A cinco meses de las elecciones generales del 5 de octubre, cae el apoyo a la mandataria. Las encuestas generan incertidumbre en el PT y alimentan las especulaciones. "Él mismo se lo habría confirmado a sus amigos", dicen

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A poco más de cinco meses de los comicios generales brasileños, la caída del apoyo a la presidente Dilma Rousseff genera incertidumbre en torno a sus posibilidades de conquistar un nuevo mandato en las urnas el 5 de octubre y alimenta rumores sobre un posible regreso de su carismático antecesor, Luiz Inacio Lula da Silva.

La columnista Joyce Pascovich, del portal UOL, encendió el debate en Brasil cuando aseguró este lunes, sin revelar su fuente, que el propio Lula habría expresado "a sus amigos más cercanos" su intención de concurrir a las elecciones de octubre. El ex presidente, quien en una entrevista difundida este fin de semana ya había negado cualquier intención de volver al cargo en octubre, desmintió tajantemente la información de Pascovich. "Lo que vale es la entrevista a la RTP (Radio y Televisión Portuguesa), en la que el ex presidente Lula descartó la hipótesis de disputar la presidencia", afirmaron asesores del ex mandatario a la red televisiva Record.

"Dilma es una mujer extremadamente capaz. Ella va a ganar las elecciones"

"Ya he cumplido mi tarea en Brasil. Yo soñaba con ser presidente porque quería demostrar que yo era más capaz de gobernar y lo hice. Dilma es una mujer extremadamente capaz. Ella va a ganar las elecciones", aseveró Lula a la RTP.

Esta no fue la primera vez que Lula, quien gobernó Brasil entre 2003 y 2010, tuvo que desmentir en público supuestos planes de candidatura, pero esto se ha vuelto más frecuente después de que los sondeos de opinión pública reflejaran una acentuada caída en el índice de intención de voto por Rousseff.

Una encuesta del instituto MDA divulgada este martes, por ejemplo, reveló que el índice de preferencia por Rousseff retrocedió 6,7 puntos porcentuales desde febrero, pese a que la tasa actual, del 37 por ciento, todavía alcanza para asegurarle un triunfo en la primera vuelta, ya que supera la suma de sus potenciales adversarios.

A la pérdida de apoyo popular, se suman indicios de debilidad en la amplia coalición de partidos políticos que apoyan el Gobierno. Este lunes, 20 de los 32 diputados del derechista Partido Republicano (PR) divulgaron un manifiesto en el que exhortan a Lula a ingresar en la disputa presidencial como candidato del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) en lugar de Rousseff, argumentando que el ex presidente está más preparado para impulsar el crecimiento económico. "Consideramos que el momento de crisis, dentro y fuera del país, requiere de la fuerza de un líder político con la esperanza y el brillo de Luiz Inacio Lula da Silva", afirma el documento.

"Nadie me separará de Lula. Conozco su lealtad a mí y él conoce mi lealtad a él"

En una cena la noche del lunes con editores de deportes de diarios y emisoras de radio y televisión de Brasil, Rousseff se negó a comentar la llamada campaña "¡Vuelve, Lula!". "Nadie me separará de Lula y él tampoco se separará de mí. Conozco su lealtad a mí y él conoce mi lealtad a él", expresó la mandataria, quien restó importancia a los sondeos que revelan un retroceso del apoyo de los brasileños a su reelección.

Según la mandataria, los sondeos "son importantes", pero no anticipan qué pasará en el día de la elección: "A la hora de votar, las personas tendrán en cuenta si yo soy o no importante para su futuro, si su vida se mejorará si yo soy elegida. Es esto lo que está en juego".

Rousseff descartó, asimismo, que el desempeño de la selección nacional de fútbol, que buscará en casa el "hexacampeonato" en el Mundial de Fútbol, pueda influir en el índice de apoyo a su candidatura. "No creo que la Copa vaya a ser decisiva para mi elección. No me ayudará ni tampoco me perjudicará. Puede ser que Brasil salga campeón y que yo salga derrotada y que Brasil pierda la Copa y yo sea reelegida", aseveró la presidente al aludir a la cita que se iniciará el 12 de junio y terminará el 13 de julio, menos de tres meses antes de las urnas del 5 de octubre.

DPA