WASHINGTON, E.U.-A un año de haber asumido como el cuadragésimo cuarto presidente de Estados Unidos, Barack Obama ha perdido popularidad, en gran medida porque las expectativas sobre él fueron altas, dice la profesora investigadora del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), Guadalupe González González.

La maestra de la división de Estadios Internacionales y especialista en la relación México-Estados Unidos, descarta que en su segundo año de gestión Obama voltee hacia América Latina y en particular hacia una reforma migratoria, pues se enfocará en temas que puedan serle redituables al Partido Demócrata para las elecciones intermedias.

— ¿Por qué cree que Barack Obama ha perdido popularidad a un año de asumir el poder, considera que se generaron muchas expectativas sobre él?
—    Yo diría que lo que ha sucedido, es que las expectativas sobre él eran muy altas. Barack Obama representaba una esperanza de cambio para muchos, pero una realidad es que buena parte de las decisiones importantes no sólo dependen de él, sino de otros actores importantes, particularmente del Congreso.  

Para muchos su desempeño en términos de política exterior ha sido decepcionante, pero en realidad creo que esta decepción no depende tanto de su desempeño. Una de las limitaciones más importantes es el hecho de que heredó el despliegue del Ejército en muchas partes del mundo y hacer ajustes al respecto resulta muy difícil, al menos en el corto tiempo.

— ¿Cree que él contribuyó a que esas expectativas fueran muy altas, por ejemplo con promesas como el cierre de Guantánamo o la aprobación de una reforma migratoria?
— Sí absolutamente. Hizo una promesa y no la ha cumplido en gran medida porque tiene una agenda de política exterior sumamente compleja, muy extensa. Entonces tiene que ver muchos asuntos. La decepción ha sido quizá mayor en los países de América Latina, en donde se esperaba un nuevo trato, pero en realidad ha estado ocupado en otras cosas y digamos que si en América Latina no ha tenido una intervención negativa, tampoco la ha tenido positiva.

— ¿Cuál diría que ha sido un cambio significativo en su gestión?
— El regreso a la acción multilateral es algo muy importante, sobre todo si lo vemos en contraste con la administración de George W. Bush. Tenemos un retorno a los foros multilaterales importantes como el del medio ambiente, por ejemplo, o el espaldarazo en algún momento a algunas iniciativas de la Organización de Estados Americanos (OEA). Diría que veo una voluntad de cambio.

— A su parecer, ¿cuál es el mayor acierto y cuál el mayor tropiezo en este primer año?
—    Un acierto de política interna es haber tomado un tema muy controvertido, como la reforma al sistema de Salud, que es un tema que en Estados Unidos tiene años tratando de resolver y entrarle a eso me parece que ha sido un acierto, entrarle a los temas difíciles.

-Yo diría que el principal tropiezo es quizá el tema de política exterior para América Latina, por ejemplo, el manejo frente a la crisis de Honduras, o inclusive con lo del terremoto de Haití, vi una dificultad de responder ante el tamaño del reto.

En un momento dado también falló al haber roto la fila de multilateralismo, particularmente en el caso de Honduras, en donde finalmente es Estados Unidos es el que termina saliéndose del acuerdo de promover el regreso de Manuel Zelaya (presidente hondureño) rompiendo con la unidad que había en un primer momento.
Otra dificultad fue la que tuvo al no consultar a los otros países de la región cuando se trata de temas de seguridad importantes como el caso del acuerdo de la presencia de militares de su país en bases colombianas, en donde no se informó ni se negoció con suficiente destreza, provocando muchísima animadversión.

— ¿Los errores en Inteligencia, los seis muertos de la CIA en Afganistán, el atentado en Detroit, se le pueden achacar a él?
— En el tema del terrorismo es sumamente difícil no cometer errores, es un enemigo que está en todas partes. Estos hechos reflejan fallas en los sistemas de seguridad, pero no necesariamente son atribuibles a esta administración.

— ¿Cuál cree usted que será la agenda prioritaria en este segundo año?
—  El tema más importante sigue siendo la restructuración económica, yo creo que ese será el tema central en donde enfocarán todas las baterías, porque además influirá mucho en el desempeño que vaya a tener el Partido Demócrata en las elecciones intermedias, yo creo que ésa va a ser la prioridad. La segunda prioridad, no tengo duda, va a ser el combate al terrorismo, eso es lo que se puede esperar.

— ¿Entonces considera que la discusión de una reforma migratoria se ve complicada al menos para este año?
La veo muy difícil, sinceramente. Dentro de esta agenda, América Latina pinta muy poco.

Sergio Cázares