Un ex Lehman Brothers es la carta de Rajoy contra la crisis española Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Jueves, 22 de Diciembre de 2011 11:29

La carrera de Luis de Guindos osciló entre su desempeño en el Partido Popular y en grupos financieros. Como ministro de Economía, buscará aplicar las medidas de austeridad

Crédito foto: EFE


De Guindos, de 51 años, presenta un extenso currículum que exhibe, a simple vista, cuál es el mensaje que Mariano Rajoy intentó dar con su designación: los mercados deben estar tranquilos, porque un técnico experto en la materia lleva el timón de la economía española.

En efecto, el flamante ministro conoce a la perfección el funcionamiento del sistema financiero y su figura irradia seguridad. El hombre pasó por prestigiosas compañías y hasta sobrevivió a la quiebra de Lehman Brothers, del que fue presidente para España y Portugal.

Dirigió la sociedad de consultores financieros AB Asesores antes de desembarcar en el Gobierno de José María Aznar. Por aquel entonces, cumplió diversas tareas en el Ministerio de Finanzas, donde fue escalando posiciones hasta convertirse en secretario de Estado de Economía entre 2002 y 2004.

De Guindos se hizo prestigio desde muy joven dentro del partido conservador. Tenía apenas 36 años cuando dio sus primeros pasos en la gestión Aznar y consiguió las recomendaciones del entonces ministro de Economía Rodrigo Rato para ocupar lugares importantes en la toma de decisiones.

Tras la llegada de los socialistas al poder, volvió al sector privado. Fue en ese momento cuando trabajó para Lehman Brothers. En 2008 pasó a Nomura Securities, que se había hecho cargo de los activos europeos del banco en quiebra.

Casado y con dos hijos, De Guindos es actualmente director del Centro del Sector Financiero, un organismo de estudios creado por PriceWaterhouseCoopers (PwC) y el IE Business School de Madrid. También forma parte del consejo de administración del productor de electricidad Endesa, filial del grupo italiano Enel.

"Rajoy ha lanzado un mensaje claro y diáfano: austeridad y reformas para defendernos dentro del euro", declaró a finales de noviembre en un coloquio económico organizado en Madrid. Ese programa fue precisamente el asumido por el nuevo presidente del Gobierno en su discurso de investidura del lunes, en el que anunció nuevos recortes presupuestarios para 2012 en el sector público, de al menos 16.500 millones de euros, para intentar contener el déficit del país.

España fijó como prioridad la reducción de su déficit público, apuntando a un 6% del PIB en 2011, después a haber alcanzado un 11,1% en 2009 y un 9,3% en 2010. Pero este objetivo podría no ser alcanzado, según advirtió Rajoy, quien prometió impulsar cambios en el sector bancario, eslabón frágil de la economía desde el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008, y en el mercado laboral, castigado con un porcentaje de desempleo del 21,52 por ciento.

De Guindos ya opinó sobre esos temas. "La mitad del sistema financiero necesita una nueva ronda de reestructuración", dijo y abogó también por la creación de un "banco malo" que absorba los activos tóxicos inmobiliarios de los bancos en una estructura gestionada por el Estado.

En cuanto al mercado laboral, se mostró muy crítico con su rigidez al considerar que "no puede ser que, cuando la actividad cae, las empresas despidan automáticamente a los trabajadores temporales". "No puede ser que a una empresa cuyos ingresos caen un 50%, el convenio del sector le imponga subidas salariales de la inflación más dos puntos", apuntó.




Fuente: EFE
Última actualización el Jueves, 22 de Diciembre de 2011 11:31