CUBA: ACONTECIMIENTOS SIMULTÁNEOS, EVIDENCIAS Y SIGNIFICADOS Imprimir
Escrito por Fuente indicada en la materia   
Domingo, 11 de Julio de 2010 16:57

 

Por JORGE HERNÁNDEZ FONSECA

Los acontecimientos políticos en Cuba se precipitan con celeridad inusitada. Debajo de los anuncios oficiales, las declaraciones públicas de los participantes del diálogo Iglesia-Dictadura, de los viajes oportunistas de actores internacionales, se perciben diferencias que tienen como base la pobreza y la desesperanza en que la dictadura castrista ha sumido al pueblo cubano. Hay una lucha por el poder entre dos facciones de los responsables del desastre nacional: una, que pretende imponer su visión de “cambios cosméticos”; otra, de “continuidad en el sacrificio”.

¿Por qué Fidel Castro --desaparecido hace cuatro años del panorama político activo cubano-- irrumpió de repente en una visita “pública” a un centro científico en la isla, el mismo día que los generales de Raúl anunciaron la liberación de 17 presos políticos de la Primavera Negra? ¿Por qué semejantes sucesos se realizan en paralelo --casi simultáneamente-- con el intercambio de espías ejecutado entre Estados Unidos y Rusia? En política, es claro, nada es casual.

Que detrás de todo lo sucedido hay una larga preparación en función de un proyecto definido, es una verdad que es preciso comprender. Si por ejemplo, Fidel Castro aparece exactamente el día que se anuncian liberaciones de presos, es señal que alguna clave escondida hay detrás del hecho. O Fidel aprueba las excarcelaciones, o Fidel las desaprueba. Parece más probable que el dictador mayor haya aparecido para marcar distancias con lo que está sucediendo bajo el mando de su hermano Raúl, dando una demostración pública --la primera desde que cayó enfermo-- de que “existo, luego pienso” y entonces “hay que contar conmigo y con mi poder”.

Que los generales de Raúl hicieran coincidir el anuncio de las liberaciones con el repentino intercambio de espías entre Rusia y EUA, también tiene su mensaje a Obama: Si se pudo con Rusia, ¿por qué no se puede con Cuba, ya que (Raúl) lo ha propuesto mil veces? En paralelo, actores menores (que acaparan los medios de comunicación) cumplen su papel de voceros, intérpretes y componedores. Por encima del escenario y detrás de las bambalinas, parecen claras dos cosas: Fidel y Raúl traban una lucha sorda para ser quienes definan el futuro político de Cuba, por un lado, y Estados Unidos y España, por otro, han tomado partido por Raúl, dejando de lado pretensiones políticas adicionales, que serán “ajustadas” en la marcha.

Los supuestos actores cubanos presentes en la obra teatral en marcha, incluyendo la Iglesia, son coadyuvantes. La política –siempre-- representa intereses. Los intereses de EUA son, en primer lugar, geopolíticos, basado en el derecho a la influencia con los vecinos cercanos; en segundo lugar, económicos, por haber sido afectado en la confiscación de bienes que el castrismo ejecutó en la isla y del cual nació el embargo económico, todavía en marcha. Los intereses de España son, en primer lugar, económicos, asociados al turismo, incentivando el anti-yanquismo pueril del castrato. En segundo lugar, culturales, todos tenemos tíos españoles.

Los beneficios de los episodios en marcha, como lo demostró Moratinos con su presencia en la Habana, están asociados a los dos países que más influyen en la política interior de la isla. En ellos, los presos cubanos juegan un papel de carta de negociación, de acceso, de simulación de cambios. Aunque por primera vez ha sido la oposición política interna la que decantara este esperado momento mediante el martirologio de Zapata Tamayo, la huelga de hambre de Guillermo Fariñas y los desfiles de protesta de las Damas de Blanco, la oposición no capitalizará el éxito. Los resultados serán recogidos por los socios externos de la dictadura.

Claro que la liberación de los presos políticos es un resultado humanitario expresivo. Pero, presionado por los acontecimientos desatados por la oposición interna, es el resultado de una estrategia del grupo de poder que en Cuba encabeza Raúl, para marcar su terreno e imponer su visión del futuro, diferente al grupo de poder liderado por Fidel. La gran cuestión en esta disputa es saber si la oposición democrática cubana debe tomar partido por uno de los bandos en disputa dentro de la isla. En apariencias, muchos sectores, internos y externos, cansados de la lucha, o con una estrategia de “ganancia por partes”, han decidido tomar partido por el bando de Raúl, incluso porque los actores externos (EUA y España) también hicieron similar elección.

Otro sector opositor, de dentro y fuera de la isla, ha decidido no aprovechar la lucha interna del castrato por el poder futuro y mantiene distancia de ambos contendientes. Esta diferencia política, ha comenzado a hacer mella en la oposición cubana, que finalmente se ha desgajado en dos grandes grupo: los Conservadores, no partidarios de la continuación de la lucha y que adhieren las acciones de EUA y España en beneficio del grupo de Raúl y los Independientes (o Liberales?) que toman distancia tanto del grupo de Raúl (con sus cambios) como del de Fidel.

Políticamente hablando, ambos grupos opositores luchan por el retorno de la democracia a la isla. Los Conservadores lo hacen pensando que los sacrificios a que han estado sometidos los cubanos del interior de la isla merecen una tregua en el camino y jerarquizan una solución por partes: primero resolver el problema económico cubano, para después, desde dentro, tratar de resolver el problema político. Los Independientes consideran que 50 años es más que suficiente como para que el castrismo se desgaje en una lucha por el poder, como la que aparentemente se lleva a cabo y que fortalecer uno de los bandos redundará en la continuación de la opresión.

La isla, no cabe dudas, pasa por un momento traumático, en el que los opositores políticos de ambos bando formados al calor del momento, podemos perder el tino y comenzar un proceso corrosivo de disputa entre opositores. Hay que comprender que el futuro opositor de Cuba nunca será monolítico, incluso porque nunca lo ha sido antes. El hecho de que hayan aflorado precozmente diferencias irreconciliables entre opositores, no significa que necesariamente ambos bandos sean enemigos. El enemigo continúa siendo la dictadura de los hermanos Castro, que a pesar de haberse también dividido en dos grupos, aparentan coordinaciones.

Sin embargo, de la misma manera que en el seno de la oposición ha comenzado la “artillería pesada” entre ambos bandos --sobre todo en artículos de opinión de ambas partes-- en el seno de la dictadura también deben haber comenzado a manifestarse las contradicciones insalvables que existen entre los hombres de Fidel y Raúl, cuya evidencia externa será conocida cuando ya no exista posibilidades de retroceso y se manifieste como una indeseable guerra civil.

En cualquier caso, de tener valor los razonamientos anteriores, es previsible la existencia futura de dos probables escenarios: Primero, si los generales de Raúl finalmente triunfan sobre los hombres de Fidel, las presiones de los socios externos (EUA y España) se dejarán sentir por etapas para propiciar aperturas cada vez mayores, que irán gradualmente desde la apertura económica, seguida por la apertura social y finalmente irá a la apertura política. Segundo, si los hombres de Fidel se imponen a los generales de Raúl, habrá una ruptura del poder monolítico que inevitablemente llevará a una guerra civil en la isla, lo que implicaría la entrada de tropas extranjeras (de la ONU?) redundando finalmente en una Nación de “apoderados”.

11 de Julio de 2010

 

 

Artículos de este autor pueden ser consultados en http://www.cubalibredigital.com

 

Última actualización el Domingo, 11 de Julio de 2010 17:00