Entre apagones y devaluaciones Imprimir
Escrito por Fuente indicada en la materia   
Domingo, 17 de Enero de 2010 11:23

Por FERNANDO OCHOA ANTICH.

No soy economista, mucho menos ingeniero eléctrico. Las opiniones que voy a emitir no son de un experto, sino de un simple ciudadano que, de la noche a la mañana, empieza a comprender que la destrucción nacional ha llegado a tal nivel que no tiene fácil solución. Un invitado, a uno de los tantos programas que en la televisión empiezan a analizar la difícil situación que vive Venezuela, decía una gran verdad: la solución de tan complejos problemas sólo tiene una alternativa: cambiar de régimen político. No es posible que continúe en el ejercicio del poder un presidente y un equipo de gobierno que no ha sido capaz de solucionar ninguno de los grandes problemas nacionales que nos aquejaban en 1998, sino que, por el contrario, los ha incrementado, creando, además, otros de mucha mayor gravedad. Esta dolorosa realidad no tiene fácil explicación, ya que nuestro país ha recibido inmensas cantidades de dinero en razón al alto precio del petróleo.

Desde hace algunos meses, se venía amenazando con racionar la electricidad. Desde el principio, para no demostrar la incapacidad gubernamental, se justificó la crisis eléctrica como consecuencia de un fenómeno climático: "el Niño". Es cierto que el país está viviendo una de las grandes sequías de su historia, pero eso no justifica la falta total de previsión gubernamental. Si se hubieran realizado las inversiones requeridas, con el excedente en el ingreso que hubo, se hubiera podido terminar un conjunto de represas para garantizar una suficiente generación eléctrica y modernizar el sistema de transmisión. Otra justificación que se ha querido dar a la crisis es el incremento en la demanda como consecuencia al crecimiento del PIB. Eso es falso. Algunos técnicos han comparado el incremento en el consumo de energía eléctrica en Venezuela: 1968 -1988: promedio 10%; 1988 - 1998: promedio 5,5%; 1998 - 2008: 4%. Verdades dolorosas.

La devaluación del bolívar sorprendió a la opinión pública. Las declaraciones del propio Hugo Chávez la descartaban totalmente. No fue así. El bolívar se devaluó 100%, aunque maliciosamente mantuvo su mismo valor para algunas adquisiciones. Los áulicos del gobierno han defendido la medida diciendo que la oposición es contradictoria: "por muchos años pidieron la devaluación y ahora que ocurre la critican severamente". Eso es falso. La oposición ha tenido sobre ese punto una posición transparente: liberar el cambio y fortalecer la confianza para lograr inversiones a largo plazo en el sector privado. Eso está muy lejos al control de cambio, la prédica socialista y las medidas atentatorias de la propiedad privada. Para colmo del cinismo, se aduce que la devaluación busca fortalecer la producción nacional. Dejémonos de tonterías. Se trata de una acción electoralista. Se multiplica la capacidad económica del gobierno, para tratar de ganar las elecciones parlamentarias.

El panorama político está perfectamente definido. El régimen utilizará, sin ningún tipo de escrúpulo, inmensas cantidades de dinero público y todas las triquiñuelas necesarias para ganar las elecciones parlamentarias. Conocen perfectamente que perder dichas elecciones significaría el inicio del fin. La oposición ha definido un objetivo y una estrategia para ganar esas elecciones: lograr, ante la ineficiencia del gobierno, que las mayorías populares entiendan que existe un camino diferente para alcanzar su bienestar e inclusión social. Ese objetivo exige una estrategia con tres elementos fundamentales: una firme unidad de todos factores de la oposición, un excelente programa de acción parlamentaria que muestre las características positivas de un nuevo gobierno, y una eficiente campaña de propaganda que permita convencer a ese vasto mundo de chavistas que se han ido, poco a poco, decepcionado, ante los graves hechos de corrupción e ineficiencia del régimen "socialista".

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Última actualización el Martes, 26 de Enero de 2010 10:55