La revuelta popular en Cuba Imprimir
Escrito por Fuente indicada en la materia   
Lunes, 21 de Febrero de 2011 18:59

Por Huber Matos Araluce

 

Una revuelta popular es posible en cualquier país en que haya un régimen sin legitimidad  e incapaz de canalizar  las aspiraciones  del pueblo.  Cuba no es una excepción.  Es cuestión de circunstancias.

 

Nadie  discute que los jóvenes cubanos quieran emigrar, que la mayoría de la gente  tenga miedo y  que el escepticismo y la doble moral prevalezcan en muchos.

 

Con esos argumentos no se puede refutar  la transformación de la conducta de un individuo cuando se integra a un grupo que ha perdido los frenos.  Las multitudes tienen su psicología propia.  La historia presenta muchos ejemplos.

 

No se puede descartar la potencialidad revolucionaria de un pueblo argumentando características   o circunstancias que pueden cambiar en cuestión de horas o días como resultado de sucesos  imprevisibles.  El asesinato de Jorge Eliécer Gaitán Ayala el 9 de abril de 1948 desató una violencia que cambió la historia de Colombia.

 

Podemos comparar a Cuba con Egipto, Bahrain, Libia, Tunez y Yemen  señalando las diferencias con Cuba.    Esto no nos llevará muy lejos. Las hay entre esos países vecinos.  Lo determinante es que en todos ellos, incluso en Cuba, hay gobiernos anacrónicos  e impopulares.

 

El grupo que controla el poder  en Cuba está convencido de que,  si no controlan inmediatamente cada demostración de descontento, una protesta pequeña se puede convertir en una marea humana.

 

Por eso han lanzado contra Reina Tamayo Zapata turbas oficiales, la policía, la seguridad del estado y hasta el ejército.  Por la misma razón han lanzado a los esbirros contra Yoany Sánchez y su esposo.  También vigilan y han agredido a las Damas de Blanco.  Por la misma razón asedian constantemente a los hombres y mujeres del CID en toda la isla.

 

Semana tras semana tenemos noticias de arrestos en Cuba.  Es el régimen aplicando el freno para evitar que el descontento popular encuentre un motivo y en lugar de arrestar a cuatro o cinco personas tengan que reprimir a cientos o a miles.

 

En Cuba sí es posible una revuelta popular.  El régimen sabe que camina sobre el filo de una navaja.   Un día los sumisos cubanos pueden actuar heroicamente.  Si algo caracteriza la historia de Cuba es su heroísmo ante  difíciles circunstancias.

 

Esperar que el pueblo cubano actúe la semana que viene como lo hizo ayer el egipcio y hoy el libio es un error y también una injusticia.  Los cubanos tenemos todavía que trabajar muy duro y muy inteligentemente para que la perseverancia rinda frutos.

 

La tarea a seguir no es llamar a una revuelta popular  desde el exilio sino  asegurarnos de que el día que esta suceda tenga posibilidades de éxito.  La tarea no es debatir  el cuándo sino el cómo y que nos corresponde a nosotros hacer ahora y en ese momento.