Sobre el diálogo con la tiranía: de tontos útiles me libre Dios… Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Viernes, 07 de Junio de 2013 11:54

Por Marta Menor.-

Los cubanos sabemos que los que estamos en el exilio y los que están en la Isla somos hermanos.  Somos la mayoría los que queremos la libertad y la democracia para Cuba.  Por esta razón el régimen castrista lleva más de cinco décadas tratando por todos los medios de dividirnos y poner a hermano contra hermano, a veces literalmente.

Ahora más que nunca la dictadura está en crisis. Los rusos se fueron y no vuelven aunque el r
égimen castrista se los pida; Venezuela no es cosa segura y el desarrollo de la zona del Puerto de Mariel, que los brasileños están financiado para que la tiranía pueda incursionar en el comercio exterior no va a poder funcionar  mientras no se llegue a un acuerdo con los Estados Unidos.  Cosa difícil de lograr porque en Washington están los senadores y representantes cubanoamericanos, garantes de la transición democrática en la isla.

¡Qué horror! ¿Qué hacemos?  Exclaman con gran preocupación los miembros de la pequeña élite explotadora castrista. Entonces deciden que hay que simular una transición para poder seguir en el poder: “Vamos a España para que nos ayuden. A los españoles les sirve resolver esta situación porque tienen que proteger sus intereses económicos en Cuba”. ¿Qué mejor para eso que utilizar tontos útiles, y otros no tan tontos pero si muy útiles?  Un opositor disidente y un periodista: uno tonto y el otro útil.

Ring…. llamada telefónica desde España para una entrevista de un periódico español.  ¡Qué importante debe sentirse un cubano de la Isla que nunca ha podido disfrutar de libertad de prensa al recibir tal honor!

“Naturalmente que sí, pregunte usted”. 

“No, de ninguna manera. Nuestro proyecto no tiene nada que ver con la resistencia de Miami. Es la oposición de los cubanos que nos hemos quedado en Cuba la que quiere impulsar esta idea".

El no tan tonto pero si muy útil periodista añade a la respuesta del disidente tonto la coletilla:

“insisten para desligarse de los liderazgos urdidos desde Miami, siempre sospechosos de vasallaje con los intereses norteamericanos sobre el futuro de las isla caribeña".

Explotar la rivalidad entre cubanos del exilio y cubanos de la isla ha sido de gran provecho útil para la dictadura y para otros.  Estos sujetos siempre tratan de demonizar  al exilio haciendo creer que todos pensamos y actuamos como  algunos radicales que, con todo derecho, expresan sus puntos de vista y de vez en cuando los exhiben en las calles.

El verdadero exilio son más de dos millones de cubanos que en los Estados Unidos y en otros países han aprendido a vivir en  democracia,  respetan al país que les abrió y sigue abriendo generosamente sus puertas a los cubanos.  En estos cincuenta años sus hijos han tenido tiempo para formarse y muchos dirigen grandes empresas, universidades, congresos, embajadas, tribunales y hasta reinados.

Es el exilio que ha mantenido el ideal de la Cuba democrática y ha denunciado la opresión del régimen contra el pueblo en todo el mundo día tras día por más de cincuenta años. No solo ahora sino cuando en las democracias se aplaudía a Fidel Castro sin que importaran sus violaciones continuas de los derechos humanos en Cuba. Un exilio que siempre ha apoyado a la oposición y hasta a la disidencia -que no es lo mismo- generosamente. Un exilio del que salieron muchos seres queridos a luchar contra el comunismo y dejaron su sangre y vidas en las playas de nuestra isla. Un exilio que ha aprendido que para dialogar hace falta por los menos dos contrarios que estén dispuestos a hacerlo. Que no es suficiente el cacarear, ¡quiero dialogar!  como loro entrenado.

Un exilio que sabe la diferencia entre injerencia y apoyo.  Un exilio que sabe que no es lo mismo mercado libre que intereses creados. Un exilo que sí sabe lo que es soberanía de pueblo pues la tuvo, la perdió y la volvió a ganar en tierras extranjeras.  Un exilio que se ha sabido ganar un lugar de honor en la historia porque, de no ser por ese exilio, esta contienda habría sido mucho más difícil.

Un exilio cuyos hijos tienen todo el derecho a ser parte del futuro de Cuba, como lo tuvo en otro exilio el cubano-americano Tomas de Estrada Palma y también José Martí, quien desde tierras del destierro y con la ayuda de exiliados impulsó la guerra que condujo a Cuba a la independencia.

Por eso cuando escucho esos disparates de que solamente son los cubanos de la isla sin injerencias  de ningún otro país  los que tienen tienen que resolver el problema de Cuba, me repito una y otra vez:

De tontos útiles me libre Dios, que de los listos me libro yo

Junio 4, 2013

"Se cometen más traiciones por debilidad que por el propósito firme de traicionar”. François de la Rochefoucauld
*Presidenta de Cultivamos una Rosa Blanca


Tomado de Blog del CID

Última actualización el Sábado, 08 de Junio de 2013 09:54