl padece de complejo de inferioridad, que le viene básicamente del contraste entre su personalidad y la de Fidel. Y se da la simbiosis paradojal de que siente devoción por él, y a la vez lo atormenta la sorda envidia que siente de su "brillante" hermano.

Castro II parece estar consciente de su escasa inteligencia, falta de talento, de carisma, astucia y de facilidad de palabra para hipnotizar a las masas y hacerles ver que lo blanco es negro, como hacía Fidel, quien por desgracia para Cuba era inteligente, buen orador, culto, y astuto. Y fue siempre el héroe, tutor y paradigma para Raúl desde que eran niños. Personificaba el ideal de persona que él hubiera querido ser. Por eso fue siempre su ayudante, guardián y perrito faldero.

Si Castro II desde 1959 fue el segundo al mando del régimen, y hoy el "número uno" se debe exclusivamente a su condición de hermano de Fidel. De no haber sido así, hoy a Raúl solo lo conocerían familiares y amigos.

De su menguada inteligencia un solo dato es ya suficiente. Raúl fue expulsado del Colegio de Belén porque no aprobaba las asignaturas. Fidel le comentó a su profesor de Literatura, el sacerdote jesuita español Armando Llorente: "Padre, yo sé que mi hermano es un desastre, que no vale para nada…", cuando el profesor le dijo que Raúl no aprobaba las asignaturas. Eso lo narró el padre Llorente en una entrevista realizada en 2006 en Miami.

Pero más allá de sus limitaciones lo peor es que Castro II es un hombre cruel. Hay sobradas expresiones de ello, y cito solo dos muy ilustrativas.

La primera es la matanza de la Loma de San Juan. En enero de 1959 Castro II interrumpió un juicio en Santiago de Cuba contra 72 militares de Batista, y gritó al tribunal: "Si uno es culpable, los demás también lo son. Los condenamos a todos a ser fusilados"

Ya él había ordenado excavar una zanja de unos 40 metros de extensión en la Loma de San Juan (cerca del monumento donde se firmó el armisticio entre EEUU y España en 1898), y allí de espaldas a la larga fosa fueron acribillados los 72 prisioneros.

En el juicio interrumpido se daba por hecho que muchos acusados eran inocentes. Pero todos fueron ametrallados y lanzados a la zanja, algunos de ellos vivos, según el periodista Antonio Llano Montes, de la revista Carteles, quien al día siguiente vio la mano de uno de los fusilados, que enterrado vivo estuvo tratando de salir de allí.

Otra muestra de su afición sanguinaria es que en las fotos de ejecuciones de supuestos traidores en la Sierra Maestra quien aparece como verdugo es Raúl. Si bien el Che Guevara y Ramiro Valdés eran voluntarios para fusilar en las lomas orientales, era Castro II quien se hacía tomar fotos junto a los cadáveres de los ejecutados, tal y como hacían los nazis. Obviamente disfrutaba aquello. Y hoy sigue disfrutando de sus canalladas.

Castro II no es un megalómano, pero disfruta de su crueldad

Y hay en esto otro factor muy importante. Castro II no es un megalómano tipo Hitler o Mussolini, como el Fidel "iluminado" poseído por una egolatría y un narcisismo pocas veces visto en la historia mundial. Raúl no se percibe a sí mismo como el Zeus en el Olimpo rodeado de seres inferiores, y que todo lo que hace es perfecto, como sí se lo creía Fidel, como un semidios, infalible, superior a los demás mortales.

Mientras Castro I enajenado disfrutaba hablando horas ante grandes multitudes, y hasta cuatro horas y media sin parar en la ONU (récord impuesto en septiembre de 1960), su hermano está a años luz de poder hacer lo mismo. Carece de facilidad de palabra, de cultura suficiente, de capacidad histriónica, y de carisma. Necesita que alguien le escriba sus discursos. Y aun así teme hablar en público.

Yendo al punto, Castro II es un hombre cruel a capela. No es un “elegido” como Castro I, quien estaba convencido de que todo lo que hacía era correcto y que el pueblo lo adoraba. Raúl tiene los pies puestos en la tierra. Comprende mejor que hace sufrir, y que el pueblo no lo quiere.

Otro detalle: tampoco es un hombre valiente. Sin precisar las fuentes, se dice que a fines de 1958 Ramiro Valdés, cuando combatía en Las Villas como segundo jefe de la columna guerrillera comandada por el Che, comentó: "Raúl es un pendejo".

Luego de este bosquejo de su personalidad no debe sorprender que ahora como número uno y no segundón de nadie, Raúl se realice actuando para convencerse a sí mismo de que es un tipo duro, seguro de sí mismo, más intransigente y capaz que sus subordinados. Y hace lo que mejor sabe hacer: causar daño a diestra y siniestra. Pero como no puede escapar de su mediocridad congénita jamás toma grandes decisiones sin consultarlas con sus cúmbilas más cercanos.

Por cierto, el caso de Raúl es parecido al de Deng Xiaoping, aunque al revés. Deng al retirarse de sus cargos oficiales siguió siendo el "Líder Supremo" de China. Nada importante se decidía sin su aprobación, y hasta que murió a los 92 años (en 1997), con su consigna de "Enriquecerse es glorioso" insistió en la profundización de las reformas capitalistas en China.

Castro II, también supuestamente jubilado, con 92 años y "Líder Histórico de la Revolución", se niega a liberar la economía Eso sí, Deng era tan criminal como su colega cubano.

En resumen, Castro II es personalmente el artífice de la tragedia que vive hoy el pueblo cubano. Y aunque presenta el deterioro físico propio de su edad, en él no se advierten hasta ahora síntomas de que esté decrépito.

Por supuesto, hay aquí otra cara de la moneda. No pocos generales y coroneles, sobre todo los de GAESA, están deseosos de desmontar el centralismo estatista de la economía y montar un tinglado capitalista al servicio de ellos, ante todo, algo así como una hibridación de los modelos de Rusia y de China, con componentes fascistas. Pero ese es un tema resbaloso que debe ser abordado en otro artículo.

Por ahora lo que cuenta es que el ¿general? comparte el cinismo filosófico-político de otro monarca absolutista como él, el rey Luis XV de Francia, con aquello de "Après moi le déluge" ("Después de mí el diluvio").

En su lucha interna contra su mediocridad, y para neutralizarla, el dictador quiere pasar a la historia a lo grande, y no le importa si es como ¡Raúl El Cruel!

DIARIO DE CUBA

Última actualización el Lunes, 29 de Abril de 2024 01:12
 
'Corriente y comida' también es 'Patria y Vida' PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Sábado, 23 de Marzo de 2024 12:00

Participantes en la protesta del 17 de marzo de 2024 en Santiago de Cuba.

Por RAFAELA CRUZ.-

Es difícil encontrar una revolución de esas que han cambiado el destino de una nación o de la humanidad toda, que no haya cuajado a partir del infortunio económico aglutinador de grupos humanos que en común solo tenían la miseria y la desesperanza en el sistema.

Desde la inconformidad fiscal de las Trece Colonias a los pasteles de María Antonieta, ha sido la economía —la mala economía específicamente— lo que ha impulsado movimientos que luego se elevaron liderados por élites ilustradas que pensaban un poco más allá de su estómago… aunque tampoco mucho más allá, sino mírese a los patricios separatistas que no decidieron que ser cubano y español era incompatible hasta que no tuvieron la quiebra encima.

Sin embargo, por salir a la calle a pedir corriente y comida han sido criticados los santiagueros por otros cubanos que cuando no llegan se pasan, y parece que solo quedan satisfechos si en la Isla nos empinamos reclamando valores sublimes como la libertad o la democracia, pero no el sancocho que desesperadamente necesitamos para aliviar el hambre de nuestros hijos.

"En cuanto les tiren dos cucharones de sancocho y les pongan media hora de luz se acaba todo y se vuelven a erizar", publicó Zoé Valdés, aparentemente asqueada por las prosaicas masas que se manifestaban por corriente y comida.

Pero lo sublime es generalmente lujo de élites con el pan seguro cada día; élites que, sin embargo, nada pueden hacer sin masas que les secunden. Pero las masas no siguen ideas, al menos no al principio; a las masas las excitan el hambre y la miseria, las ausencias concretas que posteriormente son llenadas por ideas abstractas como patria e independencia que, supuestamente, llevadas a la práctica alejan desdichas materiales.

El castrismo debe su longevidad a mantener desconectadas las ideas que se le oponen de las masas que pondrían músculo y martillo para derrocar a un Gobierno que monopoliza desde las bayonetas hasta los productos de la libreta. El totalitarismo, siempre ejercido en nombre de ideas colectivistas supuestamente solidarias, es en esencia el más individualista de los sistemas políticos, pues dedica toda su energía a mantener a los individuos aislados entre sí, solo conectados por y para el Estado.

Todas las organizaciones nacidas como contrapartida al poder centralizado —sindicatos, partidos, agrupaciones estudiantiles, profesionales, regionales, cooperativas de distinta índole, hermandades, parlamentos— bajo el totalitarismo son tentáculos de ese único poder, insertados en la sociedad para absorberle vitalidad e independencia. La ausencia absoluta de sociedad civil es la marca del totalitarismo, y también lo que lo hace prácticamente imposible de derrocar desde dentro.

Y es que el totalitarismo "enfría" a las sociedades a tal punto que, para "calentarlas" y hacerlas estallar contra sus tiranos, requieren dosis más altas de presión, de ahí que el pueblo cubano aguante resignado —porque está "enfriado"— afrentas que en otros lares conducirían a sunamis populares que, rápidamente y para que no se extingan, son capitalizados y liderados por estructuras cívicas ya existentes y autónomas, como movimientos obreros, estudiantiles, de propietarios o étnicos, nada de lo cual existe en Cuba.

En una sociedad totalitariamente subyugada, la única forma de generar calor revolucionario es aumentando en unos cuantos pascales la presión de la miseria. Solo cuando la vida es materialmente inaguantable, insufrible, cotidianamente invivible, las masas se alborotan. Si no se llega a esos extremos sencillamente vivirían una situación que, en vez de ser negra con pespuntes grises, seria gris con pespuntes negros, cuestión de matices de miseria mientras una casta parasitaria yace tranquila sobre colchones de tonfas y chivatos… El castrismo ha desaprovechado cada oportunidad que ha tenido para no destruir completamente al país y ha llevado al pueblo al extremo, el extremo redentor donde los cólicos del hambre comprenden mejor la teoría política y se pasa rápidamente de "corriente y comida" a "Patria y Vida".

Que las masas salgan exigiendo sancocho es exactamente lo que se espera cuando acontece la absoluta quiebra física y moral de un sistema aún apuntalado por inercias totalitarias, pero debilitado por el esfuerzo de transformar la tierra más hermosa que ojos humanos hayan visto en un inmundo estercolero.

El reto real es lograr conectar a la masa que desde el 11 de julio de 2021 se descubrió enardecida, con un liderazgo que encause ese maremágnum espontáneo, que solo a veces desborda en manifestaciones, pero que espera latente en el aire enrarecido del lodazal de sudores y basureros de esquina de cualquier ciudad cubana.

Muy probablemente no hay manera de arreglar el cortocircuito entre liderazgo —oposición estructurada— y pueblo que ha sabido crear el castrismo, con lo que estas manifestaciones, aunque catárticas, sirven principalmente para erosionar el corazón de la bestia, el núcleo de un sistema compuesto por diferentes intereses viles que colisionan en las altas esferas de un régimen mafioso cuya cúpula está compuesta por lo peor del sistema, los mas ruines, los dispuestos a cualquier traición o crimen, los ambiciosos sin escrúpulos que han sabido escalar el poder castrista no para salvar la Revolución, sino a ellos mismos. Así que cuando puedan escoger —cuando los dinosaurios estén extintos— escogerán salvarse y terminarán de desmontar un régimen que, gracias a manifestaciones de "Patria y Vida" y "corriente y comida", ellos saben que está muerto y pudriéndose, y ellos son cualquier cosa menos gusanos.

DIARIO DE CUBA

Última actualización el Sábado, 06 de Abril de 2024 11:17
 
La “Revolución Cubana”, un bodrio carente de virtudes para los cubanos PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Sábado, 24 de Febrero de 2024 23:21

ESPAÑA SE AFERRA A SU COLONIA CUBANA. Por Alfredo M. Cepero. - Cuba  Democracia y Vida

Por Jorge Hernández Fonseca.- 

Todo lo mal hecho se justifica en la Cuba de los hermanos Castro como siendo producto de lo que la dictadura llama “bloqueo imperialista” de los Estados Unidos, como si el asesinato por fusilamiento de miles de cubanos fuera producto del “bloqueo” y no de la ideología marxista que llama a eliminar a todo “el enemigo de clase”, es decir, fusilar a aquel que simplemente no esté de acuerdo con el desastre revolucionario. Como si el “bloqueo” fuera el culpable de que confiscaran las tierras de los campesinos, y a los pocos que quedaron se les prohibiera vender sus productos agrícolas directamente.


La “Revolución Cubana”, un bodrio carente de virtudes para los cubanos

Jorge Hernández Fonseca

4 de Febrero de 2024


Resulta extraño --comprendo-- asociar la palabra “virtud” a la llamada “revolución cubana”, incluso sabiendo que la misma ha implantado una dictadura, que siempre va a carecer de tal adjetivo. Sin embargo, el ideólogo que concibió un sistema como el cubano, Vladimir Lenin, defendió la ‘dictadura del proletariado’ como siendo un procedimiento lleno de virtudes, debido a que esa dictadura protegería lo que imaginaba fueran ventajas para la mayoría del pueblo ‘explotado’, ya que impediría que el capitalismo regresara y continuara ‘explotando’ al pueblo.


Sin embargo, la “revolución cubana” implantó una dictadura que ha destruido la economía, el tejido social, la cultura nacional, la estructura física de las ciudades y pueblos de la isla, sin haber podido evitar los males que ellos enunciaron del capitalismo, como son la explotación de los trabajadores --hoy más que nunca-- la pobreza, extensiva a todas las clases sociales en la isla, la miseria, creciente debido a los bajísimos salarios, y un largo etcétera de deterioro cultural, moral y social, como no ha habido antes en la historia de la isla de Cuba.


Todo lo mal hecho se justifica en la Cuba de los hermanos Castro como siendo producto de lo que la dictadura llama “bloqueo imperialista” de los Estados Unidos, como si el asesinato por fusilamiento de miles de cubanos fuera producto del “bloqueo” y no de la ideología marxista que llama a eliminar a todo “el enemigo de clase”, es decir, fusilar a aquel que simplemente no esté de acuerdo con el desastre revolucionario. Como si el “bloqueo” fuera el culpable de que confiscaran las tierras de los campesinos, y a los pocos que quedaron se les prohibiera vender sus productos agrícolas directamente. Como que la falta total de mantenimiento de ciudades, acueductos, aeropuertos, hospitales, escuelas en la ciudad y en el campo (ya no queda una) fuera culpa del “bloqueo”. Simplemente, no hay nada positivo en la “revolución cubana”, porque la misma está atada a un anti-norteamericanismo enfermizo, que no es ni utilitario ni virtuoso.


Cuando un pueblo decide hacer una revolución, siempre es pensando en mejorar. Sin embargo, en la Cuba castrista no hay ningún acápite que pueda señalarse como que ha mejorado, salvo la vida de los “cuatro gatos” que dirigen el partido comunista cubano. La culpa siempre la carga el “bloqueo”, que, incluso también es culpa de la propia “revolución cubana”, que confisco sin compensaciones todas las propiedades norteamericanas en la isla, que si hubieran sido adecuadamente compensadas económicamente, no hubiera habido justificación para el ‘embargo económico’, que es la reacción natural al no pago de las propiedades norteamericanas.


Por todo lo anterior y por el desastre económico, social, financiero, material y moral que ha significado la implantación de la “revolución cubana” en la isla contra el sufrido pueblo cubano, no hay razón para que la cúpula gobernante castrista permanezca detentando y mal utilizando el poder de continuar oprimiendo y empobreciendo a la sociedad cubana.


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