'¿Cuándo serán escuchados los nietos de Guillermo Tell?': Carlos Varela apoya al Movimiento San Isidro Imprimir
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Viernes, 27 de Noviembre de 2020 00:58

Carlos Varela.

Por Carlos Varela.-

"¿Cuándo serán escuchados los nietos de Guillermo Tell? Ahora ellos tienen la palabra", escribió el cantautor cubano Carlos Varela, parafraseando su célebre tema de la década de 1980, en referencia a la situación que enfrentan los activistas reunidos en la sede del Movimiento San Isidro, varios de ellos en huelga de hambre en protesta por la detención del rapero Denis Solís y el cerco policial sobre la vivienda.

"Si no escribo estas palabras estaría negándome a mí mismo y a mi historia. No conozco personalmente a ninguno de los muchachos de San Isidro, pero eso no es lo que importa hoy. Cualquier ser humano que esté dispuesto a morir por una causa, sea cual sea, merece ser escuchado con respeto", escribió en un extenso texto público en su muro de Facebook.

"Soy humano, no me pidas entonces que mire hacia otro lado. No seré cómplice del silencio del coro. Veo con mucha tristeza y vergüenza a donde hemos llegado. ¿Qué nos ha pasado?"

"Sobre las líneas de mis canciones viajan muchas heridas invisibles. Hace varias décadas, cuando esos muchachos de San Isidro eran solo unos niños o no habían nacido, mis canciones y yo ya estábamos pasando por algo parecido. También quisieron apagarme, borrarme, marginarme, censurarme y, como a una gran parte de mi generación que no aguantó la presión, invitarme a irme de Cuba. Lo increíble es que muchos de los que desde el mismo poder me acusaron y persiguieron, finalmente terminaron largándose de aquí. ¿Y entonces? Yo jamás acusé a ninguno de mercenario por irse, por traicionar lo que ellos supuestamente defendían", señaló.

"No se puede ir por ahí pregonando que los cubanos somos los más valientes, 'el hombre nuevo y solidario', el ser humano modelo que sueña y desea un mundo mejor, si primero no soñamos y peleamos para tener un país mejor. Un país que verdaderamente nos incluya a todos, estén donde estén, piensen como piensen. Ya es hora de sentarse a dialogar y a escucharse, porque todos, vivamos donde vivamos, pensemos como pensemos, seguimos siendo parte de esta nación. Los de San Isidro también forman parte de este país. Tener diferencias ideológicas, generar cambios, pensar caminos distintos para construir la polifonía de voces de un país, es legítimo y sano. Eso no debería decidirlo, ni limitarlo, mucho menos regularlo, un Gobierno en nombre de una u otra ideología. ¿Con qué derecho alguien puede decidir quién es artista y quién no? ¿Quién es cubano y quién no?"

Varela puntualizó que "ser crítico en la sociedad en la que uno vive tiene que ser un derecho intocable. Si a todos los que tengan ideas críticas, opuestas y diferentes los amenazan, agreden, censuran, regulan y encierran, entonces terminaremos presos de conciencia muchos millones de habitantes".

"Que un pueblo haga silencio no significa que no piense. No se puede seguir cortándole las alas a la libertad de expresión, a la libertad de pensamiento y a la libertad individual que es en el siglo XXI, un derecho fundamental de todo ser humano. Esa no es la Cuba que yo soñé".

Consideró que los "actos de repudio" organizados por el régimen en los que se ha golpeado e injuriado a personas "nunca debieron ocurrir. Estos gestos infames seguirán siendo una vergüenza nacional. Los actos de repudio deben parar de una vez y por todas. (...) Miles de cubanos que participaron en los actos de repudio de los ochenta y noventa ahora viven lejos de esta Isla. Algunos enmudecen de vergüenza, muchos hoy piensan diferente, pero saben que solo hay un culpable: el miedo. El miedo puede mover masas, basta con seguir atentamente la historia de la humanidad".

Sobre la huelga de hambre que sostienen seis de los activistas en San Isidro, consideró que "ya es hora de sentarse a dialogar. ¿Es tan difícil eso? ¿Tan largos fueron los monólogos que olvidamos escuchar?"

"Ellos están defendiendo sus derechos, que son también los de muchos que hoy se esconden detrás del silencio. Los mismos derechos por los que yo he luchado durante 35 años escribiendo canciones; el derecho a pensar y expresarse libremente".

Y para finalizar, recordó: "Rodeado de amenazas y conjeturas, nacieron buena parte de mis canciones, al calor de la censura y el silencio de los otros".

DIARIO DE CUBA

Última actualización el Jueves, 03 de Diciembre de 2020 01:12