¿ESTALLARÁ CUBA COMO LO HA HECHO IRÁN? Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Domingo, 20 de Diciembre de 2009 21:21


Jorge Hernández Fonseca

21 de Junio de 2009

 

¿Quién iba a imaginar que una sociedad tan cerrada como la iraní, teocrática y dictatorial, iba a estallar con a intensidad que estamos presenciando? Nadie podría imaginar que dentro de Irán --como sucede también dentro de Cuba-- la población estuviera mayoritariamente inconforme con las disposiciones limitantes impuestas por la cúpula gobernante. ¡Estábamos equivocados!

 

Aunque las ideologías que mueven a los regímenes iraní y cubano son diametralmente opuestas, hay un cordón umbilical que los une: el control dictatorial del poder, a través de un cuerpo élite represivo y policial. No importa que en Irán la cúpula gobernante haya ideado un sistema donde supuestamente se pudieran elegir libremente los políticos gobernantes. Siempre que hay dictadura (teocrática, o de partido único) los resultados electorales son controlados.

 

Ya había sucedido algo similar en el Irak de Saddam Hussein, que poco antes de su derrocada por los norteamericanos se había hecho elegir por el 99% de los votos en una pantomima de elección de partido único. En el caso de Cuba, el anciano dictador nunca tuvo esas pretensiones e implantó un sistema electoral indirecto, donde los principales cargos son “designados a dedo” por el partido, con lo que evita el riesgo que corren hoy los Ayatolas.

 

Es evidente la fragilidad del sistema dictatorial iraní al permitir el potencial acceso al poder político (incluso, siendo este poder parcial) de personas ajenas a la cúpula religiosa dominante. El candidato derrotado en las elecciones iraníes ha dado batalla al más alto nivel y ha arrasado consigo una parcela no despreciable de la población oprimida. Esta debilidad no existe en Cuba, donde los postulados, todos, obedecen a los intereses de la cúpula gobernante.

 

No obstante las diferencias entre los sistemas implantados en Irán y Cuba, la chispa para la explosión popular cubana pudiera devenir, no de un líder político fuera de la cúpula religiosa queriendo eliminar la absurda teocracia impuesta --como sucede hoy en Irán-- sino de un líder improvisado (civil o militar) que surgiría de las terribles condiciones por las que la dictadura quiere someter al sufrido pueblo cubano, a partir de las inéditas situaciones extremas por las que la dictadura castrista pretende castigar a todo el país durante el verano venidero.

 

Ya la dictadura ha dado muestras de una posible salida interna a la rebelión popular incentivando una estampida balsera (el reciente desembarco frente a la Oficina de Intereses de EUA en la Habana, es un ensayo) potenciado por las evidentes muestras de debilidad que el gobierno de Obama (comprometido electoralmente con el fin de las guerras) ha venido demostrando en los casos de Corea del Norte primero e Irán ahora (permitiendo lo impermisible) debilidad que los generales de Raúl tendrán en cuenta para sus decisiones.

 

¿Actuará Obama militarmente ante un éxodo balsero cubano incentivado (no por los generales de Raúl, sino por los hombres de Fidel para torpedear las relaciones Raúl-Obama)? Según lo que se deduce de las posiciones de Obama en conflictos más serios y peligrosos en Asia, con Corea del Norte y en el Medio Oriente, titubeante ante el fraude de Ahmadinejad, no lo hará.

 

En este hipotético caso, el peligro para la dictadura no vendría de su enemigo del norte, sino del liderazgo (civil o militar) que pudiera surgir dentro de la isla --que como en Irán-- podría enfrentar los cuerpos represivos de la dictadura de la manera que sólo sabe hacer un pueblo cansado de tantas limitaciones, afrentas y humillaciones, insurgiéndose contra sus verdugos.

 

Igual que el pueblo está luchando en Irán con dosis de heroísmo, pudiéramos despertarnos un día con una revuelta similar en la isla --de proporciones inimaginables-- que haría estallar finalmente la pesadilla castrista que se ha abatido artificialmente sobre toda la Nación cubana.