Tras reunirse con su par italiano, el presidente estadounidense reiteró su condena a los métodos violentos del régimen contra el pueblo y volvió a pedir a Bashar Al Assad que abandone el poder

El mandatario mantuvo un encuentro con el primer ministro Mario Monti y al finalizar la cita, volvió a apuntar contra Damasco. "Los dos tenemos un gran interés en poner fin al atroz baño de sangre que hemos observado y ver una transición desde el actual gobierno, que ha reprimido a su propio pueblo", dijo el mandatario.

Las palabras de Obama ocurrieron mientras las tropas de Assad continuaban su ofensiva contra los opositores en Homs, la región más golpeada por la represión desde que estallaron las protestas en marzo para pedir una apertura democrática. Según reportes de entidades locales, al menos 80 personas murieron en la jornada, la mayoría eran civiles.

El mandatario revalidó así la firme postura que los Estados Unidos han adoptado tras el veto de China y Rusia a una resolución de condena al régimen en el Consejo de Seguridad. De hecho, trascendidos indican que el país no descarta un ataque para proteger a la población de la violencia desplegada por el régimen, que según opositores superaría los 7 mil muertos.

Las críticas del presidente siguieron a las que más temprano había hecho la representante especial del secretario general de la ONU para los Niños en los Conflictos Armados, Radhika Coomaraswamy, que reclamó al régimen que detenga la violencia contra los menores, quienes incluso son objeto de detenciones y torturas en el país árabe.

"Las violaciones cometidas contra los menores van más allá de los asesinatos y las mutilaciones. Sabemos de casos de detenciones de niños a quienes se los acusa de pertenecer a grupos armados", dijo en un comunicado.

La representante especial de Naciones Unidas mencionó "malos tratos y actos equivalentes a tortura que han causado la muerte de niños" y subrayó que la situación es particularmente preocupante en Homs, "desde donde cada día se reciben noticias de la muerte de menores y bombardeos a infraestructuras civiles, como hospitales".

El miércoles, el secretario general Ban Ki-moon calificó de "catastrófico" el fracaso del Consejo para enviar un mensaje claro, ya que anima a Al Assad a intensificar "la guerra sobre su propio pueblo".