FLATUS ET LUCTUS. LUTO Y ORGULLO. Imprimir
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Miércoles, 13 de Enero de 2010 21:42

Por OSWALDO YÁNEZ

El supremo hacedor la llamó a su lado, antes la privó de su conocimiento con un derrame cerebral, no podía ser de otra manera, Dios sabía que haría caso omiso al ángel de la muerte, le hubiera respondido con una hebra de voz, no sin mis hijos y mi patria en Libertad, su voluntad era inquebrantable.

Rondaba la treintena cuando cambiamos a un tirano por otro, ella manifestó una vocación democrática que marcó la educación de sus cinco hijos: Juan Francisco, Guido, María Victoria, Miguel y Ariel, fruto de su matrimonio con Liberato Sigler Conde. Ni la enfermedad de su esposo, ni los esfuerzos del castrismo para que depusiera su actitud la alejaron de su senda.

Al ser apartada de la fuerza laboral estatal aprendió a sobrevivir a espaldas del régimen, las necesidades y padecimientos no hicieron mella en su ideario, la denostaron y apalearon por defender a los marielitos que abandonaban nuestra patria, para ella solo ejercían su libertad, los furibundos comités aplicaban un acto de repudio tras otro apoyados e instigados por la Seguridad del Estado, todo fue en vano.

El dieciséis de noviembre de 1996 fundó el Movimiento Independiente Opción Alternativa junto a su prole, un grupo que defendía los Derechos Humanos mediante la práctica de la desobediencia cívica pacífica, un pecado capital para los represores castristas que jamás le perdonarían pues sus contactos se multiplicaban fuera de Matanzas, era algo que debían erradicar...

El veintidós de enero del año 2000 realizaba un ayuno de oración para solicitar la libertad de sus hijos Guido y Ariel y Oscar Elías Biscet, en compañía de sus hijos Juan Francisco, Miguel, algunos familiares y otros opositores, en el exterior los rugidos barruntaban que la fiera estaba a punto de perder el control, los agentes de contrainteligencia azuzaban a los voluntarios de los comités de defensa, las piedras presagiaban lo peor y con un estruendo estalló el pandemónium.

La incontrolada, ebria y violenta turba forzó la entrada del domicilio, Gloria fue la primera en ser derribada, las anónimas piernas patearon su cuerpo, una fue definitiva, quebró una de sus vertebras condenándola a no volver a caminar jamás, sus hijos no corrieron mejor suerte en cuanto a la golpiza, pero sus huesos rotos no tuvieron lesiones de tanta gravedad, lo peor fue para su madre.

Lejos de amedrentar a la familia la invalidez de la madre les hizo cobrar fuerzas, la silla con ruedas se convirtió en su compañera de vindicación, un mudo testigo de la lucha de una mujer por la democracia y la Libertad, desde ella tuvo que contemplar como el aparato de contrainteligencia se ensañaba con sus hijos, la infausta primavera negra se llevó definitivamente a Guido y Ariel.

Desde su trono rodante siguió peleando, visitaba a sus hijo cuando el criminal sistema lo permitía y cada peregrinación a las ergástulas castristas le clavaba una espina en el corazón, el alma se le partía al ver en lo que los carceleros habían convertido a sus hijos, auténticos cadáveres andantes, pero ni eso le permitieron a Ariel, como su madre ya no puede ni caminar, el antiguo púgil ha sido virado a la lona a base de torturas y maltratos indescriptibles.

Gloria se unió a las Damas de Blanco sus ruedas abrían camino, sus manos apenas con fuerzas para sostener el gladiolo era el símbolo del triunfo de la voluntad, los cánticos ofensivos no la impresionaban, al fin y al cabo los había escuchado más de veinte veces dedicados en exclusiva a su persona, cuando caminaba con las mujeres de los presos políticos sabía que la voz de los abusadores perdía fuerza día a día.

Estas jornadas en que los monos chiflan, no de hambre sino también de frío, han sido los últimos vividos por Gloria, se sentía mal, al punto de no poder visitar a su hijo, quizás se esperaba algo, acaso no, pero lo cierto es que ya está en compañía de Mariana Grajales, tal para cual, que dirán los poetas, pues aunque el censor traté de emborronar las cuartillas, serán ríos de tinta los que glosen la vida de esta Mambisa del siglo XXI, su legado vive en sus hijos, nietos, biznietos y en otros tantos compatriotas que la admirarán por siempre.

Hasta los oficiales tuvieron que torcer el brazo y permitir que los hijos presos de la Dama acudieran a su velatorio, con nocturnidad y alevosía, por separado y custodiados por decenas de uniformes, sus vástagos pudieron decirle el último adiós a su madre del alma.

Contemplaron el féretro con la bandera patria cubriéndolo, con guardia de honor, no en vano hablamos de una heroína que hasta su ultimo aliento deseó y pidió la liberación de los injustamente encarcelados, democracia y libertad, las muestras de afecto que recibieron fueron abrumadoras, incluso a pesar de ver el fantasma de Ariel entrando en la camilla las condolencias y las muestras amor y respeto de sus compatriotas fueron harto numerosas.

Las consignas democráticas y libertarias se comenzaron a escuchar con timidez pero fueron ganando la fuerza necesaria para hacer recular al aparato de seguridad, el momento más álgido fue durante el entierro, allí la retirada fue más acusada; la moral de los agentes no puede ser más baja, algunos defienden su actuación en público pero saben y reconocen en privado que su conducta es deleznable, condenable, reprochable, inexcusable e injustificable.

Las detenciones preventivas para impedir el recuerdo a Miguel Tamayo Valdés, los secuestros y palizas que reciben Antunez y su esposa, las amenazas para impedir actividades relacionadas con los Reyes Magos por diversas asociaciones y las coacciones recibidas a lo largo y ancho de mi patria a los periodistas independientes y blogueros eran en principio el tema de mis letras pero he decidido hablar de Gloria.

No en vano ha sido dicho, verba volant, scripta remanent sed exempla trahunt, las palabras vuelan, lo escrito permanece pero los ejemplos arrastran; recordar a Gloria es necesario para todos los que enfrentamos el tiránico régimen de terror que nos sojuzga, recordar su fuerza nos alentará a transitar el camino a la Libertad por este valle de lágrimas al que nos ha avocado el tirano en jefe y sus dislates.

Los cubanos estamos de luto pero no podemos evitar sentirnos henchidos de orgullo, Gloria era nuestra compatriota y mientras nuestra patria sea capaz de alumbrar a personas como ella nada puede amilanarnos, sabemos que es nuestro derecho y nuestro deber liberar nuestra tierra, los mártires nos contemplan desde el cielo y no podemos defraudarlos, Gloria lo haremos en tu nombre y en el del resto de cubanos que murieron sin poder ver a nuestra Cuba liberada de la lacra que nos oprime.





Dulce et decorum est pro patria mori. Ad perpetuam Gloria Amaya memoriam.

Dulce y decoroso es morir por la patria. En perpetuo recuerdo de Gloria Amaya.



Oswaldo Yáñez.

Ciudad de La Habana.

A diez de enero del año de la inminente libertad para todos los cubanos.

Última actualización el Miércoles, 13 de Enero de 2010 21:45