Empeora la salud de Sonia Garro tras pasar diez días en una celda de castigo Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Martes, 11 de Junio de 2013 08:30

La salud de la prisionera política Sonia Garro, que lleva un año y tres meses en prisión sin haber sido sometida a juicio, ha empeorado después de que las autoridades de la cárcel de mujeres del Guatao la enviaran diez días a una celda de castigo, denunció a DIARIO DE CUBA Berta Soler, líder de las Damas de Blanco.

Según Soler, dos reclusas "provocadoras" —utilizadas por los carceleros para causar incidentes— intentaron involucrar a Garro en un "motín" en el que varias reas quemaron colchones y que dejó 18 lesionadas en otro destacamento.

Al no dar resultado, trataron de que Garro, quien estaba viendo la televisión, se enfadara, ofendiéndola, exigiéndole que cambiara de canal y que firmara un papel con consignas contra el Gobierno.

Soler dijo que Garro, miembro de las Damas de Blanco, pidió la intervención de una carcelera, y que esta respondió "resuélvelo como puedas".

La disidente intentó desconectar el televisor de la corriente, pero el cable se partió, relató Soler. Señaló que ese fue el motivo que utilizaron las autoridades de prisión para enviar a Garro a la celda de castigo.

Entre otras enfermedades, la activista padece una infección en la piel para la cual los médicos han indicado higiene y cambio diario de ropa, dijo Soler. Citando a familiares de la prisionera política, añadió que ésta pasó los diez días de castigo "sin bañarse porque no tenía aseo", con la misma sábana y en "condiciones infrahumanas", lo que ha hecho que su afección empeore.

La familia de Garro, la Dama de Blanco que más tiempo ha pasado en prisión y que todavía no tiene fecha de juicio, ha denunciado en ocasiones anteriores negativas de atención médica, engaños de las autoridades carcelarias y provocaciones contra la disidente dentro de la cárcel.

Garro fue detenida en marzo de 2012 junto a su esposo, Ramón Alejandro Muñoz, en un violento operativo en el que el régimen empleó fuerzas especiales y balas de goma.

Durante su arresto, la activista fue herida en una pierna y aún sufre secuelas. Las autoridades la acusan de "desorden público" y "tentativa de asesinato", al igual que a su esposo.

En abril pasado, Muñoz, recluido en la cárcel Combinado del Este, realizó una huelga de hambre, estuvo en una celda de castigo y recibió una fuerte golpiza por exigir solución para su caso y el de su esposa.

Tomado del DIARIO DE CUBA