Cuba y el negocio de la exportación de médicos Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Lunes, 18 de Abril de 2011 20:48

Los cooperantes en el extranjero se cuentan por miles y se han convertido en una fuente de ingresos vital para la ruinosa economía de la isla, según un informe de BBC Mundo


En el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC, partido único), iniciado el 16 de abril, se debatirá, entre otras cosas, sobre la continuidad y las modalidades de esta cooperación.

La presencia de estos profesionales en diferentes países del Tercer Mundo, una tradición castrista, ha sido siempre exhibida por el régimen como un emblema de la solidaridad del pueblo cubano y un diktat del internacionalismo proletario.

Ahora bien, ya no se trata de una cooperación gratuita, al menos en la mayoría de los casos. Las decenas de miles de profesionales cubanos que trabajan en el exterior lo hacen mediante contratos de empresas estatales.

Estas brigadas están formadas por maestros, profesores, arquitectos, entrenadores deportivos, ingenieros, pero sobre todo médicos, que en Cuba abundan: son cerca de 70 mil. "Su trabajo es el resultado de un cambio de política en las relaciones internacionales, la 'ayuda gratuita' se transformó en cooperación Sur-Sur, beneficiosa no sólo para el receptor sino también para Cuba y para los mismos cooperantes", explicó BBC Mundo.

El secreto de esta vocación exportadora del régimen radica en que las empresas contratistas estatales cubanas se quedan con la mayor parte del pago efectuado por el país beneficiario del servicio.

Según el informe, son 50.000 cubanos los que trabajan en países del Tercer Mundo, un pequeño porcentaje del total de un millón de graduados universitarios con que cuenta Cuba. Pero esa minoría que tomó el camino de la cooperación produce ingresos muy superiores a los de quienes permanecen en el país. En el caso de Venezuela, por ejemplo, Cuba paga el petróleo que recibe del país sudamericano con las prestaciones de sus médicos.

En un tiempo, exportaba mano de obra militar: soldados cubanos sirvieron en Angola, Congo, Mozambique, Etiopía, Afganistán y cualquier otro escenario en el que fuese necesario defender los intereses de la Unión Soivética, que, empeñada en una Guerra Fría con los Estados Unidos, libraba batallas en terceros países para eludir un enfrentamiento directo que habría llevado a la destrucción del planeta.

Hoy, la mano de obra exportada es civil, afortunadamente. Hay profesionales cubanos en Asia, América Latina y África. En algunos casos, se trata de países con los cuales antes hubo otro tipo de vínculo, ideológico y/o militar, como es el caso de Angola, China y Sudáfrica.

En un comienzo, Cuba no cobraba por esta cooperación. Sin embargo, siempre le sacó un rédito propagandístico. Además de vender la imagen de un pequeño país con limitados recursos que, pese a todo, sabe ser solidario con los demás, la presencia de cooperantes cubanos es materia constante de buenas noticias. Basta echar un vistazo a los cables de la agencia oficial cubana (única), Prensa Latina (PL), de los últimos días:

"Miles de bolivianos beneficiados con la labor de médicos cubanos" (PL, 2 de abril)

"Exitosa labor de médicos cubanos en Nicaragua" (PL, 7 de abril)

"Médicos cubanos en Guatemala contra absolución de Posada Carriles" (PL, 13 de abril)

"Médicos cubanos en Nicaragua rememoran victoria de Girón" (PL, 16 de abril)

"Médicos cubanos en Paraguay condenan absolución de Posada Carriles" (PL, 18 de abril)

Etcétera, etcétera...

Aunque la presente como una continuidad del compromiso revolucionario de los ciudadanos cubanos con la Revolución y el internacionalismo proletario, La Habana no ha podido evitar las deserciones de algunos profesionales que preferieron no regresar y ser explotados por el sistema capitalista antes que por el comunista. Al parecer, aunque en el primero también deban tributar, la exacción socialista es más salvaje que la liberal.

En casos de fuga, el régimen castiga a los profesionales prohibiéndoles, de por vida, el regreso a la patria y vedando la salida a sus familiares para que no puedan reunirse con ellos en el extrerior. Esta amenaza seguramente ha frenado mayores deserciones.

Ahora, el Congreso del PCC debatirá la continuidad del "internacionalismo proletario" o institucionalizará definitivamente la remuneración de esta exportación de materia gris cubana. Como haría cualquier gobierno de un país capitalista.