Castrismo cada vez más "gay-friendly" Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Jueves, 24 de Marzo de 2011 10:13

La dictadura de los Castro, que no cede en su persecusión a disidentes, comenzó a aceptar "libremente" a homosexuales en algunos centros nocturnos estatales de La Habana


Aunque son pocos, esos locales han acaparado la atención del público gay. Antes, su mejor opción para reunirse era acudir a las fiestas y espectáculos de transformismo ilegales, de los que pasaban el aviso de boca en boca.

Muy cerca de la Plaza de la Revolución, el "Café Cantante Mi Habana" es considerado la meca de la movida gay los fines de semana, con un espectáculo variado.

En la noche de un lunes de marzo, el suelo del conocido "Piano Bar Habaneciendo", ubicado en el centro de la ciudad, tiembló con unos 200 clientes, la mayoría gays, que saltaban y bailaban al ritmo de Shakira y su éxito "Loca", mientras afuera aún había cola para entrar.

Por su parte, en el antiguo cabaret "Las Vegas", parejas y amigos del mismo sexo se reúnen los jueves a la medianoche para presenciar una función conducida por Imperio y Margot, dos de los transformistas más famosos del país. "Las Vegas" funciona como el primer -y hasta ahora único- centro nocturno estatal que presenta regularmente shows de transformismo en La Habana con el auspicio del Ministerio de Cultura y con propaganda de prevención sanitaria dentro del show.

Según indicó a Efe la especialista del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), Ada Alfonso, en Cuba "no hay lugares gays, pero las personas se han ido apoderando de espacios que ya existían, ante la necesidad de compartir desde otro sitio". En su opinión, lo que ha ocurrido en los últimos meses es que algunos locales estatales se han hecho "amigables" para la comunidad gay y no se han "espantado" ante la presencia de parejas del mismo sexo.

Alfonso resaltó que, históricamente, las plazas nocturnas que han funcionado para los gays son lugares que operan de modo ilegal, incrementando "la vulnerabilidad social" de los homosexuales. Su percepción es que el fenómeno actual está muy relacionado con la "sensibilidad particular" de las administraciones de esos sitios estatales y también con el trabajo de educación sexual que se ha realizado en el país. Y es que se trata de un régimen que no permite transitar libremente, elegir partido político o asociación gremial o leer un diario que no sea oficial y, sin embargo, sí admite las relaciones entre personas del mismo sexo y hasta permite el cambio de sexo.

El director del "Café cantante Mi Habana", Luis García, admitió a Efe que, efectivamente, la popularidad que ha alcanzado ese local entre el público gay obligó a "un cambio de mentalidad de todo el personal". En buena medida, el "cambio" parece haber sido impulsado por la intensa campaña que el Cenesex ha liderado en los últimos años para sensibilizar en los planos político y de la opinión pública sobre el respeto a la diversidad sexual.

Esa institución, dirigida por Mariela Castro, socióloga e hija del dictador Raúl Castro, tiene entre sus logros la celebración del Día Mundial contra la Homofobia desde 2007, la legalización de las operaciones de cambio de sexo y la presentación en el Parlamento de un proyecto de ley que modificaría el Código de Familia, con aspectos como la unión legal entre parejas homosexuales.

La homosexualidad dejó de estar penada en la isla en los años 90. No sucede lo mismo, en cambio, con la manifestación de ideas o las críticas al régimen y sus personeros.

Miembros de la comunidad LGTB de la isla consideran que esos centros nocturnos "han roto barreras" y aseguran que hay "normas" implícitas para preservarlos. Malú Cano, una activista de los grupos Trans, dijo a Efe que como norma "el que forme problemas no vuelve a entrar", porque la comunidad no está dispuesta a perder el terreno ganado.

Juan Manuel, de 44 años y quien dice haber conocido todo el circuito ilegal de La Habana en busca de diversión, cree que no hay que pasarse de "optimistas", pero sí admite que hay cambios tangibles. Según dijo a Efe, el "reinado" de las fiestas clandestinas perdió mucho terreno y, si el régimen comunista no censura lo que está sucediendo en sus locales y admite que surjan otros, simplemente desaparecerán.

"Ahora en estos lugares nuevos no te tienes que esconder ni estar con el susto de que llegue la policía", explicó. Además, añade que "los custodios y los gastronómicos se portan muy bien a pesar de que a su alrededor está sucediendo algo nada común en Cuba: hay hombres bailando con hombres".

Meses atrás, en una entrevista con el diario mexicano La Jornada, Fidel Castro había pedido disculpas por la homofobia del régimen comunista que lidera desde hace medio siglo y admitió como error la persecución a homosexuales, pero no dijo una palabra sobre la disidencia política, que en Cuba es asimilada a la delincuencia común o a la traición. "El mundo del futuro tiene que ser común y los derechos de los seres humanos tienen que estar por encima de los derechos individuales", profetizó Castro, sin explicar la diferencia entre unos y otros.