Francia llamó a negociar con Gadafi Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Lunes, 11 de Julio de 2011 11:29

Tras la sorpresiva declaración del ministro de Defensa galo, la Casa Blanca ratificó que el líder libio "no puede permanecer en el poder". Los países aliados se reunirán este viernes en Turquía para discutir una estrategia


Los mensajes divergentes de dos miembros de la coalición de países occidentales que se oponen a Khadafi señalan tensiones en su interior luego de más de tres meses de ataques aéreos que han costado miles de millones de dólares y que fallaron a la hora de producir el cambio que sus impulsores esperaban.

El ministro de Defensa Gérard Longuet expresó su creciente impaciencia con el conflicto cuando afirmó que los rebeldes deben negociar con el gobierno de Khadafi y no esperar derrotar al líder libio.

Hasta ahora los rebeldes se rehusaron a mantener negociaciones mientras Khadafi siga en el poder, una postura que ninguna de las mayores potencias de la OTAN ha cuestionado públicamente.

"Le hemos pedido que hablen entre ellos", afirmó Longuet,  cuyo gobierno hasta ahora ha sido de los más duros con Libia, en la cadena de televisión francesa BFM TV. "La posición del TNC (siglas en inglés del Consejo Nacional Rebelde de Transición) está muy alejada de otras posiciones. Ahora, habrá una necesidad de sentarnos en torno a una mesa", afirmó.

Al ser preguntado si era posible llevar adelante negociaciones con Khadafi todavía en el poder, Longuet afirmó: "él estará en otra habitación en su palacio con otro título".

Poco después, el Departamento de Estado estadounidense emitió un mensaje en Washington que no dio señales de compromiso. "El pueblo libio será quien decida cómo efectúa su propia transición, pero sostenemos firmemente nuestra creencia de que Khadafi no puede permanecer en el poder", dijo el Departamento en una respuesta escrita ante una requisitoria. También afirmó que la Casa Blanca continuaría con sus  esfuerzos, como parte de la coalición de la OTAN, para proteger a los civiles de los ataques y dijo que la alianza estaba ayudando a incrementar la presión sobre Khadafi.

El gobernante se ha mostrado desafiante al mantenerse en el poder pese a los ataques de los rebeldes, la ofensiva aérea de la OTAN, las sanciones económicas y las deserciones de destacados miembros de su gobierno.

Sin un desenlace inminente para el conflicto, las brechas comienzan a surgir dentro de la OTAN. Algunos estados están argumentando que esta operación constituye un peso para sus débiles finanzas, y muchos están frustrados de que no haya avances decisivos.

Pero ni siquiera los países que apoyan una solución política han contestado a la pregunta de cómo puede alcanzarse un acuerdo cuando los rebeldes y sus aliados occidentales afirman que Khadafi debe abandonar el poder, mientras que el líder libio asegura que eso no es tema de negociación.

Las diferencias sobre cómo proceder en Libia probablemente emerjan el viernes cuando el grupo de contacto, que reúne a todos los países aliados en contra de Khadafi, se congregue en Estambul para su próxima cita agendada.

No hubo reacciones inmediatas a los comentarios del ministro francés de parte de los líderes de los rebeldes en sus cuarteles situados en la ciudad oriental libia de Bengasi.

Siguen los combates

Por tierra, las fuerzas rebeldes que están intentando marchar hasta Trípoli lograron modestos avances la semana pasada, pero los enfrentamientos del domingo resaltaron que será una larga travesía.

Las fuerzas de Khadafi lanzaron artillería pesada para intentar repeler a los rebeldes que alcanzaron la ciudad de Al-Qawalish, ubicada 100 kilómetros al sur de Tripoli. Se trata de una zona estratégica ya que si los rebeldes logran avanzar más allá tendrán acceso a la principal vía que los llevaría al norte, hasta la capital.

Libia se ha visto convulsionada por una guerra civil desde febrero, cuando miles de personas inspiradas en las revueltas de las vecinas Egipto y Túnez se levantaron contra los 41 años de gobierno de Khadafi. Esta rebelión se ha convertido ahora en el más sangriento de los levantamientos de la "primavera árabe" ocurridos en la región.




Fuente: Reuters