"La Haban no aguanta más": Derrumbes tras las lluvias Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Domingo, 26 de Octubre de 2014 10:59

En la noche del pasado jueves se derrumbó la segunda planta del edificio ubicado en la esquina de Galiano y Virtudes, en el municipio Centro Habana. Luego de un fuerte aguacero, los tres balcones y la fachada cayeron a la calle Galiano.

Unos contenedores de basura señalizan la escombrera y dos miembros de la PNR patrullan la esquina, poniendo mala cara a todos los que osan preguntar. Algunos vecinos, desde la acera de enfrente, comentan la suerte que tuvieron los habitantes de la vivienda, pues los bomberos los habían evacuado poco antes de los sucesos.

"Cuando se dieron cuenta de que se iba a caer se los llevaron", comenta una anciana.

No hay señales de que las autoridades vayan a recoger los escombros en breve, pero los vecinos presumen que lo harán, por ser Galiano una calle céntrica y de mucho tráfico.

Una anciana insiste en que "ahora tienen que arreglar la casa", y un señor que viene por la acera con su jabita del pan le contesta: "¿Arreglar qué? ¿En Cuba? Ahorita toda la ciudad está derrumbada, una ciudad fantasma".

Por lo pronto, los escombros siguen en la calle y la acera, obstruyendo la entrada del Fondo Cubano de Bienes Culturales, que radica en la primera planta y no pudo abrir el viernes.

El edificio está habitado en su segunda planta por  familias que hasta ahora no han sido afectadas.

Los vecinos de la calle 41 esquina a 54, en el municipio Playa, no corrieron la misma suerte. Hubo allí cinco muertos y decenas de familias fueron reubicadas en albergues colectivos tras colapsar la edificación que compartían.

"Los bomberos llegaron y se metieron con los perros, pero no había ningún otro cuerpo", confirma una vecina.

Ella se alegra por la reubicación: "Aunque sea en albergues".

La construcción de la década del 30 había tardado en derrumbarse: las paredes de carga habían sido afectadas por la múltiples divisiones que exigían las familias que la convivían. La humedad hizo el resto.

DIARIO DE CUBA