JUAN FORMEL Y LOS “VAN VAN” EN MIAMI. UN ENFOQUE Imprimir
Escrito por Fuente indicada en la materia   
Martes, 02 de Febrero de 2010 10:10

Poe JORGE HERNÁNDEZ FONSECA

Acaba de escenificarse en un céntrico teatro de Miami, la presentación de Juan Formel con su orquesta “Los Van Van”, precedida de una polémica en torno a su papel, ahora, en la capital del exilio histórico cubano. Es claro que los exiliados tienen derecho a manifestarse de la manera que lo hicieron, cuando se trata del director de una importante orquesta de la isla, que quedó comprometido al firmar una carta de apoyo –por cobardía o convicción-- a los fusilamientos de tres jóvenes cubanos que no habían cometido delito ninguno para merecer la pena la muerte.

 

Junto a Formel padre, el exilio tuvo que engullir su hijito, ahora director “hereditario” de la orquesta. Asesino convicto y confeso de una anciana indefensa en Cuba, Formel hijo es el prototipo del “hombre nuevo” del comunismo cubano. Hace y deshace en la isla sin que le suceda nada, como corresponde a los hijos de los que hoy oprimen nuestra querida patria.

 

Son razones de peso. No obstante lo anterior, hay aspectos en lo sucedido que me gustaría analizar. En primer lugar, nadie duda que la falta de divisas frescas en los cofres de la dictadura es el motivo originario de esta presentación de artistas de la isla en EUA. En segundo lugar, hay mucho de provocación contra el exilio histórico, en el hecho de decidir presentarse precisamente en Miami, lo que justifica la animadversión de sus líderes contra la orquesta.

 

Sin embargo, esos dos factores no son --ni únicos ni definitorios-- analizados desde el punto de vista de los músicos implicados y de la grave situación económica, moral y social, porque la que atraviesa la isla hoy. La situación general en Cuba no solamente es mala para la dictadura, que carece de divisas y de apoyo. Es complicada adicionalmente para los residentes de la isla --para todos-- músicos y no músicos. Por eso me gustaría ponderar las causas y consecuencias de lo sucedido en esta semana en Miami a la luz de un enfoque más amplio y abarcador.

 

Juan Formel no sólo tiene un hijo asesino. Tiene también una hija viviendo en Miami. Quizá ella se considera “emigrante” y no exilada, pero eso no resta en nada al hecho que las autoridades comunistas cubanas la consideren una “gusana de Miami”. El hecho que Formel la hiciera subir al escenario, diciendo que él también era “víctima de la división familiar” y que se “encomendara a Dios” para agradecerle el permitir esa unión con ella, es sintomático de un momento especial.

 

Es el momento especial que viven todos los que residen en la isla. Tanto Formel como el resto de los cubanos comprometidos con los crímenes de los hermanos Castro, probablemente hayan decidido comenzar su exorcismo que los redima del pasado. Formel no es una excepción. No sólo hizo subir al escenario a su hija, también saludó públicamente a dos importantes músicos cubanos “quedados”; hizo subir al escenario a un ex integrante, fundador de su orquesta, también “quedado” en Miami; dijo que “era de aquí y de allá”; había dicho en entrevista con la prensa que estaría dispuesto a cantar con Willy Chirino y con Gloria Estefan y que abogará por la presencia en la Habana de músicos del exilio. No es poca cosa en Cuba.

 

Claro que todo pudiera no pasar de una estrategia para garantizar la necesidad que tiene la dictadura de que sus artistas sean aceptados en Estados Unidos. Pero también pudiera ser que, en el interior de cada cubano, haya llegado el límite del fingimiento (sin que esto exima sus culpas anteriores, todos tienen un límite) máxime cuando la dictadura se desgaja a pedazos sin ofrecer nada a quienes mantengan la actitud que siempre el dictador ha exigido a sus incondicionales y cuando todos saben que a la muerte de Fidel, todo puede suceder.

 

Hasta hoy todas las acciones en Cuba han sido precedidas de “órdenes superiores”. La sociedad civil no existe, fuera del reducido grupo de opositores vigilados hasta la saciedad. Pero la fuerza sociológica es más poderosa que la coacción mantenida indefinidamente, hasta que el dique ser rompe, aún sin estrépitos, a través de pequeñas acciones contestatarias de reafirmación, antes prohibidas y auto censuradas, que ven la luz como destellos inocentes, cuando en realidad surgen de lo profundo del cansancio y la desidia por la falta de sensatez propia.

 

Es difícil esperar una reacción violenta de parte de la sociedad civil cubana. Sin embargo, pequeños gestos de protesta auto reprimidos antes, surgen ahora como descubrimientos, como verdaderos hallados, que se asumen como un exorcismo necesario a la auto reafirmación. La sociedad civil en Cuba ha comenzado a tratar de hacer su voluntad “por fuera”, como se hace todo en la isla, muestra de lo cual pudiera ser esta reacción inexplicable de Formel en Miami.

 

El enfoque anterior no da ni tira razones a Formel para su proceder anterior. Lo que señala --de estar en lo cierto-- es el camino de reblandecimiento de una buena parte de la minoritaria población cubana que aún apoya la dictadura, que ha comenzado a pensar con su cabeza propia y no con las consignas sin sentido a que eran obligados a seguir ciegamente. Es la aparición en la zona consciente del pensamiento positivo de todos los cubanos, relativo a los verdaderos valores que tenemos sobre la Nación, la patria, el exilio y el fracaso de la revolución.

 

 

Artículos de este autor pueden ser consultados en http://www.cubalibredigital.com

Última actualización el Martes, 02 de Febrero de 2010 10:22