CHÁVEZ Y EL AUTO-GOLPE CON RAMIRO VALDÉS Imprimir
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Lunes, 08 de Febrero de 2010 10:52


Por ALBERTO MULLER

Hay una variedad de lecturas interesantes sobre la visita del represor cubano, Ramiro Valdés, a Venezuela. Y en cada una de ellas, hay visos de autoritarismo e ingobernabilidad:

Unos piensan que ante la pujanza del movimiento universitario de protesta, que ha colocado en la conciencia nacional del país, la frase que tanto molesta al presidente Chávez, diciéndole ‘que está ponchao’, las credenciales de un represor como Ramiro Valdés en Venezuela serían para neutralizar al movimiento estudiantil con la experiencia represiva castrista.

Otra lectura, tal vez la más tenebrosa, es que ante la impopularidad creciente del presidente por la inseguridad del país, la corrupción generalizada, la inflación galopante, la crisis energética y el declive de la producción petrolera, que indican la posibilidad de que Chávez pierda las elecciones parlamentarias del mes de septiembre, Ramiro Valdés llega a Venezuela para preparar el autogolpe chavista y así ayudar a Hugo Chávez a perpetuarse en el poder como Fidel y Raúl Castro.

Y una tercera interpretación de la presencia del comandante Ramiro Valdés en Venezuela, un genocida reconocido y creador de los servicios de seguridad cubanos, es que ante la grave crisis de gobernabilidad venezolana, con el descontento en las Fuerzas Armadas y en la población, unido a la crisis cubana por el colapso económico en la isla, los dos países intentarán una maniobra de unión política que violaría tanto la soberanía de Cuba como la de Venezuela.

En las tres lecturas el golpe de fuerza que preparan Hugo Chávez y Ramiro Valdés en Venezuela, conlleva instaurar el totalitarismo marxista leninista en la tierra de Simón Bolívar.

Ramiro Valdés de 78 años de edad es el vicepresidente del Consejo de Estado en Cuba, convertido en el sucesor lógico una vez que desaparezcan los hermanos Castro.

Sus méritos revolucionarios se reducen a la eficiencia represiva de la seguridad del estado cubano, con miles de fusilados y cientos de miles prisioneros políticos.

En esta tarea de pisotear y reprimir al pueblo cubano, Valdés contó con la colaboración de la desaparecida KGV soviética, la STASI alemana y otras agencias de inteligencia de los países del este comunista.

El delicado problema en Cuba, es que el castrismo no puede darse el lujo de que Chávez pierde el poder, pues entonces Cuba se hundiría en un caos irreversible por el fin de los subsidios chavistas.

El presidente Chávez ha rechazado con su histerismo acostumbrado, las críticas contra la presencia en Venezuela de Ramiro Valdés y reafirmó que la presencia de Valdés es parte de los acuerdos de colaboración y cooperación entre ambos gobiernos.

La famosa frase de Fidel Castro, cuando traicionó los principios democráticos de la revolución de 1959, con ‘elecciones para qué’ y se lanzó por el mundo autoritario de Stalin, está ya en la mente del presidente Hugo Chávez.

El famoso guerillero Américo Martín, declaró que nadie entiende la misión eléctrica encomenda por Hugo Chávez al comandante Ramiro Valdes, cuando el gobierno cubano no ha sido capaz en 50 años de existencia, de ofrecer electricidad al pueblo cubano.

Confiemos que la movilización del pueblo venezolano, en pie de lucha, pueda impedir esa macabra intención de llevar a Venezuela por el camino castrista.

Última actualización el Lunes, 08 de Febrero de 2010 10:56