El ocaso del castrismo: La Cuba de hoy es un NO país Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Domingo, 31 de Julio de 2022 15:20

Por Jorge Hernández Fonseca.- 

Cuba desarrolló históricamente una fuerte industria y agricultura azucarera, que le valió ser la principal fuente exportadora del dulce en una buena parte del Siglo XX, hasta que la ineficiente administración castrista la ha hecho ser una pobre productora que no atina, hoy día, en producir siquiera lo que el país consume, secando así su principal fuente de riqueza y entrada de divisas, con lo cual se ha convertido en un país sin un negocio rentable que lo mantenga.

Una Cuba sin ningún Castro? El país se adentra en terreno desconocido -  Infobae

El castrismo ha puesto sus esperanzas en dos sectores: La esclavitud de los médicos cubanos y el turismo. Las divisas que la dictadura roba a los médicos-esclavos, sólo sirve para “la langosta de Mariela” y enriquecer a Raúl Castro y sus generales. El turismo hace tres años no funciona por la aparición de sucesivas olas de pandemia que todavía estamos sufriendo. Eso y la dolarización de la economía, siguiendo la línea que le ha permitido a Venezuela respirar.

 


El ocaso del castrismo: La Cuba de hoy es un NO país

Jorge Hernández Fonseca

30 de Julio de 2022

Cuba ha sufrido largos 63 años de castrismo carnívoro --puro y duro-- que en el aspecto social ha tenido que pagar una extensa cuenta de cientos de miles de encarcelados políticos, miles de fusilados, y millones de exiliados, todo por causas políticas. Esa pesada cuenta social, se suma a otro desatino: el desastre económico; una isla rica y floreciente, convertida en un “no país”.

Cuba desarrolló históricamente una fuerte industria y agricultura azucarera, que le valió ser la principal fuente exportadora del dulce en una buena parte del Siglo XX, hasta que la ineficiente administración castrista la ha hecho ser una pobre productora que no atina, hoy día, en producir siquiera lo que el país consume, secando así su principal fuente de riqueza y entrada de divisas, con lo cual se ha convertido en un país sin un negocio rentable que lo mantenga.

El castrismo ha puesto sus esperanzas en dos sectores: La esclavitud de los médicos cubanos y el turismo. Las divisas que la dictadura roba a los médicos-esclavos, sólo sirve para “la langosta de Mariela” y enriquecer a Raúl Castro y sus generales. El turismo hace tres años no funciona por la aparición de sucesivas olas de pandemia que todavía estamos sufriendo. Eso y la dolarización de la economía, siguiendo la línea que le ha permitido a Venezuela respirar.

De tal manera que, cualquier necesidad interna de productos, la dictadura no tiene economía para la compra internacional. Por eso ha decidido permitir que los exiliados cubanos, entren al país con todo tipo de productos, que van desde motocicletas y computadoras, hasta ropa y comida: un verdadero desastre, que el país paga como tributo al desabastecimiento castrista.

Pero si todo fuera que no hay dinero para productos industriales “ligeros”, el asunto no pasaría de una emergencia pasajera. El problema es que, así como el dictador cubano destruyó la fuente de ingresos en divisas de la Nación cubana, el sistema eléctrico energético también fue abandonado, ignorado y sustituido por una versión atomizada de caprichosos moto-generadores, hoy inservibles. No hay dinero para comprar nuevas plantas productoras de electricidad y la sociedad cubana vive en un apagón eterno sin solución a ningún plazo.

Por otro lado, si Cuba fuera (como fue) un país autosuficiente en producción de alimentos, las cosas serían críticas, pero no terminales (como son ahora) que la agricultura cubana ha roto records de disminución de su producción en los últimos 5 años y enfrenta hoy su casi extinción, porque no produce nada de nada. En estas condiciones, sin dinero, sin electricidad, sin comida: ¿qué país es ese? que su sociedad tiene que soportar dichas penurias sólo para mantener una dictadura parásita de malos cubanos que no quieren perder el poder y los privilegios implícitos.

Cuba sin industria azucarera, sin sistema energético, sin agricultura, sin industria de peso que produzca algo de valor, con un gobierno de férrea dictadura discriminatoria, donde sólo cuentan los poquísimos militantes del partido, devenidos en guardianes contra el pueblo, se ha convertido, por obra y gracia de una ideología sin futuro, en un “no país” ejemplo de lo que no debe de ser hecho en ninguna otra sociedad, por graves que sean los problemas que tengan.

Artículos de este autor pueden ser consultados en http://www.cubalibredigital.com

Última actualización el Domingo, 14 de Agosto de 2022 16:24