Las lecciones de la crisis de Egipto Imprimir
Escrito por Fuente indicada en la materia   
Viernes, 04 de Febrero de 2011 09:59

Por Jorge Hernández Fonseca

 

No ha habido cubano, dentro o fuera de la isla (a pesar de la censura que hace la dictadura sobre las noticias procedente de Egipto) que no haya pensado para Cuba un proceso similar al que está ocurriendo en varios países árabes –y en la tierra de los faraones en particular-- al ver las revueltas populares contra la dictadura de facto que oprime sus pueblos y que se mantiene mediante la represión y el autoritarismo de corte militar en esos países, como sucede hoy en la Cuba que sufre.

Los paralelos con la situación cubana son bastante discutibles, pero lo que si resulta importante es analizar las lecciones que semejante conflicto (aún en andamiento) tiene para los cubanos:

En primer lugar, hemos visto que ante la revuelta popular egipcia el mandamás, Mubarak, “sacó los tanques” a la calle, como ha amenazado Castro (en privado) hacer en Cuba. Diferentemente a lo que pudiéramos haber imaginado, los tanques han aceptado las protestas y hasta los soldados confraternizan con los manifestantes. Primera lección: “los tanques en las calles” no son necesariamente una carta de triunfo para los dictadores; pudiera ser todo lo contrario.

En segundo lugar, Mubarak no había aprendido una lección que su homólogo Fidel Castro sabe de memoria: mandar a reprimir sus compatriotas usando siempre policías de civil, vistiéndolos de “partidarios del régimen”. Como que en Egipto se colectaron pruebas documentales de que realmente los atacantes eran policías y miembros de los cuerpos de seguridad con ropas de civil, la treta del dictador cubano ha sido dilucidada y en adelante ya no engañará a nadie en la isla.

En tercer lugar – y en este caso de manera triste y repudiable-- ver actuar la “realpolitiks” de EUA de manera desencarnada e irreconocible ante los sucesos de Egipto. El titubeo norteamericano con su “aliado” autoritario es sintomático de lo que pudiera suceder en Cuba ante una situación similar: ¿los intereses norteamericanos estarían por encima de los principios de democracia, libertad y derechos humanos? Si Raúl Castro consigue posicionarse como aliado estratégico de EUA en el tema narcotráfico, control de estampida balsera y estabilidad regional, estaríamos ante una de las lecciones más trascendentes de este conflicto para el sufrido pueblo cubano, como lo está siendo amargamente hoy para los patriotas egipcios.

Los demócratas cubanos, que carecemos de intereses en el Medio Oriente, siempre hemos visto con mucha simpatía la lucha de un Israel asediado por enemigos árabes. Valorábamos el carácter democrático de la sociedad israelita y por ello nuestras simpatías, sin ser judíos, era mayoritariamente para el pueblo hebreo. De repente ahora, los líderes israelíes declaran apoyo al dictador que oprime a su pueblo, en nombre de una alianza política. ¿Será que en nombre de la libertad y de la democracia para un pueblo que sufre no pudieron al menos, guardar silencio?

Se argumenta que en Egipto pudiera suceder algo parecido a lo que ya aconteció en Irán, donde un partido islámico se hizo con el poder en medio de una revuelta similar, con consecuencias que todo occidente está sufriendo hasta hoy. Es verdad, como también es verdad que hay fuerzas democráticas actuando en las protestas, a las que se debe dar una oportunidad. Si no se da esta oportunidad ahora, así como todo el apoyo democrático posible, la opción futura en Egipto sería solamente el islamismo.

Existen también razones asociadas a lo siguiente: si las grandes potencias occidentales tiraran el apoyo a Mubarak, pudiera existir un aliento a la desconfianza futura por parte de regímenes similares aliados de occidente a lo largo y ancho del mundo. Este razonamiento es real, pero lleva implícita una pregunta, también real: ¿no será que llegó el momento de sólo aliarse a democracias, o al menos, a regímenes que respeten la libertad y los derechos humanos?

Los acontecimientos en Egipto todavía están en andamiento, pero cualquiera que sea su desenlace, habrán lecciones que los cubanos tenemos el deber de aprender, por amargas que resulten para nuestra condición de país oprimido por una dictadura, donde aparentemente, sólo una revuelta como la que presenciamos ahora en Egipto pudiera dar al traste con la opresión.

03 de Febrero de 2011

 

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Última actualización el Viernes, 04 de Febrero de 2011 12:41