El expresidente Lula cerró el miércoles su gira electoral por la región del Sur del Brasil con un acto en Curitiba que reunió a miles de manifestantes y en el que se vivieron momentos de tensión.

A lo largo del día, la comitiva recorrió la ciudad acompañada de gritos contra el petista (PT - Partido de los Trabajadores). Un grupo de manifestantes anti-Lula invadió el evento, arrojó huevos e insultó a los militantes.

Los grupos antipetistas gritaban "Lula, ladrón, su lugar es en la prisión" y "Viva Sergio Moro", en referencia al juez instructor de los procesos de la Lava Jato en primera instancia en Paraná que condenó al expresidente.

Antes de que Lula hablara, Dilma Rousseff lamentó los disparos efectuados contra el autobús de la caravana, el martes (27). "Enfrentamos una de las más graves manifestaciones de fascismo".

El ataque está siendo investigado y hasta el momento la policía no ha querido divulgar pistas sobre los autores.

El candidato Jair Bolsonaro (PSL) también estuvo en el Estado y fue recibido por simpatizantes en Curitiba. "Lula quiso transformar Brasil en un gallinero, ahora está cosechando los huevos", afirmó.

El presidente Michel Temer (MDB) dijo que los ataques generan un clima de inestabilidad en el país.

Después de decir que los petistas cosechan lo que plantaron, Geraldo Alckmin, pre candidato tucano (PSDB) al Planalto, cambió el discurso y publicó en su perfil de una red social que toda forma de violencia tiene que ser condenada.

FOLHA DE sp Traducido por AZAHARA MARTÍN