PEQUEÑA SERENATA NOCTURNA Imprimir
Escrito por Fuente indicada en la materia   
Domingo, 20 de Marzo de 2011 12:54

Por José Antonio Gutiérrez Caballero

 

(De un poeta exiliado cubano a un furibundo y malgastado trovador burgués)

 

Malgastado trovador, Silvio --El Lejano--, nos topamos y conversamos más de una vez, en la sitiada y citada isla de Cuba, por nuestro amigo mutuo, el cantante Augusto Blanca, pero la primera presentación ocurrió, entrada la década de los ochenta, mientras éste preparaba su disco Puñado de semillas, un tiempo después de haber tenido tú un concierto, en el Teatro Carlos Marx, donde te indispusiste, con algunos espectadores, quienes, mientras cantabas la “Canción del Pequeño Burgués”, te gritaron: “Silvio, predica con el ejemplo”, y tú montaste en cólera, lanzando un vaso de ron, que tenías bien cerca de tu amargo corazón, y dejaste de cantar, diciendo algunas groserías e improperios al público presente, que en verdad nunca lo mereció.

Algo parecido te ocurrió hace unos años, pero en aquel caso, sucedió como en un castillo de naipes. El cubano de a pie era quien arañaba y ensuciaba tu auto, dicho por ti mismo a nuestro amigo, e incluso, el Granma te solicitó pedir una disculpa al pueblo, y tuviste que retractarte públicamente, en una carta, que debe andar, por uno de los mohosos ejemplares de dicho diario, en la Biblioteca Nacional “José Martí”, si nuestra Polilla Cubana, no ha logrado desaparecerlo aún.

Incidentes casuales, que se vuelven causales, cuando apenas sabía yo, que el tiempo y las circunstancias nos distanciarían tanto, sin embargo, ahora estamos bien lejos, desde todos los puntos de vista, pero ello no me exonera de plantearte algunas censuras e ideas, sobre lo que vienes manifestando, en especial, cuando dijiste, va a hacer ya un año exactamente:

 

“Silvio Rodríguez: Preguntas de un trovador que sueña

Si el flautista de Hamelín partiera con todos nuestros hijos ¿comprenderíamos que se nos va el futuro?

Si ese futuro que se nos va supiera adónde lo lleva el flautista de Hamelín ¿partiría con él?”

En este proemio de tu poema, publicado el 30 de marzo del 2010, en el Blog Kaos en la Red (leído igualmente por ti, durante el Concierto por la Patria, del pasado 10 de abril), y en donde increpas a Carlos Alberto Montaner, expusiste tu soterrada alegoría del Flautista de Hamelín, con la Generación Peter Pan, que seguramente muchos jóvenes de la Cuba actual no conocen, como tampoco llegué a saberla yo, sino cuando salí de la isla, sin dejar “enterrado mi corazón”, que siempre ha sido libre, porque he bebido, en Martí, que la “Patria es Humanidad”, e incluso, para mí es mucho más que eso, por tanto, creo que “soy un puerto del paisaje, donde ataca el universo”.

 

LA PARABOLA DEL HORTELANO

De modo que el futuro nunca parte, si nosotros mismos no condicionamos nuestro presente, o lo hacemos posible, con certezas de otra índole, sin encantadores de serpientes, flautistas de Hamelín o La Habana…Qué más da el sitio, si luego de encandilar a las ratas, los Fidelistas-Raulistas la han emprendido con la infancia y la juventud, hace unas cuantas décadas sin cuenta, tras una doctrina, que nos cuesta aprehender, cuando crecemos y abrimos los ojos, como el archiconocido cuento popular de los gatitos comunistas.

Y yo podría hablarte igualmente de la parábola del Hortelano, que come, pero no nos deja comer (suficiente, quiero decir), de la Cárcel de Pandora, donde el cruel Cronos consumió antes a sus hijos, cual generaciones enteras de cubanos, mientras esperaban por el Zeus, que los devolviera a la vida, en medio de tanta incertidumbre y desesperación, cuando resulta que éste se nos aparece, con cara de Raulismo nepotista, en realidad, un perro peor que su amo hortelano, quien tampoco nos ha dado o dejado mucho de comer y componer.

Para fabular estamos los poetas y los trovadores, depende de cómo, por, para qué y para quién queramos cantar, porque hace un tiempo que me he percatado que ya no cantas para ti, para tu pueblo, sino que eres cuasi el perro de ese Hortelano, que también come y no nos da de comer, por eso, no sé si sabes que cuando dijiste “¿Zapata o Zapatero?”, yo entendí lo que quisiste decir…Y nosotros te respondemos, igualmente, con “Zapata Vive”, nuestra consigna plural, por estos días, porque el nombre de Orlando significa “la espada que representa a un país, o quien otorga gloria a su patria”.

Hasta tu propio hijo, Silvito (El Libre), es la respuesta más contundente a tu condena, pues sus textos no serán tan poéticos ni densos, como los tuyos, pero al ser directos, van al corazón de un pueblo, cuya mayor necesidad es ésa, que se ocupen de ellos, que los tomen en cuenta y les canten, con sus propias palabras y lamentos, sobre todo en este tiempo.

¿No has escuchado bien, o transcripto, la letra de la canción “Héroe”, de 2009, que interpreta Silvito, junto a Al2, de Los Aldeanos, en su propuesta de KbaYros (Caballeros)? Te propongo que lo hagas, leyéndolo entre líneas, por supuesto.

Con semejante discurso, de una generación que nos sucede a ambos, con creces, no habría que decir más, pues en sus palabras, ya está denunciado todo, mas como las diatribas y conciertos van y vienen, en este falso intercambio cultural, entre Cuba y los Estados Unidos, me parece que lo importante aquí es que los presos y huelguistas quedan en su lugar, mientras nosotros nos debatimos, como si hubiera demasiado tiempo, y ni siquiera existe ese “tempo” hipotético, para detenerlo todo, como en los cuentos de hadas, estilo Flautista de Hamelín, en que de un tirón llevas a las ratas, hasta un río o el mar, para que se ahoguen, a cambio de una cierta suma de dinero. Y luego, por venganza, llegas cualquier 23 de junio, tres días antes de que tenga lugar la verdadera historia del Flautista Cazador, a llevarte algunos sueños de infancia y juventud (nunca los míos), por unos míseros reales, que nuestras generaciones de Cuba jamás recibirán, ni un porcentaje ínfimo.

LOS VIVIDORES DE FAMELIN

Aquí no estamos hablando de remesas, ni de bloqueo. Sin y con embargo, eso es lucrar, amigo trovador, convertido en burgués socio-capitalista. Eso es aprovecharse de la nostalgia y la añoranza de aquellos que te siguen, aún después de todo lo que has manifestado acá, acullá, por éste, otros días o años.

Igualmente, al retomar los temas cubanos, te devuelves a una dicotomía, que consume a muchos intelectuales vividores de la isla, verdaderos “Raulistas de Famelín”, como tú, quienes no reconocen las monstruosidades de un sistema, que se está extinguiendo a sí mismo, y anda devorándolos a todos, por su necedad de no evolucionar, ni entregar el poder, para que se realicen elecciones libres y se constituya una verdadera transición a la democracia, con los derechos y libertades necesarios, en el marco de una independencia plena, revestida de principios y valores universales, con gente nueva y capaz, cuyos ejemplos son ya visibles dentro del país igualmente, aunque no reconozcan a esta pujante oposición interna.

Claro, ya la verdad no se puede tapar, con una canción protesta, menos con una trova de las de ahora, en una isla cárcel, que tiene más de una centena de cárceles, entre correccionales o prisiones de mayor y menor rigor, respectivamente, en donde se encuentran todavía recluidos una centena de seres humanos, tan sólo por oponerse al régimen opresivo y represivo de los Hermanos Castro, mientras ya han excarcelado a más de cincuenta prisioneros, con la condena de un destierro forzoso, noticia que no te puede causar ningún susto, dada tu condición de embajador del régimen y de una Asamblea Nacional, que sólo da de comer “ideologemas” al pueblo, en su inaguantable Mesa Redonda, cuando la cesta básica de alimentos no cubre los mercados, ni las barrigas populares.

Es que no tienen, Silvio --El Vivo--, ese futuro del que ahora tú hablas, por si se aparece de nuevo el Flautista de Hamelín, una parábola muy justa, en muchos sentidos, que se cumplió, en parte, cuando la oleada de los Peter Pan arribaba a Miami, siguiendo las pautas o los “sol-nidos” del padre Bryan Walsh, estratégica maniobra, coordinada entre el Gobierno Federal de los Estados Unidos, la Iglesia Católica y los cubanos exiliados, por la cual más de 14,000 niños fueron llevados, de Cuba a los Estados Unidos, durante los primeros años de esa Revolución de la que aún tú, nefasto Silvio –El Cuervo--, te vanaglorias.

UN LIDER QUE HACE PROMESAS IRRESPONSABLES

Por eso pienso, Silvio --El Listo--, que luego de haberte yo colocado el epíteto de El Raulista de Famelín, me he quedado corto, porque hubiera sido preferible aprovechar el término de Pied Piper, por cuanto, según asegura Martín Auza: “tanto en inglés como en alemán, también ha sido muy usado en sentido figurado, y presenta connotaciones antagónicas y a su vez ambiguas. Al igual que en la leyenda, en donde su personaje ambivalente puede ser visto como ángel o demonio, metafóricamente hablando, se le llama ‘Pied Piper’ a una persona que induce a los demás a imitar su ejemplo, un hombre persuasivo, un líder que hace promesas irresponsables”.

Realmente tú, Silvio --El Cuerdo--, luego de tantas diatribas y tribulaciones, en las que te hemos escuchado o visto participar, para mí has perdido la credibilidad suficiente, que me instan a creerte un falso profeta, el viejo cantautor de un régimen, que se está cayendo a “trovazos”, cercenador de la buena poesía y la espiritualidad de su pueblo, a quien no podemos seguir, ni como Flautista, ni como Raulista, pues en ambas historias hemos sido defraudados ampliamente, con una parábola que no se cierra ella misma, impidiéndonos llegar a su propio fin, negándose a morir, cuando esto sucedió hace ya tanto tiempo.

Es como el llamado “territorio minado”, del que hablan los historiadores mexicanos, e incluso tú, cuando mencionas lo de la socorrida “evolución”, preconizando algo que no es un veredicto en ti, ni un ultimátum para la Patria nuestra , sino el incipiente despertar de una conciencia colectiva, que se yergue magnífica, por entre los muros y barrotes de una isla, que dejará de ser cárcel, verdaderamente el día, en que todos cantemos “la libertad en una sola voz”, como ha dicho Mike Pourcel, el cercano trovador que nos acompaña, olvidado por ustedes, mientras canta a las “Damas del Cambio”, como parte de un exilio, alzado cual diáspora fecunda, por encima de dos orillas de un mismo mar, que antes nos devoraba, pero que ahora nos reúne, con su esperanza humana y salobre, para comenzar la única --definitiva-- libertad y democracia en Cuba Ya.

Agradecido, Silvio --El Viejo--, por permitirme expresar y encauzar las inquietudes de una generación, que nunca te siguió (aunque te escuchó), sino que recibió el caldo de cultivo de la tuya, pero creando sus propias expectativas y códigos, más allá de las conquistas de unos falsos reyes magos, que pretendieron quitarnos todo, sin sustitución. Ya me siento más libre cada vez, como tu hijo Silvito, porque de esa carga, tanto como de la música y las imágenes --junto con esa ideología cargante y gravosa, que nos impusieron desde 1959-- debemos desprendernos y exorcizarnos todos los cubanos, para vivir completamente contentos, en paz con ustedes y con nosotros mismos, sin tener que cambiar la frase conocida, por una más latente, o casi otra analogía por oposición (“Cría Ojos y te sacarán el Cuervo”), que es lo que está sucediendo hoy, en realidad, dentro de nuestro país y en nuestro pueblo.

Por eso, hoy puedo decirte, con tus propias palabras, que: “Soy feliz, soy un hombre feliz, y quiero que me perdone(s), por este día”, por ser uno de “(los) muertos de mi felicidad”.

Cierro mis palabras, con el emblemático acróstico, que hice para ti, y que ahora comparto con ustedes:


EL RAULISTA DE FAMELIN

Sabes que nuestro pueblo conoce tu leyenda:

Inventado unicornio que nunca volverá;

Los niños no te siguen, la juventud se irá

Volteando con sus cantos, entre turbas horrendas,

Instadas por las hieles de fieles que huirán,

O quedarán inermes sobre esta componenda:

Raulista tribulando con finadas refrendas,

Olvídate de trovas, que en trabas marcharán,

Dardos de tu opulencia, por la isla famélica,

Roído entre las ratas, que te siguen el rastro,

Imaginando el mito perdido de los Castro,

Ganado por la Nada, de una mentira bélica:

Unidos para el hambre, que posa, psicodélica,

En la boca del Morro. Sin embargo, los pillos,

Zánganos de Su Era, se llenan los bolsillos.

 

Acróstico de José Antonio Gutiérrez Caballero

Afiches del artista gráfico cubano Rolando Pulido.

Última actualización el Domingo, 20 de Marzo de 2011 23:24