CUBA: LOS ESCUADRONES DE LINCHAMIENTO Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Martes, 15 de Diciembre de 2009 11:56


 

14 de Diciembre de 2009

 

Cuando en los años 60 y 70 del siglo pasado Fidel Castro impuso una innecesaria y sangrienta  guerra civil en toda América Latina, las dictaduras existentes (y algunos gobiernos democráticos) reaccionaron erróneamente organizando milicias armadas “fuera” del ejército. Eran paramilitares con la misión de “eliminar” a los fidelistas que hacían la guerrilla urbana (o rural). Un remanente actual de aquella práctica lo constituyen las auto-tituladas “milicias de autodefensa” colombianas, que hacen una guerra irregular contra las guerrillas comunistas.

 

Cuba --que provocó esta calamitosa situación continental de guerra civil-- no se cansó de criticar la existencia de esas milicias irregulares. Sus laboratorios de propaganda subversiva encontraron entonces un nombre asociado al trabajo de esas brigadas, cuya actividad era deshacerse ilegalmente de sus enemigos, llamándolas como “Escuadrones de la Muerte”.

 

La práctica usada contra la guerrilla latinoamericana insurgente --irregular y sucia-- es ahora usada por Fidel Castro y su hermano Raúl, en Cuba, intentando sobrevivir al fracaso de una dictadura repleta de penurias y vicisitudes. Han instaurado en la isla una variante represiva y cruel del Escuadrón de la Muerte, que podemos calificar como “Escuadrones de Linchamiento”.

 

La práctica fidelista --por ahora-- no es matar (pero están preparados y autorizados para hacerlo llegado el caso) ya que los luchadores contra los que actúan son pacíficos, muchas veces mujeres y ancianos, que protestan por la prisión arbitraria de un familiar, esposo, hijo o nieto.

 

No existe ninguna diferencia substancial entre los Escuadrones de la Muerte de la derecha latinoamericana y los Escuadrones del Linchamiento inventado por Castro en Cuba: la misma convicción de “aplastar al enemigo” ilegalmente. Sin embargo, en Latinoamérica los Escuadrones de la Muerte enfrentaron (y aún enfrentan) un enemigo armado y dispuesto a morir luchando, mientas que los Escuadrones de Linchamiento de los hermanos Castro en Cuba enfrentan personas pacíficas e inermes, haciendo más detestable e impune su miserable acción. ¡Cobardes!

 

Los recientes y casi sucesivas acciones de los Escuadrones de Linchamiento escenificados en la Cuba de los hermanos Castro, primero contra un periodista pacífico y solitario; después contra indefensas “Damas de Blanco” por partida doble, en dos días seguidos; y finalmente contra la esposa del preso político Darsí Ferrer y varios de sus seguidores que conmemoraban el Día de los Derechos Humanos. No hay diferencias en los métodos usados por los Escuadrones de la Muerte y los Escuadrones del Linchamiento.

 

De la misma manera que en el oeste norteamericano, sin ley, una turba de hombres linchaba un ciudadano sin darle posibilidades de defensa, en la Cuba de Castro las personas son linchadas física y moralmente, usando la misma turba cobarde e indecente de los países sin ley ni orden.

 

Aquel viejito que se esconde tras una barba blanca, en ropa deportiva, con cara de abuelo inocente, es el mismo que en privado organiza su policía política, vistiéndola de civil para que participe directamente de los progrones que se ejecutan contra la inerme sociedad civil cubana.

 

La infantil pretensión que hacer creer que es “el pueblo airado” quien ejecuta y participa de los “Escuadrones de Linchamiento” cubanos, es la misma de los participantes del Escuadrón de la Muerte que tenía organizado Rolando Masferrer en la época de Batista (los tigres) torturando y asesinando jóvenes luchadores clandestinos. No hay la menor diferencia entre las torturas a que se sometían los jóvenes a manos de los esbirros de Batista, de las torturas proferidas contra los luchadores cubanos a manos de un Escuadrón de Linchamiento castrista en acción.

 

Un régimen que tiene que apelar a la misma práctica que tanto criticó en el pasado, no puede merecer más que la condena de los hombres y mujeres civilizados. El mundo ha podido ver las imágenes de mujeres pacíficas siendo agredidas física y moralmente por una muchedumbre vociferante y agresiva, a la que sólo le falta la cuerda y la horca para ejecutar sus verdaderos objetivos fascistas, en fase con las órdenes emanadas directamente del anciano dictador.

 

El dedo acusador del mundo libre, junto con el de los agredidos --víctimas de esa infamia-- debe levantarse acusadora y fuertemente en los organismos internacionales de Derechos Humanos contra los que así proceden, calificándolos de esbirros, linchadores y sicarios.

 

¡Dios ha de querer que la mano de la justicia democrática muy pronto les cobre bien caro su cobardía!

 

Otros artículos de este autor, pueden leerse en www.cubalibredigital.com

Fonte: cubalibredigital.com

http://www.cubalibredigital.com

Última actualización el Martes, 15 de Diciembre de 2009 11:58