Muestra Fidel rasgos de demencia senil Imprimir
Escrito por Fuente indicada en la materia   
Lunes, 13 de Septiembre de 2010 10:47

Por ALBERTO MULLER

Un denominador común de los regímenes totalitarios y dictatoriales, como el de José Stalin, Kim-il-Sun, Mao-Tse-Tung y Fidel Castro, por mencionar los más emblemáticos, es ocultar los detalles de la enfermedad de sus respectivos dirigentes, además de mentir sistemática sobre la realidad.
El caso más reciente de Fidel Castro en Cuba confirma esta regla. Mientras estaba agonizando y debatiéndose entre la vida y la muerte a finales del año 2007, los adláteres del dictador cubano, declaraban que gozaba de perfecta salud, que caminaba de noche por las calles y los campos de La Habana y que leía profusamente. Todo mentiras.

Sin embargo, meses después por declaraciones de altos dirigentes políticos y ahora a propia confesión del mismo Fidel, ya sabemos que en lugar de leer y caminar, como le decían al pueblo, se debatía en su lecho de enfermo entre la vida y la muerte.

Pero la tendencia a mentir prosigue con fuerza en el caso que ocupa nuestra atención. Producto de las operaciones quirúrgicas y de su avanzada edad, Fidel en fase de recuperación evidente, ha quedado con dificultades en el habla y de ahí sus trastabilleos frecuentes, que algunos facultativos de la psicología consideran que ya son rasgos de demencia senil.

Si vemos la última vez que Fidel salió en televisión hablando con el periodista Randy Alonso, el 5 de junio del 2007, en una entrevista grabada y editada para la televisión cubana, se puede comprobar el cúmulo de disparates y tonterías que dijo sobre la velocidad de la luz, el peso de la energía, la naturaleza del plomo, Einstein y la vida activa del cobalto.

Y saltemos obligados al último disparate, porque el espacio periodístico no nos permite ocuparnos de todos. Fidel Castro reconoce en la entrevista que concedió a la revista ‘The Atlantic’ que el modelo cubano ya no funciona ni siquiera para Cuba.

‘Ya no funciona ni para nosotros’ dijo Fidel en una tardía confesión, que después intentó rectificar en un  parecido al cómico Cantinflas, diciendo que eso no era lo que quiso decir, sino que se refería al sistema capitalista.

El propio periodista de ‘The Atlantic’, Jeffrey Goldberg y la experta norteamericana en relaciones exteriores Julia Sweig, que lo acompañó durante las diez horas de conversación, ya reiteraron que no tenían ninguna duda, que lo dicho por Fidel había sido muy preciso y categórico, en cuanto a que el sistema cubano no funcionaba.

Y esto simplemente hay que verlo en el contexto psicológico de Fidel, una persona de avanzada edad, dañado en su flujo sanguíneo al cerebro, productos de su enfermedad de cáncer en los intestinos, que tampoco han querido decirselo al pueblo, y con rasgos definidos de demencia senil.

Pero el meollo de los que queremos decir, es con el desenfreno que estos regímenes totalitarios, como el cubano, mienten al pueblo.

Ahora que Fidel ha mejorado, y ojalá siga recuperándose porque nunca nos hemos alegrado del mal ajeno, le siguen mintiendo al pueblo de muchas cosas:

Otra gran mentida al pueblo son las cientos de comentarios, llamados ‘reflexiones’, que publican en el periódico oficialista Granma bajo la firma de Fidel.

Nosotros, con absoluta certeza podemos afirmar que Fidel Castro no ha escrito en integridad ninguna de las ‘reflexiones’ publicadas bajo su firma. Algunas por ejemplo bastante mal escritas y pésimamente enfocadas a temas irrelevantes.

Las ‘reflexiones’ son escritas por un equipo, que integran Randy Alonso y Lázaro Barredo, el director del periódico oficialista Granma, entre otros. Fidel no tiene coherencia mental para escribir los largos comentarios que se le atribuyen.

Y tampoco Fidel ha escrito el reciente libro publicado, ‘Por todos los caminos de la Sierra: la victoria estratégica’, que fue escrito por un equipo de colaboradores, con la anuencia de él para tergiversar la verdadera historia de la revolución, que es todo un cúmulo de traiciones a los ideales democráticos y revolucionarios que sustentaron el proceso revolucionario y a los dos dirigentes civilistas-cimeros del mismo, como Frank País y José Antonio Echeverría.

Si Fidel Castro tiene síntomas de demencia senil, como los tiene, el régimen de su hermano Raúl no debería permitirle hablar tonterías irritantes y peligrosas en público.

En ocasiones parece que el régimen de Raúl Castro pretende manejar algunos ángulos de su política exterior, a través de los escritos del ex gobernante enfermo y envejecido.

Al pueblo cubano, díganle la verdad, de una vez por todas. El momento es oportuno, porque hace años que el pueblo sabe que el sistema estatista y centralizante imperante en Cuba, no funciona.

Y ya  esto en un lapso de mente o en un gesto del inconsciente, lo acaba de decir hasta Fidel.