¿Qué hiciste cuándo vinieron buscando al inconforme? |
Escrito por Fuente indicada en la materia |
Miércoles, 30 de Diciembre de 2009 19:56 |
Por Yaoni Sánchez. No seré de los que culpen a otros porque se han demorado demasiado en pronunciarse. Yo, que callé durante casi treinta años, no tengo derecho a juzgar a quienes han llevado la máscara del conformismo, la pasiva faz del que no quiso meterse en problemas. Celebro cualquier iniciativa que saque a la luz ese río de críticas que ha estado apresado en las cavernas de nuestro miedo durante varias décadas. Tenderé entonces mi mano -sin hacerles reproches- a los que asuman el riesgo de expresarse, porque así disminuirá en ellos el temor de pasar del aplauso mecánico a la crítica abierta. La carta se destaca por varias ausencias, especialmente en la lista de los hechos que prueban el “incremento del controlburocrático-autoritario”. Faltan en esa relación los amargos sucesos del 10 de diciembre pasado, el aumento de los llamados mítines de repudio, los hostigamientos a varios opositores y el empleo de la violencia física contra muchos de ellos. Mención especial merece la utilización que se hace del término “contrarrevolución”, asumiendo los firmantes ese lenguaje degradante y excluyente que brota de las tribunas. Sorprende ver a profesores, economistas y graduados universitarios clasificando con tanto esquematismo a sus conciudadanos. Me asusta esa sociedad que intuyo en este documento, donde se podrá hablar abiertamente de trotskismo, anarquismo o socialismo pero seguirán igual de amordazados los socialdemócratas, los demócratas cristianos y los liberales. Si esa es la propuesta, lo siento mucho, pero ese no es el país donde quiero que crezcan mis nietos. No creo que vivamos una re-pavonización, porque al fin y al cabo el rígido Luis Pavón no tuvo potestad para lanzar a la calle una turba que gritara y golpeara; tampoco su poder llegaba para condenar a penas de hasta treinta años a ninguna persona. Los oscuros censores de aquel quinquenio gris, carecían de autoridad para mantener el cerco de vigilancia alrededor de una casa, intervenir una línea telefónica o arrestar –sin llevarlo a una estación de policía- a un periodista independiente o a un blogger. No es un retorno de los inquisidores de la cultura lo que estamos viviendo, sino la vuelta de tuerca de un sistema agonizante y carente de argumentos, la caída del último velo que ha dejado al descubierto el feo rostro del autoritarismo.
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Última actualización el Miércoles, 30 de Diciembre de 2009 19:58 |