Más de 25.000 reses murieron por desnutrición en Cuba entre enero y julio de este año, lo que repercutió en la producción de carne y leche, según medios oficiales, y obliga la Isla a aumentar sus importaciones.

Solo Camagüey registró en el primer semestre de 2020 la muerte de 30.000 vacas, más de 17.000 vacas por desnutrición y una disminución del 30% aproximadamente, de producción de leche. En el mismo periodo, Pinar del Río incumplió el plan de producción de carne por el bajo peso de los animales. En Las Tunas, se habían perdido hasta mayo pasado casi 7.000 reses por la misma causa, 2.593 más que en igual período de 2019.

Antes de la llegada al poder de Fidel Castro, en los años 50, Cuba contaba con más 6 millones de cabezas de ganado vacuno, pero en el 2015 solo había poco más de 4 millones. Las cifras actuales siguen mostrando pésimos resultados. En el caso de Camagüey, recoge la prensa oficial, de las 161.449 vacas en edad reproductiva, se está ordeñando menos de la mitad, por lo que se han entregado menos de 75 millones de litros de leche, en lugar de los 88 millones previstos.

En el caso de Camagüey, recoge la prensa oficial, de las 161.449 vacas en edad reproductiva, se está ordeñando menos de la mitad

Una deprimida producción nacional de productos lácteos abastece a las tiendas en pesos cubanos y en CUC, pero el gran volumen de leche, queso y carne que se comercializa en el país es importado, sobre todo de Uruguay y se destina principalmente al sector turístico y a los comercios en divisas.

En cuanto a la carne roja, Cuba la importa de Chile, Paraguay y Colombia. Es el tercer cliente de Chile para la carne de res, detrás de China y Canadá. En el país sudamericano gastó casi 2 millones de dólares en importaciones en el primer semestre de 2019.

Llama la atención que Cuba teniendo buenas relaciones con Nicaragua, país considerado el mayor exportador de lácteos en Centroamérica, con 5.5 millones de cabezas de ganado en 2019, no existen más que buenas intenciones comerciales en este sector entre las dos naciones.

Nicaragua anunció en 2018 que apostaría por nuevos destinos como República Dominicana y Cuba en busca de potenciales compradores de leche en polvo, queso y otros productos lácteos. Sin embargo, el proyecto no salió adelante por el ineficiente sistema de pago de La Habana, según dijo en 2015 a El Nuevo Diario, Zacarías Mondragón, gerente general de Industrias Delmor. Para pagar, la Isla utiliza una letra de cambio respaldada por el Banco Nacional de Cuba, precisaba, "pero para hacerlo efectivo teníamos que esperar seis meses; las empresas necesitan efectivo".

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