Exiliados cubanos pertenecientes al Movimiento Cristiano Liberación (MCL) en España anunciaron el lanzamiento de un grupo en la red social Facebook para informar a la opinión pública sobre la visita del Papa Benedicto XVI a Cuba.

Juan Carlos Chavez

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Regis Iglesias Ramírez, portavoz del MLC y exiliado en Madrid desde agosto del 2010, dijo que la iniciativa Esperando a Benedicto XVI, contrasta con la escasa difusión que las autoridades cubanas están dando al tema.

“Incluso se echa de menos una mayor promoción por parte de la Iglesia Católica de Cuba. Creemos que no se está haciendo con la misma intensidad que podía haberse hecho”, sostuvo Iglesias en una entrevista telefónica a El Nuevo Herald. “Esperamos que esta página divulgue la vida de Benedicto XVI y sus enseñanzas como pastor universal de la Iglesia”, añadió.

El Papa visitará Cuba del 26 al 28 de marzo. Su arribo coincide con las celebraciones por los 400 años del hallazgo de la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, en las aguas de la Bahía de Nipe.

En el primer día de su itinerario, oficiará una misa en la Plaza de la Revolución Antonio Maceo, en Santiago de Cuba. El acto celebrará el Día de la Anunciación de la Virgen María. Al día siguiente se trasladará a La Habana y tendrá un encuentro con los hermanos Fidel y Raúl Castro. En la mañana del 28 de marzo habrá una misa en la Plaza de la Revolución José Martí.

Iglesias subrayó que la promoción de la visita papal en la red social Facebook es importante considerando las expectativas que ha generado. Activistas y opositores dentro de la isla, como Oscar Elías Biscet, se han manifestado consistentemente a favor de que el Papa discuta el estado de la sociedad civil y la espiral de violencia y opresión política.

La falta de garantías y opresión política ha motivado la intervención de la Iglesia. El fin de semana el arzobispo de Santiago de Cuba, Dionisio García, presidente de la Conferencia de Obispos de Cuba, tuvo que correr al rescate de 14 mujeres disidentes que habían buscado refugio en la Basílica de El Cobre en medio de informes de que la policía las esperaba en un lugar cercano para golpearlas.

“Esperamos que ese mensaje de paz y reconciliación que traerá Benedicto XVI a los cubanos tenga sus frutos como en su momento tuvo la visita de Juan Pablo II”, dijo Regis.

Tras la histórica visita del papa Juan Pablo II en 1998, el gobierno cubano hizo a un lado algunas prohibiciones. Permitió la celebración de la Navidad, algunas procesiones públicas y el ingreso a la isla de nuevos sacerdotes y religiosas.

En Cuba, Payá dijo recientemente a El Nuevo Herald que espera que todos los creyentes en el mundo y el Papa acompañen al pueblo cubano en sus esperanzas de paz y libertad.

“Me alegra que Benedicto XVI viaje a Cuba para tratar de aportar positivamente a nuestro pueblo”, comentó Payá, Premio Sajarov del Parlamento Europeo en el 2002. “Esta visita no debería ayudar al gobierno a aplicar un anestésico a las graves tensiones y al sufrimiento del pueblo de Cuba. Se espera que sea de amor y liberación. Pero ese evento no puede sustituir el proceso de una democracia verdadera”.