Rebelion en Santiago de Cuba: 'A los que había que linchar era a los boinas negras' Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Jueves, 13 de Febrero de 2020 05:48

El barrio Nuevo Vista Alegre se fundó en los años 60 al oeste de la ciudad de Santiago de Cuba, como paradigma de comunidad obrera contrapuesta al vecindario lujoso del cual tomaba su nombre: Vista Alegre. Hoy, más de medio siglo después de la Revolución, lo signan la pobreza, la marginalidad, la delincuencia y la desesperanza de sus habitantes.

Enfrentamiento entre civiles y militares el pasado 9 de febrero, en el barrio Nuevo Vista Alegre de Santiago de Cuba.

El pasado fin de semana, el enfrentamiento de sus pobladores con fuerzas militares a raíz de la captura del presunto violador de una niña de ocho años, puso al barrio en las noticias y las redes sociales, aunque todavía la prensa oficial mantiene total silencio sobre los hechos.

 

Ahora, bajo condiciones de anonimato, DIARIO DE CUBA entrevista a un residente de calle 22, donde ocurrió el fuerte enfrentamiento entre civiles y las fuerzas de élite conocidas popularmente como "boinas negras".

¿Por qué te opusiste al arresto del violador por la Policía?

Me uní a la masa de personas primero por la euforia de perseguir al violador, y luego seguí porque tengo hermana y primas pequeñas, y cualquiera de ellas podía haber sido víctima de él. También, la poca resistencia que ofrecían los primeros policías y el "por mí que lo maten" que dijo una oficial me dieron coraje para ir a lincharlo.

¿La Policía abusó de la fuerza?

Los policías no usaron violencia contra las personas. Solo intentaron contener la situación, pero siempre en buena forma y sin violencia. El lío gordo comenzó cuando llegaron los boinas negras. Se lanzaron del carro con las tonfas en la mano, y repartieron patadas y piñazos a diestra y siniestra, incluso a menores de edad. Eso generó el descontento de los presentes, que dejaron al violador en segundo plano y empezaron a gritarles asesinos a los guardias y a lanzarles piedras.

Al principio eran unas pocas piedras que salían de techos y patios, pero luego la ira se generalizó, y todo el que encontraba un pedazo de ladrillo o piedra se lo arrojaba con odio a los guardias. Pero allí había algo más: era como una rabia contenida por mucho tiempo que por fin se liberaba, parecía un problema personal de cada cual y no una riña tumultuaria. La gente les tiraba piedras a los militares como al peor enemigo. Quizás porque muchos de los que estábamos allí habíamos sido en mayor o menor medida víctima de los abusos, el robo y la corrupción policial.

¿Por qué siguieron protestando cuando se llevaron al presunto violador?

A esas alturas la protesta ya había cambiado de objetivo, ya a nadie le importaba el violador. De hecho, hay muy pocos videos que filman el instante en que lo sacan de la multitud. Ya en ese momento a los que había que linchar era a los analfabetos engreídos del cuerpo de represores boinas negras, que están acostumbrados a dar golpes como esbirros que son y salir ilesos. Pero esta vez el tiro les salió por la culata, la gente no les aguantó la gracia. Por eso continuó la protesta, que paró solo cuando ellos se fueron. La gente ya estaba fuera de sí. Si no se van, a los que hubiéramos matado era a ellos, y no al violador.

¿Ahora sigue la represión policial contra los vecinos de Nuevo Vista Alegre?

Aquí en el barrio están diciendo que han comenzado a detener personas hoy [12 de febrero]. En medio del problema detuvieron a cinco personas. Y ahora muchos de los que estaban en los disturbios tienen miedo de lo que les pueda pasar.

DIARIO DE CUBA

Última actualización el Domingo, 16 de Febrero de 2020 01:27