Maduro no ha regresado con las manos vacías Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Domingo, 11 de Enero de 2015 12:43

Por Huber Matos Araluce.-

Dicen las noticias que Nicolás Maduro ha regresado con las manos vacías de
su viaje a China.  Lo dudo.  No creo que los chinos hayan perdido la
oportunidad de hacerle, al atribulado venezolano, proposiciones
interesantes de corto plazo y de largo alcance.  Habrían sido malos
comerciantes y los chinos tienen fama de ser muy hábiles.  ¿Quién perdería
la oportunidad de sentarse a negociar con el representante de un país que
está en la quiebra pero tiene las reservas de petróleo más grandes del
mundo?

China tiene necesidades energéticas insaciables. En mayo de 2014 firmaron
la compra de gas a los rusos por un valor estimado de 400 mil millones de
dólares. La entrega se extendería por tres décadas a un promedio de 38 mil
millones de metros cúbicos de gas al año. En noviembre pasado firmaron otro
convenio parecido y para finales de esta década Rusia puede estar enviando
anualmente a China 68 mil millones de metros cúbicos de gas. Esto nada más
representa un poco menos del 20% de la energía que necesita China.

Ya el gobierno chino ha prestado $42 millones a Venezuela de lo que este
país ha repagado $24 millones. Los chavistas ahora tienen una emergencia de
$16 mil millones. Si esto se compara con los cientos de miles de millones
de dólares negociados con Rusia el año pasado, el monto que necesita el
régimen chavista representa un porcentaje modesto.

Pero miremos el bosque desde lejos, en Latinoamérica China tiene dos
oportunidades estratégicas que le brindarían grandes beneficios durante
este siglo.  Una es un canal en Nicaragua y la otra son las reservas de
petróleo a precio de quiebra en un país controlado por los
castro-chavistas, es decir por amigos. Por el canal de Nicaragua los chinos
podrán transportar en sus enormes barcos hacia Asia y otros lugares, el
combustible comprado a Venezuela a precios de “viernes negro”.  No nos
sorprendamos si en el futuro los maoístas y los castro-chavistas anuncian
un convenio espectacular.

Se ha filtrado en las noticias que los chinos exigieron a Maduro el control
de la Zona de Desarrollo de Guayana, puede ser una fábula pero tendría
 sentido. Siempre habría forma de plantearlo,  a fin de cuentas el canal en
Nicaragua no es un proyecto del gobierno chino sino de un empresario de
Hong Kong que parece tener las conexiones para reunir los $50,000 millones
que dicen costará la obra.  El gobierno chavista puede justificar la
negociación con una empresa china que venga a poner orden en el caos creado
por el populismo chavista.

La propuesta de los chinos puede ser otra pero cualquier otra que fuera,
Nicolás Maduro no podía aceptarla en Pekín. Maduro tenía que regresar a
Venezuela y plantearla al grupo que lo mantiene en el poder.  La decisión
se tomará entre éstos y Raúl Castro y los suyos en La Habana.  Quizás a
Raúl le guste la idea pues la participación de China en la industria
venezolana de los hidrocarburos podría ser una garantía para la dictadura
en la Isla.

China invierte a largo plazo, lo ha hecho en Rusia sin preocuparle
demasiado si Vladimir Putin permanecerá en control en las próximas décadas.
Una negociación con Venezuela estaría garantizada por el poder económico
que tiene China y por el petróleo y el gas de Venezuela. Estén o no los
chavistas en el poder los venezolanos tendrán que honrar los compromisos
que haga Maduro o el que le siga en la presidencia.  En una reciente carta
<http://images.eluniversal.com//2015/01/08/carta-mcm-pres-china-ener2015.pdf>
al
dictador Chino Xi Jinping la dirigente opositora María Corina Machado le ha
escrito:

*“Puedo afirmar con responsabilidad que al  Iograr la transición hacia Ia
democracia, el nuevo gobierno de Venezuela honrará los compromisos asumidos
con Ia República Popular de China en términos que sean beneficiosos y
justos para ambas naciones”.*

Si la oferta “secreta” de China a Maduro se acepta o se sigue conversando,
a los chinos les sobra paciencia. Estuvieron negociando 10 años con los
rusos y fue en los momentos de crisis en el Kremlin que se llegó a un
acuerdo, por cierto muy favorable para el gobierno asiático.  Maduro y el
chavismo tienen una seria situación en sus manos, pero todavía el escogido
por los Castro tiene el 22% de aprobación, tiene las fuerzas armadas que lo
respaldan y también el aparato represivo.

Mientras Raúl Castro lo apoye, la OEA siga controlada por pusilánimes y el
presidente Obama continúe su política de acercamiento y flexibilización con
el dictador cubano, no veo la razón por la cual Nicolás Maduro tenga que
preocuparse. Quisiera equivocarme.

Por Huber Matos Araluce