La dictadura cubana prepara una reforma migratoria "que va a sorprender" por 'profunda' y 'riesgosa' Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Viernes, 16 de Diciembre de 2011 12:26

La "reforma migratoria" que prepara La Habana será "profunda", "riesgosa" y "va a sorprender" a los escépticos, opinó el veterano diplomático del régimen Carlos Alzugaray.

En agosto pasado, Raúl Castro anunció ante la Asamblea Nacional que su Gobierno planeaba reformar el sistema migratorio para "modificar decisiones que jugaron un papel en su momento y que perduraron innecesariamente".

No obstante, advirtió que los cambios "tendrán en cuenta el derecho del Estado revolucionario de defenderse de los planes injerencistas y subversivos" y que "se incluirán medidas para preservar el capital humano creado por la Revolución".

Actualmente el Gobierno impone un permiso obligatorio a todos los ciudadanos para entrar y salir del país, y castiga severamente —incluso con la imposibilidad indefinida de regresar a la Isla y la obstaculización de la salida de los familiares que quedaron en Cuba— a opositores y profesionales que desertan en misiones, como los médicos.

Alzugaray (La Habana, 1943) opinó que la política migratoria se va a suavizar progresivamente, "al punto en que haya total flexibilidad en la entrada y salida del país, para todo cubano".

"Hay por supuesto preocupaciones; hay una preocupación muy válida, que es que si se hace una apertura muy amplia se puede producir una fuga de cerebros. Este es un riesgo que en mi opinión personal hay que correr, de todas formas la fuga de cerebro es un rasgo característico de las sociedades contemporáneas", afirmó el diplomático en una entrevista radial concedida al periodista de Miami Edmundo García, defensor del régimen de La Habana.

"Siempre habrá quien quiera probar su suerte en otras condiciones y en otros lugares; pero habrá quien dirá, bueno, me ofrecen mejores condiciones, pero yo quiero trabajar por mi país", consideró Alzugaray, actualmente profesor visitante en el Queens College de Nueva York, profesor de la Universidad de La Habana, y quien ha sido embajador Japón, Bulgaria, Canadá, Etiopía y Bélgica, entre otros países, además de representante ante la Unión Europea.

Otro problema a resolver es "que la Constitución cubana no admite la doble ciudadanía, y sin embargo en las regulaciones migratorias casi exigimos que la gente mantenga la ciudadanía cubana o el pasaporte cubano", reconoció.

Los ajustes económicos y el control del PCC

En cuanto a las medidas económicas que ha puesto en marcha Raúl Castro en busca de garantizar la supervivencia de su régimen, Alzugaray opinó que son cambios "profundos" y "continuos".

Van "en la dirección de lo que la mayoría de los cubanos queremos" y "están motivados por una primacía del pragmatismo económico", dijo en la entrevista con García, en el programa La tarde se mueve.

Raúl Castro ha insistido "en algo que a mí me parece que es importante, y que da muestras de su sabiduría como estadista, y es que estos cambios implican un cambio de mentalidad", afirmó el diplomático.

Añadió que esos "cambios de mentalidad son amplios, son profundos, son muy avanzados", ponen a Cuba "en un camino en el cual la mejoría económica se va a sentir", y van en la dirección de una ambición de los cubanos, "que es tener más autonomía con relación al Estado".

"Por otra parte se está manejando algo que Martí dijo alguna vez, que es que 'ser próspero es la única forma de ser bueno'", indicó.

Interrogado sobre el papel que jugaría en el proceso de reformas el Partido Comunista, que ha regido el país con mano dura durante cinco décadas, Alzugaray opinó que el general Castro busca una "ampliación de la democracia" dentro de esa organización y su "separación" del Gobierno: "que el Partido cumpla sus funciones y el Gobierno cumpla sus funciones".

"Aquí, al igual que en el otro tema económico, se requiere un cambio de mentalidad, que quizás sea más difícil, más complejo", señaló. No obstante, dijo que espera "más autonomía para los actores políticos y sociales, un papel del Partido más efectivo (…) dejando más al Gobierno tomar decisiones (…) y, a su vez, una participación más activa de los actores sociales y los distintos grupos sociales en la toma de decisiones políticas".

La solución para Alan Gross y los cinco espías

Alzugaray ha escrito varios artículos y libros sobre las relaciones entre La Habana y Washington en diferentes etapas.

Preguntado sobre una posible solución para el caso de los agentes del Gobierno cubano que cumplen condenas en Estados Unidos por espionaje, y el del contratista estadounidense Alan Gross, encarcelado en la Isla bajo la acusación de participar en planes subversivos contra La Habana, el diplomático consideró que la salida solo puede ser humanitaria. Sin embargo, afirmó que el primer paso debe darlo Washington.

"Yo creo que eso nada más que tiene una salida, que es gestos humanitarios mutuos", dijo Alzugaray.

Uno de los cinco espías fue liberado en octubre pero aún debe cumplir tres años de libertad vigilada en Estados Unidos. Los otros cuatro siguen en prisión con condenas de hasta dos cadenas perpetuas.

Para Alzugaray, el castigo contra esos agentes es "inusual, tremendamente fuerte".

Los cinco espías fueron hallados culpables de actuar como agentes extranjeros no registrados en Estados Unidos, infiltrarse en grupos del exilio cubano en Florida, intentar penetrar en bases militares estadounidenses y, en uno de los casos, responsabilidad en el derribo de dos avionetas de Hermanos al Rescate, hecho en el que murieron cuatro personas.

La Habana afirma que vigilaban a "grupos terroristas" de Florida para desmantelar supuestos planes contra la Isla.

"Estos muchachos no merecían esas sanciones", dijo el diplomático, aunque admitió que "en función de lo que ellos estaban haciendo en los Estados Unidos habían violado algunas leyes norteamericanas".

"Pero una cosa perfectamente normal. Ningún gobierno que enfrenta un desafío terrorista deja de hacer eso que hizo el Gobierno cubano, que es infiltrar las redes terroristas con sus agentes. Eso lo hace el Gobierno norteamericano, lo hacen todos los gobiernos en el mundo", afirmó.

En cuanto a Gross, que cumple una condena de 15 años por distribuir equipos de comunicación en la Isla, según el Gobierno a grupos disidentes, Alzugaray dijo que se "inclinaría también por una solución humanitaria".

"Yo diría que la solución pasa por un gesto humanitario de la parte norteamericana que provocará inevitablemente un gesto humanitario de la parte cubana", dijo el diplomático.

Qué Estados Unidos "dé el primer paso y ofrezca la liberación de estos agentes que ya han cumplido bastante tiempo en prisión", sugirió.

"Mantenerlos en prisión no resuelve ningún problema (…) quizás le satisfaga a algún sector extremo en Miami, pero no le resuelve a los Estados Unidos ningún problema", dijo.

Tomado del DIARIO DE CUBA

Última actualización el Viernes, 16 de Diciembre de 2011 12:31