El Gobierno alemán instó hoy a Rusia e Irán, como principales aliados del régimen sirio, a poner "todo por su parte" y aprovechar su influencia para que el presidente Bachar al Asad detenga los bombardeos sobre el este de Alepo.

El portavoz del Ejecutivo alemán, Steffen Seibert, aseguró en un encuentro rutinario con medios de comunicación que Moscú y Teherán están "obligados" a hacer todo lo que esté en su mano para tratar de detener la ofensiva del ejercito sirio sobre la ciudad símbolo del horror de esta guerra civil.

La canciller alemana, Angela Merkel, también urgió a Moscú a ejercer su influencia sobre Al Asad en un acto independiente en Magdeburgo (este de Alemania).

"Sólo puedo aquí apelar a Rusia, Rusia tiene mucha influencia sobre Asad: Debemos acabar tan pronto como sea posible con este crimen atroz", afirmó la jefa del Gobierno alemán.

En este sentido, consideró "espantoso" el bombardeo en Alepo y reiteró que se ha de intentar "todo lo posible" para "lograr un alto el fuego" y atender a la población civil más afectada por la escalada de la violencia.

El portavoz del Ministerio de Exteriores, Martin Schäfer, señaló que en los últimos contactos entre países socios se han contemplado "todas las opciones" para que se pueda alcanzar en Alepo un alto el fuego que permita entregar ayuda humanitaria a los civiles castigados por los bombardeos del régimen.

No obstante, evitó responder concretamente a la pregunta de si entre esas opciones se encontraba la posibilidad de establecer sanciones económicas contra Rusia por su apoyo a Al Asad.

Schäfer subrayó, sin embargo, que a juicio del Gobierno alemán "no puede haber una solución en Siria sin la participación constructiva de Rusia".

TERRA/EFE