¿Por quién doblan las campanas en Alepo? Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Martes, 03 de Enero de 2017 11:46

Por Emilio Campmany.-

España sólo nos acordamos de las guerras cuando la televisión muestra sus desastres. De ahí que sea noticia la caída de Alepo, por los horrores que la tele enseña a la hora de cenar. El País se hace cruces ante la indiferencia de la comunidad internacional. Y El Mundo denuncia que Europa se llame andana. Para ambos, Rusia es culpable. A Irán lo mencionan, pero por alguna razón no lo consideran igual de responsable. Y eso a pesar de que El País admite que los causantes de las mayores atrocidades son los terroristas de Hezbolá, organización que todo el mundo sabe que depende de Teherán. El Mundo acierta a poner el dedo en la llaga al recordar la inactividad de Washington durante estos últimos meses, aunque lo explica por el síndrome de pato cojo de Obama y la incertidumbre provocada por la elección de Trump. No obstante, el mismo editorialista reconoce que el giro se produjo 2015, cuando Obama todavía no cojeaba y nadie esperaba que Trump ganara. Ninguno de los dos periódicos se pregunta qué pasó en 2015 que hizo que los vientos rolaran y soplaran desde entonces a favor del régimen de Bashar al Asad.

Si se repasa la agenda internacional, lo relevante de aquel año fue el acuerdo nuclear con Irán, firmado en julio. Existe la vehemente sospecha de que Obama no sólo concedió el levantamiento de las sanciones a cambio de la supuesta renuncia al programa atómico iraní. Cada vez está más claro que, entre las condiciones inconfesas, firmadas pero secretas, o simplemente tácitas, estuvo dejar las manos libres a Irán en Siria. Por eso, a partir de la firma del acuerdo, Putin incrementó la presencia de sus tropas allí. Por eso, Asad está ganando la guerra.

No sé hasta qué punto un realista podría considerar ventajoso este acuerdo, en virtud del cual Irán renuncia a su programa nuclear a cambio de que le esté permitido masacrar a los sirios. Lo que es insufrible, fastidioso y estomagante es ver cómo la izquierda llora las ruinas de Alepo, clama por las constantes violaciones de los derechos humanos y denuncia que no se acoge a los refugiados que el conflicto genera a la vez que se niega a ver lo que tiene delante de los ojos. Que no sólo es que el principal responsable de todo es Irán, el régimen que financia a Podemos. Sino que encima el culpable de que pueda hacerlo impunemente es Obama, que se lo consiente porque a ello le obliga un tratado que no tenía otra finalidad que la de demostrar que posee aquello de lo que sus antecesores carecieron, la capacidad de suscribir pactos con el régimen de los ayatolás. Claro que, a base de ceder, bien fácil es alcanzar acuerdos.

Cuando la izquierda oye doblar las campanas en Alepo, no debería preguntarse por quién doblan. Doblan por ella. Por ella y por su adalid, Barack Obama.

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