EL CASTRISMO NEOLIBERAL Y EL PUEBLO COMO SALVADOR. Imprimir
Escrito por Fuente indicada en la materia   
Miércoles, 02 de Febrero de 2011 10:17

Por Raúl Fernández Rivero

Tengo los oídos reverberantes de tanto escuchar a los sátrapas del neo comunismo, mal llamado Socialismo del Siglo XXI, que el neo liberalismo ha sido la causa de todos nuestros males. Hoy en Cuba -la madre de todos estos nuevos fervorosos diletantes de la política, la economía y la filosofía- se están tomando medidas que parecen dictadas por el Fondo Monetario Internacional: Bajar la deuda externa; despidos masivos (500.000); aumento de los impuestos; supresión de subsidios( en Cuba llamados "Gratuidades"); eliminación gradual de los productos alimenticios de la canasta básica vendidos por la libreta de abastecimientos; un intenso esfuerzo por fomentar pequeñas empresas privadas que en su mayoría serán buhonerismo oficial; pedidos, casi ruegos, por la inversión extranjera, que Raúl dice se han manejado y manejan mal; búsqueda desesperada de fuentes nuevas de financiamiento y entrega a empresas extranjeras de la minería, mientras claman ayuda de éstas mismas en la exploración y explotación de gas y petróleo costa a fuera. ¿Donde dejaron a Marx y la plusvalía, el pleno empleo y la seguridad social?

El nuevo Dictador ha dicho  que "la difícil situación de la economía no entra en contradicción con el desarrollo de las inversiones", aunque ha reconocido que todavía "persisten problemas como la improvisación" porque "no se realizan los estudios de factibilidad, se incumplen los contratos" y se llegan a aprobar proyectos sin tener definidos otros detalles" se lee en el Diario Gramma, órgano oficial del PPC. ¿Reconociendo tal vez que su gerencia ha sido un chasco?

No deja el General de reclamar a sus Ministros que deben "escuchar las opiniones de toda la población". Este llamado es reiterativo e igualmente falso, Ya vivimos lo que sucedió hace poco tiempo con el pedido a estudiantes universitarios y la población en general ha decir la verdad ante los enviados del Comité Central. Se ocultó a la población el resultado de las críticas y protestas de estos, solo conocidas por videos  tomados por los asistentes a dichas conversaciones. Otro diálogo de sordos, donde se deja hablar solamente como un escape a la presión. La válvula de escape es " habla tus boberías". Mientras sea en privado para que te desahogues, que en tanto, los octogenarios gobernantes seguiremos haciendo  lo que el Partido crea.

Finalmente -dice el Periódico- que "el Consejo de Ministros ha pedido ser más severos en la aplicación de sanciones penales y administrativas contra los responsables de los actos delictivos contra el patrimonio estatal." En fin, que la culpa del despelote gravísimo de la economía comunista, no es debida a que ésta ha fracasado, sino a que los cubanos son unos ladrones del patrimonio estatal.

Tras más de 50 años, la dictadura más vieja -en todo los sentidos- de la América soñada por Bolívar y Martí, ha llegado a un final desastroso, todo lo que han repetido en sus continuos parloteos de horas, día tras día, era falso. No se consigue felicidad con la economía planificada estatizada. No hay felicidad sin libertad, ni cultura sin libertad de expresión, ni salud posible en medio del uso del sistema para alquilar médicos, enfermeras, técnicos de laboratorio y terapistas al extranjero. Se desarma solito, el llamado éxito del deporte masivo, de la salud masiva y la educación masiva. Porque simplemente no está en la masificación la solución, sino en la calidad generalizada, que al progresar, abarca toda la sociedad. Sólo hemos conseguido deportistas que desertan y una actividad en todos los órdenes del deporte en decadencia y fracaso. Unos universitarios con más faltas de ortografía que un alumno de tercer grado y un sistema sanitario con grandes fallas, en medio de un deterioro físico y moral, que concluye en la muerte por frío y abandono de 28 enfermos mentales.

El mundo -hoy se trata del Oriente Medio y el Norte de África- se sacude de la opresión. Es falso que los pueblos prefieren la seguridad mentirosa de los regímenes fuertes, a la oportunidad del cambio constante y el progreso de cada cual que ofrece el sistema de libertades de la democracia y el capitalismo. Ambos, necesitados de reformas, pero perfectamente posibles en un mundo donde la era del Conocimiento y la Comunicación, vence al fantasma de la ignorancia y el secretismo. Ser creyente en el sistema económico capitalista y sus continuas reformas según el conocimiento y la realidad que cada país señale, no es un pecado. Es sólo estar en el marco de eficiencia de los países desarrollados y los subdesarrollados que hoy avanzan indetenibles al primer mundo. Insultar como contrarrevolucionario u oligarca a un creyente en las ventajas del capitalismo, es sólo una muestra de ignorancia y confusión intelectual.

Como decía el lema de la CLAT: "SOLO EL PUEBLO, SALVA AL PUEBLO”. Pero el pueblo tiene que manifestarse, tiene que salir a la calle a reclamar el derecho a una internet libre donde todo esté trasparente y en manos de quien quiera saber, tiene el derecho a exigir elecciones de primer grado, secretas y limpias para escoger a sus dirigentes, sin manipulaciones absurdas de los Consejos Electorales. El pueblo, ese que es el único capaz de salvarse por su propia acción, tiene el derecho inalienable de acabar con las repugnantes reelecciones, basadas en los dineros del gobierno en el poder.  No a la reelección dice el pueblo, no a los parlamentos -centro soberano del ejercicio democrático- que solo saben decir al pedido de los tiranos. No a los organismos Judiciales al servicio de una persona en el poder. No a la corrupción rampante, que no es del pueblo, sino de los falsos dirigentes o líderes que se enriquecen descaradamente con los fondos que aporta el pueblo. Hoy es en Túnez, Jordania o Egipto. O en Yemen y Líbano. Ni reelección ni gobiernos teocráticos, grita más allá del Atlántico, el pueblo. Ya es hora que de éste lado salga el pueblo a salvar el pueblo. Eso solo se logra en la calle. Ya se acabó la época de los tanques que atropellan a manifestantes. La verdad está de nuestro lado. ¡Solo el pueblo salva al pueblo!

 

 

 

 

 

 


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Raúl Fernández Rivero
Consultor QSG
CaracasVenezuela