Por Jorge Hernández Fonseca.- 

Una de las tareas reservadas “con alevosía y premeditación” al nuevo “presidente” Díaz Canel es nada menos que la unión monetaria, que implicaría un cambio de moneda en la isla, con su consiguiente herida en el corazón del pueblo cubano. Esta pudiera ser sin dudas la chispa que incendie la pradera en Cuba, porque la dictadura nunca ha respetado al pueblo de la isla y pudiera, aprovechando ese proceso, dejar a los cubanos “sin dinero”, para comenzar de cero.

Sí los planes de los burócratas cubanos al proceder a la esperada unión monetaria, implican intentar “quitarle a los ‘ricos’ el dinero” (que suponen que tienen) ---basado en lo anunciado por Raúl Castro: “nadie en Cuba puede tener dinero”-- ¡mucho cuidado! que ese pudiera ser la chispa de la pradera cubana, de consecuencias poco predecibles. ¡Un nuevo maleconazo! pero sin Fidel Castro vivo para controlarlo y con todo la rabia contenida por el pueblo de la isla.

¿Habrá una chispa en Cuba como la hubo en Nicaragua?

Jorge Hernández Fonseca

8 de Mayo de 2018

De los países remanentes dentro del “socialismo del siglo XXI” (ya quedan pocos) Nicaragua y Bolivia, junto a Cuba, disfrutaban hasta hace poco de cierta “estabilidad” social. Sin embargo y como por arte de magia --y sin una explicación convincente-- la Nicaragua de Ortega se ha insubordinado de manera irreverente, amenazando real y seriamente la existencia del régimen.

La chispa que incendió la pradera nicaragüense fue una resolución que disminuía los retiros de los jubilados, imponía cuotas adicionales a los contribuyentes y además obligaba a los empresarios a incrementar sus contribuciones a las cajas de retiro. Todo, con una total falta de respeto a la instituciones empresariales, un robo a los jubilados y un ninguneo a su pueblo.

Todos fuimos testigos de la rebelión generalizada de la ciudadanía nicaragüense, rompiendo el hielo de un control casi total de la virtual dictadura ortegista, en contubernio con empresarios y políticos corruptos de partidos títeres en todo el espectro ideológico local. La ciudadanía controlada y una resolución casi insignificante (a los ojos de Ortega) echó por tierra la frágil estabilidad de la dictadura, de consecuencias impredecibles a pesar de la represión.

Lecciones importantes para Bolivia y para la Cuba castrista. Digo lecciones porque Evo Morales en Bolivia piensa, contra la voluntad popular --ratificada en plebiscito oficial-- intentar reelegirse. Mucho cuidado con el resultado electoral del año próximo, que esa pudiera constituirse en la chispa que incendie su pradera, hasta ahora tranquila, como antes estuvo tranquila Nicaragua.

En Cuba no será diferente. El incidente con Silvito “el libre” en el aeropuerto de la Habana y su reacción dentro de la isla, nos da una idea, no sólo de la falta de respeto que siempre la dictadura castrista ha tenido contra su propio pueblo, como del hartazgo generalizado de la ciudadanía cubana, que en cualquier momento incendia la pradera al estilo nicaragüense.

Una de las tareas reservadas “con alevosía y premeditación” al nuevo “presidente” Díaz Canel es nada menos que la unión monetaria, que implicaría un cambio de moneda en la isla, con su consiguiente herida en el corazón del pueblo cubano. Esta pudiera ser sin dudas la chispa que incendie la pradera en Cuba, porque la dictadura nunca ha respetado al pueblo de la isla y pudiera, aprovechando ese proceso, dejar a los cubanos “sin dinero”, para comenzar de cero.

Sí los planes de los burócratas cubanos al proceder a la esperada unión monetaria, implican intentar “quitarle a los ‘ricos’ el dinero” (que suponen que tienen) ---basado en lo anunciado por Raúl Castro: “nadie en Cuba puede tener dinero”-- ¡mucho cuidado! que ese pudiera ser la chispa de la pradera cubana, de consecuencias poco predecibles. ¡Un nuevo maleconazo! pero sin Fidel Castro vivo para controlarlo y con todo la rabia contenida por el pueblo de la isla.

Los improperios a Silvito “El Libre”, los atropellos dominicales a las Damas de Blanco, los abusos y amenazas en privado y el tradicional irrespeto al pueblo cubano, de pretender practicarse de forma colectiva --intentándoles robar el dinero al pueblo cubano durante la unificación monetaria-- pudiera convertirse en el último acto de la putrefacta dictadura castrista.

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