Por Julio San Francisco

Todos los grandes teóricos del Socialismo, desde Carlos Marx, Federico Engels, Vladimir Ilich Lenin, hasta sus antiguos y presentes teoriquillos, toda la teoría del Socialismo, después de su traumático transitar por la práctica en la desmoronada Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), Europa Oriental, si olvidar Cuba, China, Corea, que se mantienen en un estertor infinito, viene a desembocar en un ignorante payaso que, como todo mesías populista y mortal, enarbola una causa, una bandera, un discurso, una consigna y un “autor intelectual”, un “inspirador”, una musa de su locura ideológica. En el caso del Socialismo del Siglo XXI el Gran Mesías se llama Hugo Chávez, réplica burlesca del vil tirano Fidel Castro, la Gran Musa, Simón Bolívar, sólo que se equivocó el payaso en su intento de nacional patriotismo socialismo.

Bolívar no fue socialista pues defendió claramente, nítidamente, diáfanamente, inequívocamente, el modelo republicano, la Democracia, la Libertad, el respeto a los Derechos Humanos, la sociedad liberal del pasado que sería la actual Occidental, al afirmar "sus bases deben ser la soberanía del pueblo, la división de los poderes, la libertad civil, la proscripción de la esclavitud, la abolición de la monarquía y de los privilegios. Necesitamos de la igualdad, para refundir, digámoslo así, en un todo, la especie de los hombres, las opiniones políticas y las costumbres públicas". Estas afirmaciones del Libertador no dan lugar a ninguna duda.

Bolívar sostuvo que Venezuela se constituyó en "Una república democrática, proscribió la monarquía, las distinciones, la nobleza, los fueros, los privilegios; declaró los derechos del hombre, la libertad de obrar, de pensar, hablar y de escribir". El General fue, pues, también, un defensor de la libertad de prensa y de expresión que niegan, per se, el pichón de tirano Hugo Chávez y el Socialismo del Siglo XXI.

En otros documentos distintos al Discurso de Angostura del Libertador también se encuentran estas joyas bolivarianas. Por ejemplo, al renunciar a la presidencia, sin considerarse indispensable y sin negarse a servir a la nación, Bolívar sostuvo: "En este momento el jefe supremo de la república no es más que un simple ciudadano, y tal quiere quedar hasta la muerte. Serviré, sin embargo, en la carrera de las armas, mientras haya enemigos de Venezuela. Multitud de beneméritos hijos tiene la patria capaces de dirigirla: talentos, virtudes, experiencias, y cuanto se requiere para mandar a hombres libres, son el patrimonio de muchos de los que aquí representan el pueblo, y fuera de este soberano cuerpo se encuentran ciudadanos que en todas las épocas han mostrado valor para arrostrar los peligros, prudencia para evitarlos y el arte, en fin, de gobernarse y de gobernar a otros". Este es un clarísimo y contundente “No” a la reelección indefinida que pretenden Hugo Chávez, Evo Morales y compañía.

Por si aún queda alguna duda, Simón Bolívar igualmente “decretó”: “Un soldado feliz no adquiere ningún derecho para mandar a su patria. No es el árbitro de las Leyes, ni del Gobierno. Es el defensor de su Libertad. Eso lo dijo el 2 de Enero de 1814, pero el 15 de Diciembre de 1812 había sentenciado “Yo soy siempre fiel al sistema liberal y justo que proclamó mi pueblo”.

¿Han quedado claros los autollamados bolivarianos? ¿Se han enterado finalmente? ¿Han estudiado el pensamiento libertario de Simón Bolívar. O lo conocen y entonces son cínicos y farsantes, o no lo conocen y entonces son ignorantes y secuaces de tiranos.

¡Cuánto dolor ha costado al mundo durante cuántos años no haber escuchado las clarinadas de advertencia, estas alarmas de vida, contra el Socialismo y el Comunismo! ¡Qué lamentable! ¡Más lamentable sería que después del holocausto comunista del siglo XX se repita el nuevamente pretendido holocausto, el del Siglo XXI. ¡Dios nos libre!