Raúl Castro quiere conversar con EUA. Un análisis Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Domingo, 22 de Diciembre de 2013 23:56

 

Por Jorge Hernández Fonseca.-

Estados Unidos debería responder a Raúl Castro que “no le interesa el régimen político que se quieran dar los cubanos, que lo que interesa es que sea todo el pueblo cubano --de dentro y fuera de la isla-- quienes lo decidan y no únicamente Raúl Castro, que nunca fue electo de forma democrática en la isla, como lo sí han sido los gobernantes del resto de Latinoamérica”.


Raúl Castro quiere conversar con EUA. Un análisis

Jorge Hernández Fonseca

22 de Diciembre de 2013

Una vez más el dictador sustituto cubano ofrece “conversaciones” directas a Estados Unidos y otra vez más lo hace de manera equivocada. Estados Unidos no tiene por qué estar interesado en discutir el sistema político cubano, aspecto que en la propuesta de Raúl Castro se impone como una precondición. Lo que probablemente le interesa a Estados Unidos es lo mismo que le interesa al pueblo de Cuba: que todos los ciudadanos participen del sistema de gobierno de la isla, de la misma forma que lo hace el resto de América Latina, a cuya esfera pertenece Cuba.

Realmente no sé cómo va a reaccionar oficialmente el gobierno norteamericano ante esta propuesta rauliana de conversaciones en la cual se incluyen precondiciones que probablemente nada tienen que ver con el interés de Estados Unidos. No es que la potencia del Norte le exija al dictador cubano uno u otro régimen político. Lo que muy probablemente le interesaría a EUA es la seguridad de que en Cuba haya respeto por la opinión de todo el pueblo y no de una minoría --el partido comunista cubano-- que gobierna sin libertades contra todo su pueblo.

La dictadura de una élite (el partido comunista es declaradamente elitista, en base a su condición de vanguardia mínima que dirige a todo el pueblo, según rezan sus propios estatutos) y es eso lo que no es posible admitir, no por parte de los Estados Unidos, sino por el resto de la población de la isla, inerme ante una dictadura militar autoritaria. Argumentos como el de Raúl Castro ya había sido usando antes por los líderes del “apartheit” en Sudáfrica, que insistían a la comunidad internacional para admitir su régimen de oprobios, basado en la misma razón que ahora esgrime el dictador sustituto cubano: “hay que respetar nuestras opciones (dictatoriales)”.

Detrás de esta propuesta de Raúl Castro está Brasil, insistiendo en la necesidad de una “distensión” para que EUA levante el embargo económico sobre Cuba y comiencen los negocios del comercio entre Cuba y EUA usando el Puerto del Mariel. Allí los brasileños han enterrado más de mil millones de dólares para intentar favorecer la dictadura castrista. Lógicamente que no habrá negociaciones con estas precondiciones y Brasil tendrá que asimilar el golpe que significa haber entregado a la dictadura cubana un dinero que no recuperará, ni ahora con Raúl imponiendo condiciones, ni después, cuando la dictadura ya no exista más.

Hay una alternativa sobre la mesa que Brasil puede usar en sus contactos con la dictadura cubana: el Movimiento Cristiano de Liberación, MCL, ha propuesto un plebiscito para consultar a toda la población cubana (no a Estados Unidos, como erróneamente hace Raúl Castro) si quiere continuar bajo la bota de los hermanos Castro, o si quiere libertad en todos los órdenes.

Estados Unidos debería responder a Raúl Castro que “no le interesa el régimen político que se quieran dar los cubanos, que lo que interesa es que sea todo el pueblo cubano --de dentro y fuera de la isla-- quienes lo decidan y no únicamente Raúl Castro, que nunca fue electo de forma democrática en la isla, como lo sí han sido los gobernantes del resto de Latinoamérica”.

Una opción está en las manos del actual gobierno brasileño: convencer a los hermanos Castro de que Cuba no es una hacienda propia, sino una República donde sus ciudadanos tienen el derecho a ser consultados. Brasil debería promover ante ambos dictadores –el sustituto y el real-- la necesidad de una consulta popular, universal, libre y supervisada: un plebiscito.

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Última actualización el Lunes, 30 de Diciembre de 2013 10:08