En una declaración contra lo que consideró una "provocación anticubana", el MINREX defendió el miércoles su decisión de prohibir la entrada al país a varias personalidades extranjeras que asistirían en La Habana a la entrega del Premio Oswaldo Payá, Libertad y Vida, concedido por la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia.

La nota de la Cancillería describió el galardón como "un 'premio' inventado por un grupúsculo ilegal anticubano, que opera en contubernio con la ultraderechista Fundación para la Democracia Panamericana, creada para canalizar esfuerzos y recursos contra gobiernos legítimos e independientes" en Latinoamérica.

El texto no menciona en ningún momento el nombre de la organizadora de la ceremonia, la activista y promotora de la iniciativa Cuba Decide, Rosa María Payá.

Según el comunicado del régimen, se trataba de "montar en La Habana una abierta y grave provocación contra el Gobierno cubano, generar inestabilidad interna, dañar la imagen internacional del país y, a la vez, afectar la buena marcha de las relaciones diplomáticas de Cuba con otros Estados".

Calificó el plan como "espectáculo" al que "serían arrastrados" el secretario general de la OEA, Luis Almagro, y "algunos otros personajes derechistas que integran la llamada Iniciativa Democrática para España y las Américas (IDEA)" que según la nota del MINREX "ha actuado de forma agresiva en los últimos años contra Venezuela y otros países con gobiernos progresistas y de izquierda en América Latina y el Caribe".

El régimen mete en el mismo saco de la presunta "provocación" a otras organizaciones "con abultadas credenciales anticubanas, como el Centro Democracia y Comunidad y el Centro de Estudios y Gestión para el Desarrollo de América Latina (CADAL); y el Instituto Interamericano para la Democracia, de Carlos Alberto Montaner, a quien describe como "terrorista y agente de la CIA".

"Al conocer de estos planes y haciendo valer las leyes que sustentan la soberanía de la nación, el Gobierno cubano decidió negar el ingreso al territorio nacional a ciudadanos extranjeros vinculados con los hechos descritos", justificó la Cancillería.

Según el texto "las autoridades cubanas se pusieron en contacto con los Gobiernos de los países desde donde viajarían esas personas e informaron, trataron de disuadir y de prevenir la consumación de esos actos".

Defendió que "como establecen las regulaciones de la aviación civil internacional, las líneas aéreas cancelaron las reservaciones de los pasajeros al conocer que estos no serían bienvenidos" y que "unos pocos fueron reembarcados".

El MINREX acusó a algunos de buscar "manipular los hechos en función de estrechos intereses políticos dentro de su propio país".

Los llamó "defensores de falsos perseguidos, socios de pasadas dictaduras y políticos desempleados dispuestos a aliarse con vulgares mercenarios, al servicio y en nómina de intereses extranjeros, que no gozan de reconocimiento alguno dentro de Cuba".

En referencia a los promotores de Cuba Decide y activistas de otras organizaciones disidentes, los acusó de "vivir de calumnias insostenibles, posar como víctimas y actuar en contra de los intereses del pueblo cubano y del sistema político, económico y social que éste eligió libremente y ha defendido de forma heroica".

En cuanto a Almagro y la OEA, la Cancillería asegura que no "sorprenden sus declaraciones y actos abiertamente anticubanos", pues "en muy corto tiempo al frente de esa organización, se ha destacado por generar, sin mandato algunos de los Estados miembros, una ambiciosa agenda de autopromoción con ataques contra Gobiernos progresistas como Venezuela, Bolivia y Ecuador".

Señaló al organismo que en ese "período se han redoblado los ataques imperialistas y oligárquicos contra la integración latinoamericana y caribeña y contra la institucionalidad democrática en varios países".

La Cancillería también lo responsabilizó de que "millones de latinoamericanos han retornado a la pobreza, cientos de miles han perdido sus empleos, se han visto forzados a emigrar, o fueron asesinados o desaparecidos por mafias y traficantes mientras se expanden en el hemisferio ideas aislacionistas y proteccionistas, el deterioro ambiental, las deportaciones, la discriminación religiosa y racial, la inseguridad y la represión brutal".

DIARIO DE CUBA