'Dicen que estamos robando clientes a los hoteles'. Arrendadores se quejan de las trabas del Gobierno Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Lunes, 26 de Junio de 2017 11:38

Héctor y su pareja abrirán en julio próximo su tercer apartamento de alquiler para turistas en esta capital. Ya disponen de dos en La Habana Vieja que están ocupados casi todo el año, reporta IPS. Son parte de los emprendedores cubanos que se han beneficiado con el incremento de la llegada de visitantes extranjeros.

"Según mis cálculos, los precios de una habitación de un hotel se parecen a los de los particulares, pero la gente a veces prefiere el confort y la privacidad de un apartamento, sobre todo cuando las condiciones de unos y otros no difieren mucho", opina Héctor, un veterano en esta actividad.

De acuerdo con Mirta Díaz, una arrendataria de Centro Habana, en ocasiones sus clientes han dicho que prefirieron su casa porque en el hotel la habitación tenía olor a humedad o no cumplía con lo que se espera de una categoría cuatro estrellas.

"Cuando alguien se decide a alquilar para el turismo, monta el lugar lo mejor que puede: baño y muebles nuevos, aire acondicionado o split, minibar, secadora de pelo y, además, trata a los visitantes como a dioses. Por eso la gente nos prefiere", señala.

Hasta hace poco, en La Habana los alquileres particulares asumían en parte el overbooking (sobreventas) en los hoteles, pero los hostaleros privados han ganado espacio y son una competencia clara para los hoteles que gestionan empresas extranjeras con entidades estatales y de los militares.

Nancy, una arrendataria de Cienfuegos, llama a algún conocido cuando los clientes le preguntan por un parqueo, les indica dónde pueden encontrar las mejores ofertas gastronómicas o les prepara el desayuno para la hora que se lo soliciten.

"Por eso la demanda ha crecido", dice.

Sin embargo, lamenta que "ya las empresas estatales de turismo no están haciendo contratos con los particulares. Eso nos afecta. Dicen que le estamos robando los clientes a los hoteles".

En lugares como Viñales, en Pinar del Río, y Trinidad, en Sancti Spíritus, durante años el alojamiento privado ha superado al estatal y absorbido el crecimiento de los arribos de visitantes.

"Todo iba bien, el número de habitaciones creciendo y la gente beneficiándose de ello. Ahora ya se ve como una amenaza, cuando debería estimular al sector estatal a mejorar su oferta para que ganen ellos y nosotros también", comenta Osniel Romero, un trabajador estatal y a la vez arrendatario en Trinidad.

De acuerdo con fuentes del Ministerio del Turismo en Trinidad, allí existen 1.504 hostales privados que brindan 2.593 habitaciones.

Este segmento acaparó buena parte del crecimiento que experimentó el territorio al cierre de la temporada alta, comprendida entre diciembre y abril, que fue de más de 60.000 visitantes por encima de la etapa precedente.

En Cienfuegos, como en el resto del país, el alojamiento privado complementa el alojamiento estatal para visitantes internacionales, según las autoridades locales.

"En Cienfuegos su crecimiento tiene mayor velocidad que el hospedaje estatal, lo que permite disponer de 1.309 cuartos —de solo unos 600 registrados hace un año—, y se mantiene la tendencia de continuar creciendo", dijo a la prensa local José Enrique González, delegado del Ministerio del Turismo en la provincia.

En Cuba hay actualmente unas 66.850 habitaciones dedicadas al turismo internacional en el sector hotelero, mientras otras 20.000 se encuentran en viviendas particulares con licencia para rentar a extranjeros.

En los reportes sobre las alianzas entre arrendadores privados y agencias como Viajes Cubanacán, Cubatur y Havanatur que venden paquetes de ofertas a turoperadores y grupos de clientes, no se especifica cuántos de estos contratos existían hasta inicios de junio, cuando se paralizó "temporalmente" este tipo de acuerdo con la Resolución No.28 del Grupo Empresarial de Servicios al Turismo.

La medida, que el Gobierno justificó con supuestas "irregularidades en los procedimientos", fue considerada por emprendedores privados como una contradicción en las llamadas "reformas económicas" y una fórmula para frenar la concentración de la propiedad y la riqueza en el sector privado.

DIARIO DE CUBA