Por José Antonio Llorente.-

Chile acogerá el fin de semana del 25 al 27 de enero de 2013 la IV Cumbre Empresarial CELAC-UE a la que una numerosa representación de líderes empresariales acudirá para profundizar en las relaciones entre ambas regiones.

Con cerca de 300 empresarios y directivos que han confirmado su presencia en esta Cumbre, se pone de manifiesto el interés que el mundo empresarial tiene en el actual desarrollo de los mercados de Latinoamérica, no sólo debido a la profunda crisis por la que atraviesa Europa, sino, también, por las grandes oportunidades que aquel continente ofrece.

El evento se presenta como una oportunidad para reforzar los lazos económicos ya existentes entre ambas regiones ya que, no en balde, la Unión Europea es el segundo socio comercial de América Latina y el Caribe y el principal inversionista en esa Región.

De hecho, los temas principales de esta IV Cumbre serán las inversiones para el crecimiento económico, la inclusión social y la sustentabilidad ambiental, donde la Unión Europea, y por qué no, España, tiene los atributos y las claves para adquirir un papel todavía más protagonista que el que ha tenido hasta ahora.

La importancia de que las pequeñas y medianas empresas incrementen su actividad comercial y de negocio a ambos lados del Atlántico será otro tema fundamental de la Cumbre como también fue uno de los pilares temáticos de encuentros anteriores como el VI Seminario Internacional UE-América Latina o la Cumbre Empresarial de Cádiz del pasado mes de noviembre.

Esta apuesta por la inversión y el incremento de las relaciones comerciales entre ambas regiones pivotará, durante el desarrollo de las sesiones de la Cumbre, en torno a la inversión para el desarrollo del capital humano como base de la cohesión social y del desarrollo socioeconómico.

Además, y de forma complementaria, el fomento de la innovación, consustancial a todo modelo de crecimiento de calidad y sostenible en el largo plazo, será también objeto de atención en la posterior Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la UE, América Latina y el Caribe donde se constatará el interés por aumentar el presente diálogo bidireccional, que, en su momento, fue una iniciativa española lanzada en Chile, en el encuentro Iberoamericano de 1996, y que ya visionó las bondades de la alianza forjada en la actualidad.

El balance presente del estado de las relaciones existentes entre América Latina y la Unión Europea es extremadamente positivo. Sin embargo, todavía existe espacio y recorrido para un mayor incremento en la cooperación entre ambas regiones que multipliquen la generación de políticas e iniciativas que estrechen, aún más, los lazos de integración entre estos dos bloques con intereses comunes no solo en el terreno económico si no, también, en lo político, en lo cultural, en los valores y en el modelo de sociedad.

Romado de INFOLATAM