La pelea en el PAN afecta a la gobernabilidad de México Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Viernes, 25 de Abril de 2014 15:18

Por Rogelio Núñez-.

La guerra interna que vive el Partido Acción Nacional tiene repercusiones que van más allá de esta agrupación y golpea directamente el proyecto reformista que encabeza el presidente Enrique Peña Nieto.

El PAN celebra elecciones internas el próximo 18 de mayo en las que se enfrentan el ala calderonista (vinculada al expresidente Felipe Calderón) y que lleva como candidato a Ernesto Cordero y al ala maderista que lidera el actual máximo dirigente panista Gustavo Madero.

Este proceso traumático qu vive el panismo confirma la frase de que los enemigos suelen estar en el interior del partido mientras que los rivales se sitúan en el resto de fuerzas.

Madero vs Cordero

La victoria de uno u otro tendrá repercusiones directas sobre la gobernabilidad del país. Fundamentalmente porque Madero apostó a mantener una alianza con el presidente Peña Nieto para ayudarle a sacar adelante las reformas en el Pacto por México.

Cordero, y el calderonismo, nunca vieron con buenos ojos esa alianza que servía a su viejo enemigo (el PRI) y que posibilitaba sacar adelante unas reformas que trató de impulsar Calderón quien se encontró con el boicot del priismo entre 2006 y 2012.

CIUDAD DE MÉXICO (MÉXICO), 29/04/2013.- EFE/Alex Cruz

El presidente del Partido Acción Nacional (PAN), Gustavo Madero Muñoz.

Por contra, Madero se enorgullece abiertamente de esa colaboración.

Ante la pregunta del diario El Universal sobre si coogobierna con el PRI, su respuesta fue clara: “Pudimos impulsar (hoy) más que en los 12 años que gobernamos. La agenda del PAN avanzó en los 12 meses que dejamos de gobernar”.

Por contra, Cordero rechaza la vía colaboracionista con el ejecutuvo: “Queremos ser un contrapeso al PRI y no comparsa, el PAN no quiere ser comparsa del PRI. La visión de partido que queremos es lo que decidirá la militancia”.

Incluso, ha establecido una alianza de facto con la izquierda de Cuauhtémoc Cárdenas y de Andrés Manuel López Obrador, para obstaculizar las reformas de Peña Nieto.

Y esto ha sido aprovechado por Madero para lanzar una andanada contra su rival: “Criticamos a Andrés Manuel López Obrador por eso, porque no aceptó un resultado electoral, porque no aceptaba las instituciones democráticas que nos hemos dado los mexicanos. Los panistas así pensamos; creemos en las instituciones, respetamos a las instancias”.

La guerra sucia

La guerra sucia también ha estado presente en todo este proceso. Cordero habría contratado a un especialista en esas artes, como el español Aleix Sanmartín, quien estuvo detrás de un spot en el que se ridiculizaba a Gustavo Madero.

Ernesto Cordero, rival de Gustavo Madero en la elección interna

Ernesto Cordero, rival de Gustavo Madero en la elección interna

Justo en ese contexto es cuando ha estallado el caso Oceanográfica que golpea a Cordero y sobre todo a su mano derecha, el ex gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva.

Y como resultado de todo ello, el diario Excelsior informaba en abril que las diferencias políticas en el interior del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN) en el Senado habían causado el frenazo de las leyes electorales y de competencia económica, e impidieron la instalación de la mesa especial de negociación en telecomunicaciones.

Estas pugnas -continúa el periódico- son consecuencia de la sucesión en la dirigencia nacional del PAN, de cuyo resultado depende la negociación de las reformas. El corderista Roberto Gil Zuarth desconoció los acuerdos asumidos por el maderista Héctor Larios con el gobierno, el PRI y el PRD, lo cual empantanó las negociaciones de las leyes.

Esta situación confirma que los problemas internos en el panismo acaban siendo problemas de ámbito y alcance nacional.

Como señalara el analista Ricardo Alemán, “el PAN vive una fragmentación entre tribus y una guerra entre hermanos que apunta a una ruptura inevitable en las próximas semanas. Lo peligroso es que la fragmentación del PAN no solo se da entre “calderonistas” y “maderistas” –lo cual sería una disputa saludable–, sino que los pupilos de “Calderón” y de “Madero” han involucrado en la disputa azul a las llamadas izquierdas, por un lado, y al PRI, por el otro”.

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