Cuba: ¿estratagema o un cambio de sistema? Imprimir
Escrito por Fuente indicada en la materia   
Lunes, 20 de Septiembre de 2010 11:25

Por HUBER MATOS ARALUCE

El modelo económico que llevó a la quiebra al imperio soviético hace más de veinte años todavía sobrevive en Cuba. En pleno siglo XXI el estado castrista emplea al 83%  de los obreros cubanos: cinco millones cien mil trabajadores.

 

El reciente anuncio del despido masivo de empleados (10% de la fuerza laboral) ha generado especulaciones de que el régimen ha abrazado el capitalismo.  Otros pensamos que es una estratagema astuta y engañosa.

 

Alguna razón ha tenido el castrismo para mantener hasta estos días un sistema que en el siglo pasado fracasó en los países comunistas.

 

Alguna explicación tiene que haber para que lo hayan podido sostener por dos décadas aun después del desplome de la URSS.

 

Alguna razón habrá para que hayan anunciado que reducirían en un porcentaje, todavía realmente por determinar,  el sector estatal de la economía.

 

¿Por qué lo han sostenido?

La pasión y el fin de Fidel Castro siempre fue el poder personal, egocéntrico y total.  La revolución y el presunto progreso del pueblo cubano fueron excusas que el mundo se quiso creer hasta muy recientemente.

 

En este esquema ególatra y opresor el régimen de patrono único ha servido una importante función policiaca.  El control de la economía ha sido un tentáculo del aparato represivo.

 

Los trabajadores cubanos se han plegado a los dictados del régimen porque no se atreven a perder su sustento, por miserable que este sea.

 

Los cubanos han cumplido prisión o vivido fuera de la ley por ocupaciones personales que son completamente legales en cualquier otro país: vendedor ambulante, jardinero, electricista, peluquero, tutor, etc.  Son 124 actividades que desde hace una semana se pueden practicar, ya no están fuera de la ley.  Esta ilegalidad era otro instrumento represivo, siempre estabas entre la “libertad” y la cárcel.

 

En conclusión, la economía estatizada es ineficiente desde el punto de vista productivo, pero muy útil para mantener el control político sobre la población, los trabajadores y sus familias.

 

¿Cómo pudo la economía castrista sostenerse?

Esto fácil de explicar.  Por tres décadas la URSS subvencionó la improductividad de la economía cubana.  La isla recibió hasta ciento cincuenta mil millones de dólares  de los soviéticos.  Parte de esa subvención consistía en el envío de ocho millones de toneladas de petróleo anuales.

 

También Occidente fue en exceso generoso con el castrismo, lo financiaron a manos llenas. Cuba es hoy uno de los países más endeudados del mundo. Las deudas exceden los 30,000 millones de dólares.

 

España ha sido el país occidental que más ha apuntalado la economía castrista.   Pagando sueldos miserables a los trabajadores de la empresa turística española en Cuba, le proporcionan a la dictadura una de las pocas fuentes de divisas que recibe la isla.

 

¿El resultado?

Está a la vista. El agotamiento político y económico del sistema.  La quiebra moral y material del país.  La productividad del trabajador estatal, en estas condiciones, es negativa.   Occidente se resiste a seguir prestándole dinero a Cuba.  La subvención venezolana es insuficiente.  La industria turística corre peligro.  La corrupción es galopante y no se puede controlar. La Unión Europea y los Estados Unidos han asumido una política muy similar: o hay cambios o se mantiene el aislamiento. (El Embargo y la Posición Común)

 

Las inversiones en la infraestructura agroindustrial de Cuba han sido bajas o nulas.  La mayor parte de las tierras agrícolas se han perdido a la maleza, la erosión y la salinización.

 

El motor de la economía cubana - la industria azucarera - fue desmantelado por los caprichos de Fidel Castro.  Cuba podría estar produciendo hoy etanol para consumo interno y para la exportación.

 

De los doce millones de toneladas de petróleo anuales que requiere Cuba, sólo cuenta con cinco millones. Dos y medio millones que llegan desde Venezuela y un poco más de dos que se producen en Cuba.

 

¿A qué vienen los cambios en Cuba?

 

El despido masivo, acompañado de la legalización de ciertos trabajos independientes, es solo una medida de emergencia para aliviar el descontento interno y evitar manifestaciones populares.  Otros objetivos que se pretenden son:

 

- Tratar de persuadir a los Estados Unidos de que en Cuba una “nueva” dictadura puede convivir con su vecino del norte y una relación normal será mutuamente beneficiosa.

 

- Proporcionar nuevos argumentos al gobierno español para que siga intentando suavizar la política de la Unión Europea hacia Cuba y al de Brasil para que pueda cabildear en el mundo a] favor de “nuevo” castrismo en Cuba.

 

- Incentivar al capitalismo inmoral –el brasileño, el estadounidense y el de otros países- a que se sumen al español y al canadiense para que inviertan en Cuba y se asocien con la dictadura sin preocuparse por los derechos humanos y las libertades políticas del pueblo cubano.

 

Todos estos propósitos son parte de un esfuerzo en extremo tardío.  Cambiar de careta para mantener la dictadura de un grupo de incompetentes y corruptos es fácil de imaginar y muy difícil de alcanzar.

Última actualización el Lunes, 20 de Septiembre de 2010 11:45