Ecuador elecciones 2017: División opositora e incertidumbre oficialista Imprimir
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Viernes, 05 de Agosto de 2016 12:40

Por Rogelio Núñez.-

Las elecciones presidenciales de Ecuador, que tendrán lugar en 2017, están marcadas por la división entre las fuerzas opositoras anticorreistas y la incertidumbre oficialista en torno a si finalmente Rafael Correa será, o no, candidato a la reelección.

Las dos condiciones que se esperaban para las elecciones ecuatorianas de 2017 no se van a dar finalmente. La oposición, que parecía haber aprendido de la venezolana la necesidad de ir unida (como hizo la Mesa de Unidad Democrática frente a Nicolás Maduro) se ha ido separando y fraccionando.

Por otro lado, el correismo, que parecía condenado a buscar a un sustituto de Rafael Correa, quien no iba a concurrir a las elecciones de 2017, cada vez considera más un plan A al actual presidente y un plan B a figuras alternativas como Jorge Glass y Lenin Moreno.

Una reelección cada vez más cercana

Desde que fue reelecto en 2013, Correa sostuvo que no se presentaría a la reelección en 2017.

El propio Presidente lo anunció así: “Desde hace algunos meses yo vengo insistiendo que se ponga una transitoria en la enmienda que permite no la reelección indefinida -la reelección la deciden ustedes en las urnas-, la posibilidad de postularse sin restricciones… que por esta vez, en las elecciones de 2017, no puedan participar ni los asambleístas que están aprobando la enmienda y tengan dos períodos ni el presidente de la República que tiene ya también ya dos períodos, pero queda la posibilidad de reelegirse, no me interesa, yo quiero darle paso a otros cuadros, pero si es que la oposición impide la gobernabilidad de este país nos veremos nuevamente en las urnas, volveremos… Esa es mi postura al interior de Alianza PAÍS…”.

QUITO (ECUADOR) 24/05/2016.- EFE/José Jácome Sin embargo, los hechos han desmentido sus palabras. Primero porque el máximo organismo judicial de Ecuador dictaminó que, a través de un referéndum, los ecuatorianos podrán derogar una disposición transitoria que impide al actual presidente, Rafael Correa, presentarse a las elecciones del 2017.

La Corte Constitucional del país andino hizo público el dictamen sobre el pedido realizado en marzo por el colectivo “Rafael contigo siempre”, para permitir una nueva reelección de Correa, en el poder desde el 2007.

La Asamblea Nacional aprobó en diciembre varias enmiendas constitucionales, entre ellas una que permite la reelección indefinida a cargos de elección popular, pero incluyó una disposición que establece esa posibilidad a partir de mayo del 2017, impidiendo a Correa optar a la reelección en los comicios de principios de ese año.

El propio mandatario, un economista de 53 años que goza de una alta popularidad gracias a millonarios proyectos de inversión, dijo el año pasado que se retiraría “por lo menos un tiempo” de la vida política.

Sin embargo, el colectivo “Rafael contigo siempre” presentó la petición a principios de marzo y, el fin de semana, la Corte Constitucional resolvió que el pedido de la agrupación debe ser tramitado a través de una enmienda constitucional.

Además, el propio Correa ha sido muy ambiguo con respecto a su posible candidatura.

El presidente de Ecuador acaba de reiterar que mantiene su decisión de no buscar la reelección en los comicios de 2017, pero, a la vez, no descartó esta posibilidad si la Corte Constitucional anula una disposición que se lo impediría y si la oposición mantiene su actitud, que calificó de insultante.

“Mi decisión está tomada, pero que no se duerman sobre los laureles los mismos de siempre”, dijo en referencia a opositores que, según él, están siendo “tremendamente groseros” y “agresivos”.

¿Por qué esos vaivenes?

Como explica Simón Pachano en el diario El Universo “lo más significativo de esa declaración no está en el anuncio de la candidatura que, hay que insistir, nunca dejó de ser la primera opción. Aunque no le busquen ni le provoquen, el líder deberá sacrificarse nuevamente si el objetivo es que la revolución continúe. Sabido es que, cuando la magna humanidad de los caudillos abandona el escenario político, con ella se van también la patente y la marca. La cercanía de las elecciones y el escaso entusiasmo que despiertan los dos posibles sustitutos hicieron que la incontinencia pusiera al descubierto el papel de la Corte Constitucional en la estrategia oficialista. Ese es el núcleo de la cuestión”.

La oposición dividida

El triunfo de la Mesa de Unidad Democrática en las elecciones legislativas de Venezuela el pasado mes de diciembre pareció ser una lección para los anticorreistas quienes se dieron cuenta de que ir unidos sería la clave para ganar al régimen de la “Revolución Ciudadana”.

MANTA (ECUADOR) 10/05/2016.- EFE/Eduardo Santillán / PRESIDENCIA DE ECUADOR/ SOLO USO EDITORIAL / NO VENTAS Sin embargo, la unidad no ha cuajado… al menos por ahora.

De hecho, la postulación de Cynthia Viteri a la Presidencia de la República por el Partido Social Cristiano ha provocado que el grupo político Podemos, del prefecto del Azuay, Paúl Carrasco, haya dicho que deja en suspenso la relación con la Unidad.

Además, Compromiso Ecuador va por su lado e impulsa la candidatura presidencial del empresarioGuillermo Lasso para quien “la  verdadera unidad por la libertad y la democracia se concentra en Compromiso Ecuador. Ya somos 114 de la unidad que crece por la democracia, la libertad y el respeto a la libertad en el Ecuador”.

Al margen de la fuerzas de centroderecha, la izquierda no correista también tiene su propia estrategia.

Pachakutik (PK), Unidad Popular y Concertación podrían postular al historiador Enrique Ayala Mora.

Como apunta el analista Pachano, “los grupos de oposición, que comenzaron a dividirse porque confiaron ingenuamente en que el dueño de la marca no estaría en la partida, ahora harían bien en poner toda la atención en esa corta frase. Esas ocho palabras deberían resultarles suficientes para revisar sus cálculos y repensar sus estrategias. Hasta ahora todo lo han hecho bajo el supuesto de que el candidato será uno de los dos segundones que son fáciles de derrotar. Tanta ha sido su confianza que no han dudado en multiplicar las candidaturas aunque signifique dividir los votos. No se les ha pasado por la mente que podrían verse enfrentados al dueño de la marca, lo que significaría un escenario radicalmente diferente y complicado”.

A siete meses de la cita ante las urnas este es el panorama. Pero no se trata de una foto fija ni mucho menos. La candidatura de Correa es una posibilidad pero no una certeza y la división opositora viene determinada más por los personalismos que por la ideología. Aún existe mucho espacio por el que transitar para la política ecuatoriana.

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