Aunque todavía no está claro quién derribó en la madrugada de este viernes un avión de Malaysia Airlines con casi 300 personas a bordo en la región ucrania de Donetsk, Fidel Castro ha dado por hecho que se trató del Gobierno de Kiev y no de los insurgentes prorrusos apoyados por Moscú.

"Cuba (…) no puede dejar de expresar su repudio por la acción de semejante Gobierno antirruso, antiucraniano y proimperialista", dijo Castro en una de sus ya escasas "reflexiones".

El dictador hizo aparecer en los medios oficiales de la Isla el artículo, titulado "Provocación insólita", que envió a un segundo plano el discurso de su hermano Raúl Castro en la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) + China, realizada en Brasil.

Las primeras investigaciones sobre el avión malayo indican que fue derribado por un misil tierra-aire. La región sobre la cual cayó es una zona de conflicto entre los insurgentes prorrusos y el Gobierno de Kiev. No hubo sobrevivientes.

El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, calificó de "acto terrorista" el derribo del avión. Afirmó que las fuerzas armadas ucranianas no habían realizado "disparos que hubiesen podido alcanzar objetivos en el aire".

La acusación de Castro a Kiev lleva implícita una defensa apresurada al Gobierno de Vladimir Putin, acusado de armar y reforzar con hombres a los insurgentes prorrusos.

Putin responsabilizó a Kiev de la caída del avión y dijo el incidente no hubiese tenido lugar si en el este de Ucrania no reinara la guerra.

El diario español El Mundo publicó la transcripción de los audios de dos conversaciones telefónicas entre insurgentes prorrusos, que demostrarían que el avión fue derribado por ellos. Las grabaciones fueron obtenidas por los servicios de seguridad ucranianos, pero su autenticidad no ha sido confirmada.

Putin visitó la semana pasada la Isla, se reunió con Fidel Castro, y escenificó un fortalecimiento de las relaciones con su hermano Raúl.

El general agradeció la "gran generosidad" de Moscú, que condonó la deuda de La Habana con la antigua Unión Soviética, prometió ayudar a reactivar la exploración petrolera en aguas cubanas del Golfo de México y respaldar otros proyectos de importancia para el régimen.

DIARIO DE CUBA