Arbitrariedad: Antunez denuncia complot del régimen contra su familia Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Martes, 07 de Agosto de 2018 04:58

"Las autoridades de salud, cumpliendo órdenes de la policía política, llegaron hasta nuestra vivienda acá en Placetas para comunicarnos que por el hecho de mi hija haber nacido en Miami, no tendría derecho a los “beneficios” del sistema de salud cubano”.

Antunez, su esposa Magalys Rivaflecha y la pequeña Alejandra nacida en Hialeah (RRSS).

El conocido opositor Jorge Luis García Pérez “Antúnez”, quien cumpliera 20 años de cárcel, denunció desde la ciudad de Placetas, provincia de Villa Clara, ser víctima de un complot que el régimen de Miguel Díaz-Canel ha ejecutado contra él y su familia.

 

En un comunicado enviado a la organización opositora Directorio Democrático Cubano, Antunez relata una serie de acciones con las que las autoridades cubanas le prohíben salir de la isla y ponen en riesgo la salud de su hija, Alejandra García Rivaflecha, de un año de edad, que es ciudadana estadounidense.

Fruto del matrimonio con Magalis Rivaflecha Revilla, Alejandra nació en la ciudad de Hialeah, en el sur de la Florida, el 17 de mayo del 2017, por lo que adquirió la ciudadanía estadounidense.

Antunez ha explicado que la razón por la que su esposa no dio a luz su país fue el “alto riesgo y peligro” que corrían, “tanto mi esposa Magalis como la niña cuando naciera”.

El secretario general del Frente Nacional de Resistencia Cívica Orlando Zapata Tamayo, dijo a Radio Martí que el personal médico que atendía a su esposa formaba parte de los "canallescos actos de repudio" que lanzaban contra su vivienda, "donde faltaron amenazas de muerte" (...) “Eran los mismos que gritaban por los alta voces, que venían a ajustarnos cuentas y que llegaron a gritarnos Paredón", asegura.

Según el expreso político, el Policlínico Sur de la ciudad de Placetas, donde su esposa debía atenderse el embarazo, “es el mismo centro desde donde parten las guaguas, autos y orientaciones para agredir” su vivienda cuando el régimen organiza operativos en su contra.

“Y ante una realidad como ésa, no me quedó otra opción que llevar a mi esposa embarazada para los Estados Unidos, donde felizmente tuvo un buen parto y la niña nació en buen estado. Algo que sinceramente agradezco a cuantos me ayudaron y a esa maravillosa y grandiosa nación”.

Antúnez, su esposa y la pequeña Alejandra. Tomado de Facebook Rivaflecha Magalis
Antúnez, su esposa y la pequeña Alejandra. Tomado de Facebook Rivaflecha Magalis

En el comunicado, Antunez ha expresado que aunque ya rebasa los 50 años de edad, “es Alejandra mi primer y único hijo, pues lamentablemente casi 20 años de prisión política, torturas y acoso, y luego el temor de no operarme de la varicoceles en Cuba, demoraron mi condición de padre hasta hoy en día”.

En junio de 2017 el matrimonio regresó a Cuba con su hija, que tenía apenas un mes de nacida.

“Sufrimos la triste realidad cuando las autoridades de salud del municipio, cumpliendo órdenes de la policía política, llegaron hasta nuestra vivienda acá en Placetas para comunicarnos que por el hecho de mi hija haber nacido en Miami, no tendría derecho a los “beneficios” del sistema de salud cubano”, relata el Premio Pedro Luis Boitel.

Las autoridades de Salud Pública le comunicaron que para que su hija pudiera recibir “vacunas, consultas médicas, posibles ingresos y los propios medicamentos, tendría que primero recibir la ciudadanía cubana”.

Si no hacía este trámite, entonces sólo podría recibir atención en clínicas para extranjeros, donde el servicio médico se cobra en divisas.

“Esta penosa situación afortunadamente cambió, pues hasta el momento, como resultado de la denuncia internacional y de nuestra propia posición, no les ha quedado otra opción que brindarle a la niña el tratamiento médico normal. Pero vuelvo y repito, hasta el momento, pues sobre nosotros pende la espada de Damocles, de que puedan revertir la orden y quedar nuestra hija sin asistencia médica”, advirtió.

En aquel momento, la familia decidió comenzara el proceso de “avecindamiento”, con el propósito de que la pequeña pudiera obtener Permiso de residencia permanente en Cuba.

“Algo que sorpresivamente cambió cuando de la noche a la mañana el régimen lanzó un nuevo paquete de medidas migratorias, dentro de las cuales se elimina el requisito de avecindamiento, y los hijos de padres cubanos nacidos en el extranjero tendrían derecho a la ciudadanía cubana, es decir, creímos que nuestra situación se había solucionado”.

Pero no fue así. Pocos días después el régimen anunció una acotación a la medida: en el caso de que los padres fueran opositores, los hijos no tendrían derecho a la ciudadanía cubana.

“Al igual que los judíos, los niños fecundados por personas que no tengan la ideología comunista se les priva el derecho a ser ciudadano del país de los padres”, sentenció.

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El pasado 2 de agosto Magalis Rivaflecha acudió al departamento de Inmigración y Extranjería en el municipio de Placetas, con el propósito de hacerle prórroga a su pasaporte, pero esto no fue posible. Una alta funcionaria de ese órgano le comunicó que “no podía realizar ningún trámite migratorio ni viajar al exterior”, pues al igual que su esposo ella estaba en el listado de los ciudadanos cubanos “regulados”.

“Llama poderosamente la atención que tal prohibición se la comunican a Magalis el día antes que debía viajar a Miami y a pocos día de expirar el plazo de 90 díasque, según las leyes castristas, tienen o pueden estar los ciudadanos americanos dentro del territorio nacional de Cuba”, señaló Antunez, premio Juana Gros de Olea, que entrega el Instituto la Rosa Blanca.

El próximo viernes la hija del disidente cumplirá 90 días de estancia en Cuba.

“Y lo más curioso del caso, es que a partir de esta fecha le cobran 3 dólares por cada día que permanezca en Cuba, los que tendríamos que pagar en el momento de volver a salir de Cuba, si es que algún día la tiranía nos vuelve a “permitir” ese derecho”.

El exprisionero de conciencia alertó que “estamos en presencia de una abierta y declarada saña contra una familia, por el sólo hecho de su color político” y que él y su esposa han decidido “permanecer ecuánimes ante lo que consideramos una provocación”, y que “conociendo la sucia mentalidad castrista” viajarán cuando sean autorizados los tres, “sin el más mínimo condicionamiento”.

“Ni vamos a rendirnos, ni mucho menos a renunciar a nuestra hija”, concluyó.

MARTINOTICIAS (Con reporte de Yolanda Huerga)

Última actualización el Jueves, 09 de Agosto de 2018 13:19