El MINSAP busca 'chivos expiatorios' en las farmacias ante el déficit de medicamentos Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Jueves, 16 de Marzo de 2017 10:27

Inspecciones aplicadas por el Ministerio de Salud Pública en febrero pasado a más de 300 unidades farmacéuticas de La Habana y un recorrido del titular del sector, Roberto Morales, dejaron un rastro de administrativos y trabajadores "removidos de sus cargos".

Esas inspecciones se llevaron a cabo en medio de una crisis, resultado del desabastecimiento de medicamentos básicos, que ha provocado quejas y denuncias de la población.

Empleadas y administradoras de entidades farmacéuticas inspeccionadas, que accedieron a declarar a condición de que sus nombres reales no fuesen revelados, opinan que el ministerio utiliza a los trabajadores del sector "como chivos expiatorios" para encubrir un "problema mucho más grave que el desfalco" en las farmacias.

Laura, una de las administradoras que fue sancionada, expuso como ejemplo el caso reciente de la Empresa Laboratorio Farmacéutico Reinaldo Gutiérrez, "responsable de la elaboración de hidrocloruro de metilfenidato", un medicamento para niños con trastorno por déficit de atención.

"Todo el lote de este medicamento tuvo que ser retirado de las farmacias y devuelto porque apenas tenía el porciento mínimo de su componente principal. De ello no se informó a la población, y son los farmacéuticos quienes tenemos que dar la cara y soportar las denuncias".

Directivos de la fábrica, ubicada en Boyeros y Capdevila, se negaron a dar detalles sobre las causas que originaron la mala elaboración del medicamento. Tampoco quisieron revelar cuáles fueron las medidas aplicadas a los responsables.

"Una farmacia podrá tener, digamos, un faltante de 400 tabletas de Ibuprofeno, pero no de la escandalosa cifra de 4.000", razonó por otra parte Gloria, técnica de una farmacia en Boyeros.

"Es imposible porque ni siquiera cinco farmacias juntas reciben ese total. Lo que pasa es que ahora quieren obviar la otra parte de la cadena, que implica también a la fábrica, a los almacenes y a los distribuidores".

Casi todas las trabajadoras entrevistadas admitieron la existencia de "irregularidades" en las unidades de venta y que las denuncias de la población "tienen su fundamento", pero se negaron a ser "responsabilizadas del desabastecimiento de medicamentos a nivel de país".

"Muchas de nosotras hacemos lo que todos los cubanos estamos obligados a hacer: sobrevivir", dijo una de las fuentes.

El ministro de Salud Pública, en comparecencias televisadas en febrero pasado, "no dio información alguna sobre el comportamiento en los índices de producción de medicamentos", apuntó Yolanda, administradora de una farmacia en Marianao.

"Sobre esa cuestión, ni el más mínimo detalle. En las reuniones con las administraciones de cada farmacia y los directores municipales, el ministerio no mencionó nada sobre los desfalcos de directores de fábricas y de almacenes. Tampoco habló de las condiciones de trabajo de los farmacéuticos ni, por supuesto, de incrementos de salarios. Solo dijeron que las inspecciones y sanciones ejemplarizantes continuarán".

El cuento de la buena pipa

El último incremento de salarios al sector de la Salud Pública no tuvo en cuenta a los trabajadores farmacéuticos, "solo a los técnicos y administradores".

"Hay meses que el director de la empresa municipal no paga la estimulación —que suele retribuirse los días 24 de cada mes— alegando que no hay dinero", denunció Olga Lidia.

"Y esto ocurre en muchas farmacias y en diferentes municipios. Por otro lado, la empresa no nos abastece ni de útiles de limpieza, ni de bolígrafos… nada. Hasta los modelos y formularios tenemos que imprimirlos por nuestra cuenta, y eso conlleva que tengamos que 'tocar' al de la imprenta".

Sobre estas cuestiones, los directores de las empresas municipales en varios municipios visitados tampoco quisieron ofrecer detalles. No respondieron ante la pregunta que casi todas las administradoras hicieron: "¿quién es responsable de que se vendan en las calles medicamentos que no llegan a las farmacias desde hace tres meses?".

Sara, administra una farmacia en Playa, declaró que fue afortunada al no ser sancionada porque tenía los papeles "más o menos en orden".

"A mis trabajadores les advierto cuáles son los límites de cada cosa", explicó. "Pero es difícil que una farmacia no tenga irregularidades. Eso es casi imposible. Y las inspecciones son directamente proporcional a tus quejas: si te quejas mucho con el director, te llueven las inspecciones".

"Está mal que una farmacia comercie medicamentos por la izquierda. Entiendo que es sensible porque juegas con la salud y la vida de las personas", admitió Maritza, administradora de Arroyo Naranjo.

"Sin embargo, nadie parece darse cuenta que la cuestión es que no somos un caso aislado. Sin querer comparar, también considero sensibles la falta de alimentación básica, la problemática de la vivienda, el estado de los hospitales. Todo cubano, en algún punto, se encuentra ante el mismo dilema: cómo sobrevivo sin faltar a la ética y la moral".

DIARIO DE CUBA