Serpa Maceira. Del Cero al Infinito Imprimir
Escrito por Fuente indicada en la materia   
Martes, 01 de Marzo de 2011 16:20

Instituto de la Memoria Histórica Cubana contra el Totalitarismo


El propósito y la habilidad para destruir la dignidad humana no fue creación de los Castro, de Hitler, Stalin o Lenin. Debe venir del infinito humano, de otras bestias similares que les precedieron en el tiempo.

La degradación del ser humano la practican todos los déspotas, sólo que la habilidad para conducir al individuo a las ignominias más aberrantes, es exclusiva de regímenes que tienen capacidad y disposición para ejercer una crueldad extrema.

Carlos Serpa Maceira ha sido entrampado en la destripadora integral del castrismo. La máquina represiva cubana, con más de cincuenta años de experiencia, lo ha transformado en rata, independientemente de cuales sean sus verdaderas lealtades, porque Serpa ha mentido y traicionado a unos y otros. Sus dos caras hacen imposible que ni su propia familia confíe en él.

Le resta la soledad. La risa y los elogios inseguros de quienes le aplaudan y le feliciten por la misión cumplida. Otros “quebrados” como él, Sergio Fernández “Junior” y Oscar Madruga, por sólo mencionar dos de los más recientes farsantes, pueden contarle lo que se siente y padece cuando se esta mucho tiempo en el fango.

Una vez más la dictadura cubana intenta generar desconfianza y dudas entre la oposición. El régimen se ha mantenido en el poder aplicando al máximo la divisa cesariana “divide y vencerás”, y en esta ocasión el símbolo divisivo lo asume Serpa Maceira.

Por décadas, el castrismo ha intentado sembrar inseguridad en la oposición, sin importar la ribera en que esta cumpla sus objetivos de luchar por la democracia. En ocasiones lo ha logrado, en otras sólo ha cosechado fracasos.

 

El totalitarismo siempre ha tratado de impedir que un sector del pueblo se organice y conforme la dirección de un núcleo articulado y decidido a enfrentarlo. Esto le causa la imperiosa necesidad de matar, encarcelar, reprimir; pero también usar la refinada práctica del envilecimiento individual y colectivo, la destrucción moral de sus opositores y por supuesto la descomposición de un amplio sector de la sociedad.

 

Serpa Maceira es otro ejemplo de la degradación que la dictadura factura a sus ciudadanos. No todos los hombres tienen precio, pero la mayoría tiene un límite. ¿Cómo lo llevaron al cero de la dignidad humana?  Fue usando parte de ese infinito de maldad que es capaz de emplear un gobierno que no respeta el más elemental de los derechos del hombre.

 

Este destape refleja debilidad, pero también encierra un mensaje de mayor represión. Los ejemplos de pueblos aletargados que están despertando son una realidad que inquieta a la dictadura. No es prudente descartar otra edición de la Primavera Negra y que en esta ocasión la juventud ciber espacial sea el objetivo.

 

Junta de Directores

Instituto de la Memoria Histórica Cubana contra el Totalitarismo.



Última actualización el Martes, 01 de Marzo de 2011 16:22