Resumen Cuba 2009: Represión política y asfixia económica Imprimir
Escrito por Fuente indicada en la materia   
Jueves, 24 de Diciembre de 2009 13:09

(Martí Noticias, P. Alfonso) - El gobernante cubano Raúl Castro consolidó su poder político durante el 2009, incluyendo en la cúpula del poder a sus más cercanos colaboradores, pero sus anunciadas reformas estructurales quedaron relegadas al olvido, mientras el país se enfrenta a una asfixiante crisis económica que anticipa un nuevo año con mayores restricciones.

La caída del vicepresidente Carlos Lage y del canciller Felipe Pérez Roque, en marzo de 2009, arrastró a varios ministros y altos funcionarios del gobierno, entre ellos a Carlos Valenciaga, secretario personal de Fidel Castro y abrió las puertas para la entrada en escena de altos jefes militares y dirigentes del Partido Comunista afines el nuevo mandatario.

Acusados de "desleales" y de abrigar "ambiciones políticas" en un oscuro proceso salpicado de "espionaje' e "intrigas internacionales" -todavía no resuelto del todo-, el caso Lage-Pérez Roque, fue proyectado en video a los cuadros intermedios de la estructura del poder, en el marco de una discreta purga política.

"En unas escala del uno al diez yo le daría un ocho de importancia a ese suceso", dijo a Martí Noticias, el escritor y periodista Carlos Alberto Montaner.

La eliminación de esas dos figuras impuestas por Fidel Castro, dijo Montaner, le facilitó a Raúl designar gente de su confianza en esos cargos como Manuel Murillo en Economía y Bruno Rodríguez, el canciller.

"Además del impacto interno ese caso tuvo relevancia internacional porque Lage era visto como un aperturista y su salida del juego en cierta forma confirma lo que se ha visto en los últimos meses", afirmó Montaner. "Marcha atrás, regreso a los viejos planes quinquenales y cero apertura", agregó.

Carlos Alberto Montaner, escritor y periodista cubano.

Los cambios sacaron del juego al llamado "relevo generacional" y el gobierno se atrincheró con los viejos militantes del castrismo. La nueva cúpula del poder, presidida por Raúl Castro, de 78 años, tiene ahora una edad promedio de 77,6 años, sin incluir en ella al convaleciente Fidel Castro, que con sus 83 años todavía es el Primer Secretario del Partido Comunista. Sus miembros son el primer vicepresidente, José Ramón Machado Ventura, 79 años; Ramiro Valdés Dausá, 77 años, vicepresidente y ministro de Informática y Comunicaciones; Julio Casas Regueiro, 74 años, vicepresidente y ministro de las Fuerzas Armadas; y Abelardo Colomé Ibarra, 70 años, vicepresidente y ministro del Interior.

La cúpula del gobierno y del Partido que es exactamente la misma, podría permanecer inalterable -al margen de cualquier desenlace biológico-, hasta la renovación de la Asamblea Nacional, prevista para el 2012 o la celebración del próximo Congreso del Partido Comunista que ha sido pospuesto en dos ocasiones y este año se anunció de nuevo para el 2010.

Por lo pronto, en el discurso dirigido a la Asamblea Nacional el pasado 21 de diciembre Raúl Castro, dijo que a pesar de la extrema situación económica y de las reformas prometidas, la situación del país no permite "apresuramiento e improvisación."

En esa misma reunión, el ministro Murillo, explicó el balance económico del 2009.

Según dijo, Cuba registró en el año que concluye un crecimiento económico de 1.4 por ciento, el más bajo desde el 2002 y muy por debajo del 6 por ciento previsto. Pero incluso ese desempeño es cuestionado por economistas dentro y fuera de la isla.

"Yo pongo en duda ese crecimiento porque no se corresponde con la disminución y la drástica caída de los sectores más importantes de la economía", dijo a Martí Noticias, desde la Habana, el economista Oscar Espinosa Chepe.

Algunos indicadores económicos hablan por sí solos: Las inversiones cayeron 16 por ciento, las exportaciones de bienes y servicios 22.9 por ciento, y las importaciones 37.4 por ciento. No es difícil imaginar el impacto que esto último tiene en un país que importa el 80 por ciento de lo que consumen sus habitantes.

En el 2009 se desplomaron los precios de los principales productos de exportación, como el níquel, y se redujeron 12 por ciento los ingresos por turismo, a pesar de que el número de visitantes, aumentó un 4 por ciento.

Como el país no produce para vender no puede comprar. Por eso, Raúl Castro advirtió en agosto que la producción de alimentos es un asunto de "seguridad nacional". Sin embargo, el sector industrial disminuyó un 2% y la productividad del trabajo, ya de por sí escasa en Cuba, cayó un 1,1%.

Dentro de ese marco se redujo el presupuesto, se limitó desde mayo el consumo de energía eléctrica, incluso cerrando empresas estatales que no cumplieron la orden de ahorrar. En las tiendas y centros laborales del Estado se prohíbe usar el aire acondicionado durante gran parte de la jornada, y las empresas que no aportan divisas a la economía han sido cerradas. Se eliminaron los comedores obreros gratuitos y la ya empobrecida libreta de racionamiento, que garantiza por algunos días un mínimo de alimentos a precios subsidiados, se vio disminuida aún más.

"La situación actual es crítica en muchos sentidos pero el panorama del próximo año es peor; las reformas esperadas y necesarias han sido pospuestas y se mantiene la centralización", afirmó Chepe.

Oscar Espinosa Chepe, economista cubano.

El plan para distribuir a particulares las tierras agrícolas ociosas no ha dado hasta ahora los resultados esperados. El ministro de Agricultura, Ulises Rosales, destacó ante la Asamblea Nacional que como parte de la prioridad de garantizar la alimentación, continuará la entrega de tierras ociosas. Del total disponible ha sido otorgado el 50 por ciento, unas 900,000 hectáreas a 100,000 productores.

A lo largo del 2009 los medios de prensa y funcionarios del gobierno hicieron reiterados llamados a los cubanos para que se aprieten aún más el cinto, que trabajen más, que vuelvan al campo y que -a falta de gasolina y tractores- aren con yuntas de bueyes las tierras que el Estado socialista abandonó por décadas.

En enero entró en vigor la nueva ley de seguridad social que amplió la edad del retiro, que ahora es de de 55 años a 60 para mujeres y de 60 a 65 para los hombres. Cuba cuenta con una población económicamente activa de 5 millones y tenía con 3,1 trabajadores por cada jubilado, una cifra que tenderá a incrementarse a medida que se produzca un anunciado envejecimiento de la población.

Al mismo tiempo los cubanos recibieron la sorpresa de que tendrán que pagar impuestos para contribuir con la seguridad social, algo que hasta el pasado año sólo realizaban unos pocos trabajadores vinculados a sectores de mayores ingresos. El sueldo promedio es de 414 pesos (unos 20 dólares).

Los planes del gobierno de eliminar "gratuidades" y "subsidios", fueron condimentados en septiembre por una frase de amargura, pronunciada en Santiago de Cuba por el vicepresidente Ramiro Valdés quien pidió a los cubanos "no esperar que papá Estado venga a resolverles y como los pichones: abre la boca que aquí tienes tu comidita".

La falta de divisas obligó al gobierno a retener las ganancias de las empresas extranjeras que operan en la isla. La medida mantiene congelados entre 600 y 800 millones de dólares a las empresas españolas, según fuentes citadas por la prensa de ese país.

En octubre el diario mexicano La Jornada informó que por lo menos cincuenta empresas extranjeras fueron excluidas de golpe de la lista de proveedores, después de que resultaron investigadas por presuntos actos de corrupción; la mayor parte de ellas italianas, españolas, panameñas y algunas mexicanas.

Algunas de esas empresas habían elevado el tono de la protesta por la congelación de sus cuentas bancarias. "La respuesta fue una investigación fulminante y la pérdida del negocio", dijo un ejecutivo extranjero citado por La Jornada.

En el 2009 operaban en Cuba 258 negocios con capital extranjero y 46 asociaciones productivas en el exterior fundamentalmente con Venezuela, China y Angola, según las cifras oficiales. El número es significativamente menor que hace cinco años, ya que en 2004 se registraban 324 asociaciones económicas internacionales y otras 313 bajo el régimen de contratos de producción.

Con 12 millones de habitantes, Cuba tiene algo más de 3,5 millones de viviendas, la mitad de ellas en estado regular o malo.

A pesar de los llamados del gobernante Raúl Castro, que incluso lanzó planes para que los ciudadanos puedan hacer sus hogares sin esperar los planes del gobierno, la vivienda continuó siendo en el 2009 el problema más apremiante de la población cubana. El déficit de viviendas es de más de medio millón. En su informe ante la Asamblea Nacional el presidente del Instituto Nacional de la Vivienda, Víctor Ramírez, indicó que en este año sólo se terminaron 20,000 de las 32,000 casas planificadas.

En el importante tema de las relaciones con Estados Unidos el gobierno de Raúl Castro pasó en el 2009 de los piropos y el galanteo oficial al nuevo presidente norteamericano, Barack Obama a las dudas y reproches de las últimas semanas.

Al principio Fidel se refería al "inteligente, culto y honesto" Obama, pero ahora tanto él como Raúl dicen ver claro el "cinismo" y las perversas intenciones imperiales ocultas "tras la sonrisa amable y el rostro afroamericano de Barack Obama".

En sus habituales comentarios periodísticos Castro escribió que al escuchar un reciente discurso de Obama en la Academia Militar de West Point había creído "estar oyendo a Bush". También llamó "cínico" a Obama por aceptar el Nobel de la Paz.

"Fue un paréntesis de espera, pero los Castros están preocupados con Obama, no saben como lidiar con su política de no confrontación", afirmó Jaime Suchlicki, director del Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos de la Universidad de Miami.

Suchlicki considera que el régimen castrista está consciente de que "hay una población muy inquieta, en medio de una situación económica muy difícil" y dentro de ese contexto no está dispuesto a buscar mejores relaciones con Washington.

"Han decidido apretar las tuercas en lo interno y regresar a la confrontación con Estados Unidos que es lo que han hecho siempre", afirmó. "Lamentablemente creo que estamos ahora en la antesala de una represión mayor en lo interno para tratar de acallar las voces que se alzaron utilizando ese paréntesis de tolerancia", añadió.

Raúl Castro gobernante cubano.

Por su parte Raúl Castro dijo el pasado lunes ante la Asamblea Nacional que Obama, mantiene intacta su política de" agresión" hacia Cuba pese a su retórica de mayor flexibilidad.

"En las últimas semanas hemos sido testigos de la multiplicación de los esfuerzos de la nueva administración con ese propósito Crece el aliento a la subversión abierta y encubierta", expresó Castro.

Las últimas semanas de 2009 fueron también testigos del aumento de la represión contra los opositores internos y en especial contra los blogueros contestatarios, un fenómeno que cobró fuerza en el año que termina.

La Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, denunció el incremento de la represión política y las acciones violentas que condujeron a más de 80 detenciones ilegales durante las manifestaciones por el Día Mundial de los Derechos Humanos a lo largo del país.

"En términos de saldo, lo que vimos en las jornadas públicas por el 10 de diciembre es la más fuerte represión política durante décadas en este país y la más cruenta desde la designación de Raúl Castro al frente del gobierno'', consideró Elizardo Sánchez, presidente de la Comisión

Los llamados "actos de repudio" y el hostigamiento a los opositores, dijo Sánchez, han sido las situaciones de mayor violencia que se han desencadenado en Cuba desde los días del Maleconazo en La Habana, en 1994, y los mítines de repudio durante el éxodo del Mariel en 1980.

La mano dura contra las expresiones de disidencia y los grupos opositores coincidió con las masivas maniobras militares organizadas a fines de noviembre, primeras desde el 2004, que se desarrollaron bajo la hipótesis de que Estados Unidos utilizaría la crisis "para provocar desorden social e ingobernabilidad" como paso previo a un ataque aéreo.

El diario madrileño El País, resumía así en una frase editorial el pasado 22 de diciembre el balance de 2009:

"Raúl Castro ha defraudado cada una de las expectativas alentadas tras el reemplazo de su hermano Fidel. La isla sigue siendo un perfecto Estado policíaco.

Fonte: MartíNoticias

http://martinoticias.com