Los cubanos no imitarán al pueblo egipcio debido al férreo aparato de seguridad, según opositores en la isla, y a que la mayoría de quienes rechazan la Revolución de los hermanos Castro optaron por abandonar el país dejando detrás a una oposición pequeña y dividida.
LA HABANA, 11 (ANSA) - "Millones de cubanos han resumido su actitud cívica en un vocablo moroso: esperar", escribió la semana pasada la bloguera opositora Yoani Sánchez, señalando que las protestas de los egipcios contra Hosni Mubarak "nos hacían sentir avergonzados de nuestra inercia".
Los cubanos, dice Sánchez, no se manifiestan porque para impedir protestas en las calles las autoridades "activan los mecanismos ocultos del control" con un "engranaje de la vigilancia" que "se cierne constantemente sobre nosotros". En Cuba viven 11,2 millones de personas en una superficie que es la décima parte de la de Egipto, con 83 millones de habitantes. Se calcula que alrededor de 2 millones de cubanos viven fuera de la isla, alrededor del 80% en Estados Unidos. "Aquí el que se mueva va para prisión. No importa si son 20 o 20.000", según Elizardo Sánchez, de la Comisión cubana de derechos humanos y reconciliación nacional (CCDHRN, ilegal pero tolerada), que contabilizó 250 detenciones breves de opositores durante el mes de enero, una cifra más alta de lo habitual.
El opositor Guillermo Fariñas corrobora que "aumentó la presión policial".
A su juicio, "todas las condiciones sociopolíticas están creadas en Cuba para que pueda pasar lo mismo que pasó en Egipto. Pero no ha surgido la chispa dentro del pueblo y eso es una cosa espontánea", declaró Fariñas a ANSA al teléfono desde su domicilio de Santa Clara. DFB
11/02/2011 19:01